Hi-Fi, an¨¢lisis. El juego que no sab¨ªas que necesitabas

Los focos estaban en Forza Motorsport y en Redfall, pero el Xbox Developer Direct ten¨ªa un as bajo la manga que agit¨® el evento y las redes: Hi-Fi Rush. Un hack and slash y aventura en tercera persona de Tango Gameworks, los padres de Evil Within y Ghostwire Tokyo. Un juego fresco, divertido y desenfadado que nos hizo esbozar una sonrisa con tan solo verlo. Su lanzamiento inmediato en Game Pass y a precio reducido (30 euros) fueron la guinda para una propuesta con la que no hemos dejado de sonre¨ªr hasta terminarlo. La primera gran sorpresa del a?o.

Terminamos el 2022 con dudas respecto al elenco de juegos de Xbox para el pr¨®ximo curso. tras 12 meses escasos a nivel de exclusividades y una nula presencia en los The Game Awards, se nos prometi¨® -otra vez- que 2023 iba a ser el bueno. Y sab¨ªamos que hab¨ªa nombres en el tintero que deb¨ªan tirar del carro (como Starfield), pero est¨¢bamos expectantes por si quedaban sorpresas por desvelar. La primera, en la frente. El anuncio de Hi-Fi Rush ha sido no solo un agradable descubrimiento por la calidad del t¨ªtulo, sino tambi¨¦n por la manera en la que nos ha llegado. De forma sorpresiva, sin filtraciones, sin esperarlo y generando una explosi¨®n de inter¨¦s inmediato que pocas veces se consigue con los anuncios. Todo ha salido rodado para que de la nada, una nueva IP captara la atenci¨®n de prensa y p¨²blico.

El t¨ªtulo protagonizado por Chai, un joven que quiere ser una estrella del Rock, impacta primero de todo por su estilo audiovisual, que rompe con el tono m¨¢s serio y oscuro de las aventuras de gran presupuesto actuales y que se atreve con un apartado de dibujos animados con mucho de c¨®mic de por medio. Las referencias est¨¢n claras. Desde Sunset Overdrive hasta Jet Set Radio. Nombres coloridos, din¨¢micos y que recuerdan otra manera de hacer las cosas no solo en el fondo, tambi¨¦n en la forma.

Los sue?os de juventud como historia

Hay un jefe final al que te enfrentas en medio de un concierto multitudinario, encima del escenario. Viene a ser el colof¨®n de Chai: centro de atenci¨®n donde siempre ha querido estar, aunque su enemigo lo desprecia por no ser nadie. Es una puesta en escena que recuerda, y ah¨ª va otro referente, a Viewtiful Joe en su combate con Alastor. En el juego de Clover Studios, es un momento cumbre porque Joe descubre el nombre de superh¨¦roe que llevar¨¢ y que hasta entonces no ten¨ªa; en Hi-Fi Rush, Chai alcanza el reconocimiento so?ado encima de un escenario. Porque en el cine uno y en la m¨²sica el otro, los protagonistas de ambos juegos son j¨®venes, ambiciosos pero sobre todo, flipados. Y esa normalidad, esas ilusiones y ese humor que retrata a h¨¦roes que no deber¨ªan serlo, acompa?a muy bien al desarrollo de Hi-Fi Rush.

Chai es un chaval que se apunta a una academia para ser estrella de la m¨²sica, pero en su revisi¨®n algo va mal y le enchufan su pod con m¨²sica en el pecho, haciendo que todo vaya al ritmo de los beats. Los robots de la organizaci¨®n quieren acabar con ¨¦l por ser defectuoso, y ¨¦ste, mientras salva el pellejo, descubrir¨¢ que detr¨¢s de todo hay enemigos y malas ideas que es necesario erradicar. Tanto ¨¦l como los aliados que va conociendo, as¨ª como los jefes finales, est¨¢n bien construidos, aportan variedad a la trama y acompa?an bien en di¨¢logos. Todo es fresco, juvenil y desenfadado. Ideal para pegar golpes, saltar y explorar, que de eso se trata el juego en el fondo.

Hack and Slash al ritmo de la m¨²sica

Son muchos los juegos que buscan una comuni¨®n perfecta entre m¨²sica y acci¨®n. No hace falta irse a Guitar Hero para encontrar esto, y en propuestas como Cadence of Hyrule, Metal: Hellsinger o Rayman Legends hay ejemplos perfectos. Hi-Fi Rush va un poco m¨¢s all¨¢, porque aqu¨ª se nos ofrece un sistema de combos cl¨¢sico del hack and slash en el que debemos golpear al comp¨¢s para conseguir mejor puntuaci¨®n. La gracia del t¨ªtulo es que todo se integra al ritmo de la m¨²sica: los golpes de los enemigos, pero tambi¨¦n nuestro movimiento de esquiva o, cuando lo conseguimos, el bloqueo perfecto.

Golpe, golpe, golpe, esquivo, golpe, golpe, bloqueo perfecto. Todo esto est¨¢ en otros juegos, pero aqu¨ª se nos exige un tempo concreto para que la puntuaci¨®n fluya y el da?o aumente. A medida que vamos avanzando, aprendemos a controlar los combos (ataque flojo y ataque fuerte, como marcan los c¨¢nones), a levantar a los enemigos y seguir en el aire o a irnos enganchando de un robot a otro con el gancho que tambi¨¦n recibiremos al poco de empezar. Como hack and slash, hace cosas que ya conocemos, pero le a?ade el ritmo y eso es diferencial.

La variedad de enemigos tambi¨¦n juega un papel importante. desde los que vuelan hasta los rasos, todos tienen sus patrones y sus ritmos que debemos aprender para saber cuando bloquear (un sonido nos avisa, siempre al comp¨¢s, del momento en el que recibiremos un ataque). Algunos llevan un escudo protector, otros una capa extra de defensa y otros, elementos de fuego. Para hacerle frente, tendremos la asistencia de hasta tres compa?eros que podr¨¢n disparar rayos, golpear con fuerza o lanzar una ventisca para acabar con estos extras de los rivales.

Como es habitual, la gracia de estos juegos es combinar enemigos que nos obliguen a combinar habilidades, as¨ª que estaremos golpeando rivales, lanzando asistencias hacia otros para dejarlos vulnerables y todo, mientras seguimos al ritmo para tener la mejor puntuaci¨®n. La presencia de jefes intermedios, zonas donde hay elementos del escenario que van a nuestra contra (como suelos que electrocutan) y los ataques definitivos (R3+L3) para acabar con varios enemigos a la vez hacen el resto.

El sistema de combate es completo y muy bien medido, ya que a la variedad de ataques, tanto el bloqueo como la esquiva juegan un papel clave. Podremos comprar nuevos combos y habilidades especiales que podremos lanzar si hacemos una combinaci¨®n perfecta, lo que nos permitir¨¢ hacer un golpe finalizador con uno de los aliados, as¨ª como mejorar de forma pasiva nuestras prestaciones con unos chips. Lo normal es que acabes con una puntuaci¨®n C o B la mayoria de 12 cap¨ªtulos que tiene el juego. Lo normal, tambi¨¦n, es que acto seguido empieces de nuevo para tener m¨ªnimo una A, porque de eso se trata en los hack and slash y m¨¢s con el ritmo como elemento diferencial. Al final, sale solo y eso es lo mejor que se puede decir de una idea as¨ª.

Jefes finales de altura

Los jefes finales tienen personalidad, son protagonistas a lo largo de los cap¨ªtulos donde nos los encontraremos y ofrecen combates variados, con distintas fases y patrones que toca aprender. Adem¨¢s, muchos son combates gigantescos contra bestias rob¨®ticas enormes. Sea eso o sea algo m¨¢s cl¨¢sico uno contra uno, es el momento de desplegar todo lo aprendido. Tanto ellos como algunos jefes intermedios tienen momentos de quick time events, bastante presentes, para acabar de machacarlos. Desde pulsar botones en el momento justo con acciones a lo Guitar Hero hasta secuencias m¨¢s tradicionales con mucho bot¨®n en pantalla.

Seguramente es algo de lo que se abusa un poco a lo largo de la aventura. Dentro del combate, los QTE son muy contextuales y vinculados al ritmo de la m¨²sica. Est¨¢n bien planteados y encajados. Pero m¨¢s all¨¢, tendremos peque?os gimmicks que se van repitiendo constantemente en los que los quick time events tienen mucha presencia con el uso de los aliados. Para abrir cofres, para activar m¨¢quinas de electricidad, para romper paredes¡­ En algunas ocasiones se rompe el ritmo m¨¢s de lo deseado, aunque es posiblemente un detalle menor.

El juego equilibra los combates con zonas de plataformeo, alg¨²n peque?o puzle y exploraci¨®n. Es un t¨ªtulo de avance lineal pero con diversos elementos pensados para desviarse y conseguir m¨¢s recursos, algunos extras y coleccionables y encontrar zonas que solo son accesibles en rejugadas, ya que nos faltar¨¢n habilidades en un primer momento. Todo esto funciona bien, con variedad de acciones a realizar para avanzar entre las plataformas y algunos rompecabezas sencillos que aportan variedad, m¨¢s de la que tiene un hack and slash de corte m¨¢s puro.

Lo que s¨ª consigue Hi-Fi Rush es que, a pesar de no ser revolucionario en el plataformeo, siempre est¨¢s haciendo algo. Saltando de un lado a otro, activando plataformas m¨®viles, usando el dash para llegar al final del recorrido o superando zonas sobre ra¨ªles a toda velocidad. Hay muchas acciones sencillas que se van intercalando y que hacen ameno el paso entre combates. Y todas, claro est¨¢, con el ritmo como algo constante y presente en todo lo que hacemos.

Lo peor de estos momentos es que el t¨ªtulo te penaliza muy poco: caer o fallar en una secuencia apenas tiene consecuencias, algo que sucede tambi¨¦n en combates con jefes, con puntos de control a cada fase para no repetir enfrentamientos de cero.

T¨®cala otra vez, Chai

La estructura del juego es la cl¨¢sica que podemos ver en un Bayonetta, donde all¨ª son vers¨ªculos aqu¨ª son estribillos. Oleadas de enemigos que terminamos con una puntuaci¨®n, y as¨ª vamos sumando a lo largo de 12 cap¨ªtulos (unas diez horas) para terminarlo. Pero luego viene mucho m¨¢s. Lo primero, es que hay varias dificultades para rejugarlo con todas las habilidades, algo muy satisfactorio (muchas se consiguen bien avanzada la aventura).

Luego est¨¢ el nivel As del ritmo, que directamente si fallas el comp¨¢s, mueres. Y m¨¢s all¨¢ del vicio de querer mejorar y superar nuevos desaf¨ªos, tenemos varios lugares para explorar que no estaban habilitados de inicio, lo que invita a rejugarse. Es verdad que echamos en falta poder escoger directamente los estribillos a rejugar y no los cap¨ªtulos enteros,, porque algunos son m¨¢s largos de la cuenta (entre 50 minutos y una hora) y eso, para quienes quieran ir a mejorar la puntuaci¨®n concreta de un apartado o desbloquear una puerta que est¨¢ en cierto punto avanzado de la fase,, puede pesar en contra.

Si le sumamos una torre de pruebas muy desafiante, donde el tiempo es limitado y ganamos segundos a cada comp¨¢s perfecto, tenemos un juego que invita a volver a ¨¦l por varios motivos. Es verdad que seguramente alg¨²n tipo de arma m¨¢s habria aportado la variedad de otros hack and slash, pero tambi¨¦n que Hi-Fi Rush busca atraparte jugablemente por otros motivos, y que lo consigue.

Un espect¨¢culo visual

Hi-Fi Rush es muy bonito, pero sobre todo es espectacular en movimiento, donde el cel-shading se funde con unas animaciones maravillosas, todo en medio de un mundo colorido y radiante: es muy vistoso y el mundo est¨¢ vivo, porque todo tipo de elementos van movi¨¦ndose al ritmo de la m¨²sica, siendo esto un doble triunfo: el ritmo que aporta a nivel audiovisual y, de paso, sirve para que podamos seguir el ritmo cuando luchamos y realicemos combos.

Es un t¨ªtulo que juega bien sus cartas usando elementos sacados del c¨®mic (como algunas vi?etas cuando toca hablar de la misi¨®n en curso y las onomatopeyas), y las escenas de v¨ªdeo mantienen el nivel, gracias tambi¨¦n a la expresividad de los personajes y su puesta en escena, muy bien recreada. Todo ello, claro est¨¢, con la m¨²sica como elemento diferencial. El rock manda, y algunos temas seguro que os sonar¨¢n, pero hay espacio para alg¨²n que otro g¨¦nero y en general, sientes que hay una fusi¨®n casi perfecta entre gameplay y sonido que te atrapa desde un primer momento. Por no hablar del m¨¢s que buen doblaje al castellano en todos los personajes. Un aut¨¦ntico regalo.

Nota: 9