The Last of Us Parte 1, an¨¢lisis PC. Una penitencia inesperada

The Last of Us ha estado en boca de todos en este 2023 gracias a la serie de HBO Max, que ha sabido captar la esencia del videojuego original de hace una d¨¦cada y ha atrapado tanto a los fans de la saga como a los amantes de las series de corte posapocal¨ªptico. Parec¨ªa el plan perfecto. La serie gusta mucho, est¨¢ hecho con mimo y el lanzamiento de Parte 1 para PC tiene el impulso so?ado tras a?os anhelando la licencia en ordenadores. Pero el aterrizaje del remake creado originalmente para PS5 ha sido tormentoso. Porque una cosa es que los usuarios tengamos ganas por jugar y rejugar la historia tras el show protagonizado por Pedro Pascal y Bella Ramsey y la otra, bien diferente, es que esas ganas la desarrolladora o la editora las haya convertido en prisas para sacar algo que no estaba apto.

Y ese es el principal problema de The Last of Us Parte 1 en PC. Que el juego, simple y llanamente, no est¨¢ listo para publicarse en este estado. El port presenta una serie de problemas graves a nivel estructural que hacen que la inmensa mayor¨ªa de usuarios no puedan disfrutar de un juego que ha sido machacado en las valoraciones de Steam. La optimizaci¨®n brilla por su ausencia, los bugs est¨¢n presentes y los ordenadores sufren para ofrecer algo digno, a la altura del nombre.

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Hemos estado con The Last of Us Parte 1 con dos PC (tambi¨¦n lo hemos intentado con Steam Deck, pero de eso ya hablaremos) y la conclusi¨®n es que no se deber¨ªa haber estrenado el buque insignia de Naughty Dog en compatibles de esta manera nunca, jam¨¢s. Los reportes sobre los errores, bugs y crasheos campan a sus anchas por Internet y seguramente ya los habr¨¦is le¨ªdo. Pero nosotros nos centraremos en lo que hemos vivido durante una semana de an¨¢lisis, que es el tiempo normal y corriente que habr¨ªamos dedicado a un juego de este estilo (campa?a de unas diez horas) para sacar el texto. Han llegado algunos parches y vendr¨¢n m¨¢s, pero lo que hay ahora sigue sin ser suficiente. Algunos dir¨¢n que es culpa de Iron Galaxy, que ya tienen un historial discutible a la hora de hacer conversiones a PC. Y es cierto, pero tambi¨¦n lo es que alguien decidi¨® encargarle el trabajo a ellos y no a otros que han demostrado ser m¨¢s eficientes.

The Last of Us en PC, Parte 1: un PC potente que no puede con ¨¦l

La primera toma de contacto y seguramente la m¨¢s tortuosa ha sido con un PC que podr¨ªa estar en la parte media hacia arriba de las configuraciones, con una gr¨¢fica que ha sido alabada por su rendimiento en todos lados. Una RTX 3070 Ti con 32 gigas de RAM y un i9-9900k. Un PC que nos ha permitido disfrutar de otros ports de Sony de nivel, desde Spider-Man hasta Miles Morales o God of War, pero que no es suficiente para el trabajo de Iron Galaxy. Destacar que ya hablamos de un PC netamente superior a las especificaciones recomendadas...

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Tras la instalaci¨®n de m¨¢s de 75 gigas, el juego arranca con una advertencia: espera que se carguen los shaders. Abajo a la derecha ves un porcentaje que avanza lentamente, y que esperas que haga un subid¨®n repentino. Para nada. En nuestro caso estuvimos m¨¢s de 45 minutos esperando que cargasen dichos sombreados, pero pacientemente esperamos porque ya le¨ªmos que sin eso, mejor ni probar el juego. As¨ª que dicho y hecho. Tras dicha penitencia -ser¨¢ cosa de Semana Santa-, pudimos arrancar el t¨ªtulo. Pero lo peor estaba por venir.

La falta de optimizaci¨®n hace que tengas una primera sorpresa a la hora de mirar la configuraci¨®n. El juego te alerta que su consumo de VRAM es tan exagerado que primero nos recomendaba trastear para jugarlo a duras penas en alto, aunque en otras partidas directamente ni en medio est¨¢bamos a salvo del uso que necesitaba el juego. Empezamos toqueteando en alto para poder disfrutar del juego. Y sus contratiempos.

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Durante los primeros compases ya ves que alguna cosa no est¨¢ funcionando del todo bien. Vemos algunas texturas que no est¨¢n a la calidad esperada, que tardan en cargar o directamente no lo hacen. El cabello de los protagonistas iniciales, como el propio Joel o su hija, tiene un detalle lamentable, claramente como si algo no estuviera haciendo su trabajo. Y eso se ve tambi¨¦n en las cinem¨¢ticas, en acabados como las cejas (de eso ya se han visto muchos memes) y otros contratiempos. El colof¨®n se lo lleva cuando sufrimos el primer crasheo antes de la primera hora de juego. Al arrancar de nuevo, se nos pide entrar en modo seguro, y eso hacemos. El resultado es que a Joel el pelo se le vuelve totalmente blanco, como si estuvi¨¦ramos diez a?os adelante en el tiempo, las texturas siguen estando lejos del nivel deseado y sufrimos algunos problemas de framerate y de stuttering.

Podr¨ªamos decir que el problema es que hemos sido avariciosos y que no tenemos m¨¢quina para jugar entre Medio y Alto, as¨ª que pasamos a la configuraci¨®n media, donde el apartado gr¨¢fico se resiente de manera notable. Pero los errores siguen presentes. Adem¨¢s de los problemas visuales evidentes que hemos comentado, el framerate sigue sufriendo en cambios de localizaciones (cuando sales de una zona cerrada a una m¨¢s abierta) y los crasheos van apareciendo. A la media hora, otro. A los 40 minutos, el tercero. Y as¨ª sucesivamente, todo con reinicios en los que iniciar el juego supone una pantalla de carga de m¨¢s de un minuto y el rendimiento se va alterando de forma aleatoria: a veces vemos a Joel bien definido y acorde a como se cre¨® en el remake y en otras, totalmente desfigurado.

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El juego tiene una cantidad ingente de par¨¢metros que se pueden toquetear: ajustes geom¨¦tricos, texturas, iluminaci¨®n, reflejos, sombreados, efectos posteriores¡­ Muy completo, pero sin utilidad. Por mucho que toquemos, que rebajemos detalles, acabamos en la misma situaci¨®n: crasheo y vuelta a empezar. Si probamos la configuraci¨®n optimizada desde GeForce Experience, no tardaremos ni 10¡ä en sufrir un cuelgue a pesar de buscar mejor rendimiento con tecnolog¨ªa DLSS. Ha sido tormentoso, porque no se puede disfrutar de forma normal de una sesi¨®n de juego, con el a?adido de algunos problemas de sincronizaci¨®n vertical cuando decid¨ªamos probar en ¡°modo seguro¡± tras el en¨¦simo reinicio. Si esto pasa con esta m¨¢quina, ?qu¨¦ debe pasar con cualquier otra de la misma gama hacia abajo?

The Last of Us en PC, Parte 2: con una bestia que domine el juego por aplastamiento

Solo hemos podido jugar sin problemas graves a The Last of Us Parte 1 con una bestia parda que simplemente, por aplastamiento, puede dominar la falta grave de optimizaci¨®n de la que hace gala el juego. Con un port¨¢til Razer Blade 18 que calza una RTX 4090 de 16 Gigas GDDR6 VRAM, un intel core de 13 generaci¨®n i9-13980 y 64 Gigas de RAM DDR5, entonces s¨ª: el juego para PC se luce y se muestra imponente (solo faltar¨ªa). Todo en Ultra, con el uso de VRAM en el 82% y con un nivel de detalle impresionante. No hay nada que no parezca de cine. Escenarios, personajes, animaciones, iluminaci¨®n, sombras, reflejos en tiempo real, una calidad de profundidad de campo sorprendente¡­

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Seg¨²n las estad¨ªsticas de Steam, menos del 0,2% tiene una 4090 y menos del 1% juega con la serie 40 de Nvidia, sin contar los otros componentes de esta bestia parda. As¨ª que es evidente que el problema lo tiene el juego y su alarmante falta de optimizaci¨®n. En este estado hemos podido jugar m¨¢s de tres horas sin interrupciones y sin ning¨²n crasheo, pero eso no quiere decir que hayamos estado exentos de problemas.

Por ejemplo, cuando probamos la zona en la que Joel y Ellie dejan atr¨¢s a Tess, en ese enorme ayuntamiento repleto de luces que entran por los ventanales y reflejos por todos lados, el framerate (desbloqueado) se tambalea y empieza a notarse alg¨²n problema de rendimiento. Pasa tambi¨¦n a continuaci¨®n, en las zonas m¨¢s abiertas en las que jugamos acto seguido y donde la tasa de framerate no se comporta de forma uniforme como en espacios m¨¢s cerrados. Hemos sufrido tambi¨¦n stuttering en ciertos momentos, sin ser algo muy molesto pero visible claramente y que demuestra que el port¨¢til que nos ha permitido disfrutar de la calidad gr¨¢fica de The Last of Us Parte 1 en PC lo consigue por fuerza bruta pura y dura, no por el buen hacer de la desarrolladora del port.

The Last of Us en PC, Parte 3: Steam Deck, ni lo intentes

Antes de la salida del juego le¨ªmos noticias que daban validez a un rumor -no en MeriStation- que el juego pod¨ªa llegar verificado de salida para Steam Deck. Nada m¨¢s lejos de la realidad. No solo no est¨¢ verificado, sino que el t¨ªtulo no se puede jugar en la plataforma port¨¢til de Valve porque sufre de crasheos y un rendimiento lamentable, algo totalmente obvio si tenemos en cuenta que con m¨¢quinas much¨ªsimo m¨¢s potentes, el t¨ªtulo no est¨¢ a la altura. Algunos dir¨¢n que es normal, que el juego es muy exigente. Seguramente, pero hemos visto adaptaciones muy buenas a Deck, desde los propios ports de Sony de otros juegos a nombres como Cyberpunk 2077. No pedimos jugarlo en las mismas condiciones, pero s¨ª en algunas que sean aptas. Cosa imposible ahora mismo.

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The Last of Us en PC, parte 4: un juego imprescindible con una versi¨®n indigna

Detr¨¢s de todos estos problemas de optimizaci¨®n est¨¢ un remake de un juego que hizo historia en 2013 como el mejor t¨ªtulo de PS3. Una aventura posapocal¨ªptica con mec¨¢nicas de sigilo, una narrativa muy poderosa y ciertos elementos de supervivencia que nos dejaron boquiabiertos. Este remake era la puerta de entrada perfecta de la saga a PC, porque tra¨ªa consigo las mejoras de PS5 con un apartado visual impresionante, algunas mejoras de IA y la misma impactante historia que conocimos hace diez a?os.

Un t¨ªtulo que tiene un enorme potencial y que es un grand¨ªsimo juego, al que es verdad que algunas mec¨¢nicas le pesan los a?os si lo comparamos jugablemente con Parte 2, pero que era un caramelo para el usuario de PC que no lo conociera. Y podemos decir que si arreglan a base de parches el juego, ser¨¢ un grand¨ªsimo t¨ªtulo (porque la base lo es), pero la historia reciente de juegos con problemas nos ha demostrado que no podemos valorar lo que ¡°ser¨¢¡±, si no lo que es actualmente. Y es, por encima de todo, un lunar que no deber¨ªa haberse permitido.