The Lord of the Rings: Gollum, an¨¢lisis. Este no es mi tesoro

¡°La historia olvidada¡±, la aventura jam¨¢s contada. Sm¨¦agol, otrora Hobbit, ahora esclavo de Sauron. The Lord of the Rings: Gollum nos pone en la piel del retorcido personaje de El Se?or de los Anillos, un ser consumido por el anhelo del Anillo ?nico, su tesssssoro. Bilbo Bols¨®n, mediano aventurero, tom¨® el artefacto y sumi¨® a la criatura en la desesperaci¨®n m¨¢s profunda. Ansioso, inicia un angustioso periplo para buscar al ladr¨®n y recuperar su posesi¨®n m¨¢s preciada. Esta es la aventura que propone Daedalic Entertainment, el estudio detr¨¢s de Deponia, pero ?queda alg¨²n rastro del tesoro?

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La obra del estudio alem¨¢n se ha retrasado en varias ocasiones, lo que no auguraba nada bueno. Las im¨¢genes y los v¨ªdeos tampoco alimentaban la esperanza, unas sospechas que se han hecho realidad al tomar los mandos. Para empezar, la elecci¨®n de Gollum como protagonista es cuanto menos peculiar, aunque la idea podr¨ªa haber tenido potencial en otras circunstancias. Sin embargo, el estudio ha optado por un estilo de juego insulso y mon¨®tono, que no logra sostener la atenci¨®n y que juega con la paciencia del jugador.

A lo largo de estos d¨ªas, en MeriStation hemos estudiado si sacar el an¨¢lisis a tiempo o esperar un poco m¨¢s. Habida cuenta de que la fecha de lanzamiento es ya mismo, la decisi¨®n ha sido seguir adelante con ello. Que estas dudas culebrearan por nuestra mente se debe a que no hemos podido completar el juego, no por falta voluntad, sino porque nos hemos topado con bugs que nos han impedido continuar la partida en varias ocasiones. La situaci¨®n nos ha llevado a tener que repetir cap¨ªtulos enteros, hasta que finalmente ha sido imposible seguir. Tras completar uno de los niveles, el personaje reaparece muerto siempre, como se puede apreciar en el v¨ªdeo debajo de estas l¨ªneas.

Una aventura que transcurre en paralelo a La Comunidad del Anillo

Sobre el papel, la premisa argumental nos ha parecido interesante. Narra las vivencias de Gollum, su cautiverio y huida de Barad-d?r, la Torre Oscura. Esclavizado por los orcos, tendr¨¢ que usar la astucia para salir airoso de peligros inimaginables, que lo conducir¨¢n hasta el mism¨ªsimo Bosque Oscuro, hogar de los elfos silvanos liderados por Tharanduil, padre de L¨¦golas y monarca ¨¦lfico.

Los a?os de esclavitud no han pasado en balde para la criatura, cuya mente se desdobla en dos personalidades diferentes: la de Sm¨¦agol, su parte buena, una vocecita m¨¢s suave y candorosa; la de Gollum, su parte mala, despreciable y taimada. Daedalic lo transforma en mec¨¢nica jugable, ya que el personaje mantiene discusiones consigo mismo: ante una decisi¨®n, el jugador elige si sigue la postura de Gollum o de Sm¨¦agol. A continuaci¨®n, toca convencer a la otra parte con argumentos, de modo que se exponen distintas opciones seleccionables. La mec¨¢nica se queda corta por su simpleza, ya que resulta muy f¨¢cil ganar el enfrentamiento dial¨¦ctico... y tampoco es que repercuta en la historia.

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Daedalic deja de lado el g¨¦nero de la aventura gr¨¢fica y se atreve con un videojuego de sigilo y plataformas. Por desgracia, The Lord of the Rings: Gollum fracasa estrepitosamente en su intento de ofrecer un t¨ªtulo de calidad. M¨¢s all¨¢ de los bugs, la experiencia jugable es fallida desde el principio.

El sigilo nos ha parecido tosco, tedioso y plano: a los enemigos sin casco se les puede estrangular al posicionarse detr¨¢s en silencio, con una acci¨®n contextual; a los que lucen casco habr¨¢ que sortearlos o despistarlos lanzando una piedra contra estructuras met¨¢licas concretas. Las zonas oscuras sirven para ocultarse de los ojos despiadados del enemigo, por lo que es posible deslizarse a trav¨¦s de las sombras. Si la inteligencia artificial de los antagonistas es ya de por s¨ª cuestionable, ni que decir tiene que sus rutinas son fijas e inamovibles. Siempre act¨²an de la misma forma y a veces, por el dise?o de los niveles y la posici¨®n de los personajes, es complicado superar los desaf¨ªos sin ser descubierto. Por si eso no fuera poco, la repetici¨®n es otro de los defectos de Gollum, que nos obliga a repetir secciones de manera constante.

El sigilo se combina con mec¨¢nicas plataformeras muy poco gratificantes. Son imprecisas y toscas, est¨¢n mal plateadas y contribuyen a incrementar el hartazgo del jugador, porque morir tambi¨¦n implica repetir secciones enteras. Nos parecen especialmente desesperantes cuando aparecen enemigos como las ara?as, que te persiguen mientras escalas una pared o saltas.

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Hacia la mitad del juego se introduce una nueva mec¨¢nica que nos permite guiar a personajes aliados por el escenario. Por ejemplo, un puzle de palancas cuyo objetivo es cerrar varias puertas de una presa. Tendremos que coordinarnos de manera estrat¨¦gica ¡ªbastante simplona, como el resto del juego¡ª para dar con la soluci¨®n.

Desarrollado bajo el motor Unreal Engine, el juego tampoco est¨¢ a la altura a nivel gr¨¢fico, aunque quiz¨¢ no sea el mayor de sus problemas. El dise?o del protagonista es un poco m¨¢s desenfadado que el de las pel¨ªculas, al igual que el de los orcos. Hay algunos problemas de rendimiento tanto en el modo centrado en la resoluci¨®n como en el focalizado en el framerate. Por otro lado, las animaciones parecen como si estuvieran inacabadas, son abruptas y toscas. La banda sonora s¨ª nos ha gustado m¨¢s, aunque tampoco es memorable.

No hay tesoro en The Lord of the Rings: Gollum, un t¨ªtulo que desciende hasta el coraz¨®n de Mordor y que se consume en los fuegos del Monte del Destino.