Dordogne
- PlataformaNSW7.5PCPS4XBOPS5XBS
- G¨¦neroAventura
- DesarrolladorUmanimation
- Lanzamiento13/06/2023
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorFocus Entertainment
Review
An¨¢lisis de Dordogne, el mejor verano de la infancia se imprime en acuarela
Juego peque?o, c¨¢lido, sencillo y cercano, el t¨ªtulo de Focus Entertainment es perfecto para disfrutarlo en familia, de los m¨¢s peque?os a los m¨¢s mayores
En internet podemos leer que Dordo?a es una regi¨®n del suroeste de Francia en la que abundan cuevas con pinturas rupestres y villas de pasado medieval. La zona tambi¨¦n es famosa por su gastronom¨ªa, ya que sus habitantes viven volcados en la agricultura y la ganader¨ªa. Para redondear tan id¨ªlica postal, son muy comunes los descensos en canoa por sus r¨ªos anchos y de mansas aguas.
Dordo?a tambi¨¦n es un videojuego que refleja con mimo todo lo apuntado. Cuando se habla de su estilo tranquilo, de lo placentero que es jugar a este t¨ªtulo desarrollado por Un je ne sais quoi y Umanimation, una pregunta recurrente puede ser: ¡°Pero en el juego, ?qu¨¦ haces?¡± Y es que estamos acostumbrados a la acci¨®n desenfrenada, por un lado, y a la acci¨®n con sentido, por otro. Esto es, en los videojuegos, por lo general, realizamos acciones en un entorno que nos exige rapidez, reflejos, pensamiento lateral, decisiones complejas, resoluci¨®n de problemas y situaciones peliagudas... y todo enfocado al fin que es pasar de pantalla, vencer al enemigo, doblegar al contrincante y mil variantes m¨¢s.
El duermevela de lo cotidiano
Dordogne, por el contrario, se sustenta sobre acciones cotidianas, esas tan sencillas y habituales que no recuerdas al poco de realizarlas. Por eso no sabes qu¨¦ responder exactamente cuando te preguntan que qu¨¦ haces en el juego. No lo recuerdas de la misma manera que no sabes qu¨¦ comiste al mediod¨ªa o qu¨¦ estabas haciendo a las cinco de la tarde.
Dordogne se mueve en ese duermevela, el lugar donde untas con mermelada una rebanada de pan, unos cereales caen fuera del taz¨®n, vas a la plaza del pueblo con tu lista de la compra, abres una ventana para que la luz entre a raudales en el sal¨®n de casa o dibujas monigotes en un cuaderno mientras est¨¢s tirado c¨®modamente en el suelo.
La bruma de los errores pasados
La protagonista llega en coche a una casa familiar ubicada en la Dordo?a francesa. Su ¨²nico habitante en las ¨²ltimas d¨¦cadas, su abuela, ha fallecido, y toca reunirse con el pasado como tr¨¢mite para empaquetarlo todo y seguir adelante con la vida. La premisa recuerda al tebeo La casa, de Paco Roca. En aquellas p¨¢ginas eran varios hermanos los que se reun¨ªan para dilucidar qu¨¦ hacer con ese vestigio del pasado, aflorando por el camino diferentes intereses y rencillas varias enterradas durante demasiado tiempo.
Tenemos esos elementos en Dordogne. La abuela, por diversos motivos, se encontraba enemistada con el padre de nuestra protagonista, que a su vez no recuerda nada de aquel verano que pas¨®, cuando era ni?a, en aquella casa. As¨ª, no hay disonancia con lo narrado. Somos Mimi y vamos redescubriendo junto a ella aquellos d¨ªas que, contra todo pron¨®stico, resultaron muy felices. En medio, cartas de unos y otros que nos muestran a nuestra abuela como una ciudadana muy apreciada por la comunidad, a la vez que poco a poco se van revelando el porqu¨¦ los desencuentros familiares.
La gran belleza
El lugar se dibuja y colorea con las acuarelas imaginadas por C¨¦dric Babouche, director art¨ªstico y, a la postre, responsable principal de Dordogne. Mientras, vamos movi¨¦ndonos por esas habitaciones que ya acumulan el polvo de la ausencia. Todo se recrea en estos primeros compases con tonos rojizos, apagados, perezosos, reticentes a brillar en su crep¨²sculo... Y entonces aparece la magia, a trav¨¦s de una palabra que es una sensaci¨®n, de un gesto enterrado en el olvido, de un rinc¨®n olvidado en el entierro, que arroja luz sobre la taciturna memoria.
El color se despliega en ese momento con toda su fuerza. La luz de la campi?a hace vibrar el verde de las frondosas copas de los ¨¢rboles, el azul del cielo salpimentado de revoltosas nubes, lo cristalino de los apacibles r¨ªos. Y ah¨ª est¨¢ Mimi, de nuevo, o mejor dicho, por primera vez, pero ni?a ahora, con su gr¨¢cil vestidito, sus piernas flacuchas y un enorme sombrero. Es verano y est¨¢ enfadada. Su padre la acaba de dejar al cuidado de su abuela en aquella casa alejada del mundo, de su mundo, en unas vacaciones que ya no pasar¨¢ en Par¨ªs junto a sus amigos. ?Qu¨¦ aburrimiento me espera y qu¨¦ injusta es la vida! Piensa mientras ve el Citro?n dos caballos de su padre alejarse, a la vez que su abuela la llama desde la entrada de la casa.
Los algodonosos veranos de la infancia
El verano trascurre pl¨¢cido en Dordo?a entre el huerto, el mercado del pueblo, fotos al puentecito sobre el r¨ªo y tardes de picnic. Mimi encuentra un amigo con el que condimentar el misterio de cada d¨ªa. Leyendas que asustar¨ªan al h¨¦roe de los cuentos y un refugio infantil escondido de la mirada adulta. El tono europeo del relato de repente se da la mano con los Estados Unidos de finales del siglo XIX, y es a trav¨¦s de un tono cercano a las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Fin. Estamos convencidos de que el l¨²cido y avispado Mark Twain dar¨ªa su aprobaci¨®n a semejante hermandad.
Hay otra referencia literaria que traemos a colaci¨®n por una ausencia, en este caso musical. El personal¨ªsimo d¨²o Supernaive, que pone la m¨²sica alejado de su habitual y oscuro estilo, no acaba de casar con el tono nost¨¢lgico del relato. Aunque cualquiera querr¨ªa tener en su colecci¨®n la edici¨®n en doble vinilo blanco y negro de la banda sonora, hubi¨¦ramos preferido algo que se inspirara, aunque fuera ¨²nicamente en los fragmentos del pasado, en la partitura del enorme Elmer Bernstein para la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Matar un ruise?or.
La novela de Harper Lee nos hace a?orar en la pantalla tiempos no vividos desde su mismo arranque, algo que no encontramos en las notas musicales que adornan motivos parecidos en Dordogne. En el v¨ªdeo que ponemos a continuaci¨®n con los t¨ªtulos de cr¨¦dito iniciales de la pel¨ªcula, podemos ver adem¨¢s una caja repleta de tesoros infantiles, algo que en Dordogne se manifiesta en forma de diario.
Por ¨²ltimo tenemos algo que ser¨¢ enormemente celebrado por nuestras tierras. Resulta curioso, en contraposici¨®n a lo comentado, el cuidado en el resto del sonido para una obra indie, peque?a como esta, que tiene como colof¨®n un doblaje al espa?ol a la altura de lo que se cuenta.
Conclusi¨®n
Dordogne es un juego sin atisbo de reto o dificultad, para disfrutar con la tranquilidad que dan las tardes de verano o los recuerdos casi olvidados de la infancia. Su direcci¨®n art¨ªstica, basada en los dibujos a acuarela, es puro mimo, y tanto el personaje principal como los secundarios pasar¨¢n, casi sin darnos cuenta, a tener un hueco en nuestros corazoncitos. Disfrutable m¨¢s por el p¨²blico casual o el veterano que ya est¨¦ de vuelta del combate continuo que es el mundo de los videojuegos, Dordogne es un t¨ªtulo peque?o, sensible, delicado, con el que deleitarnos a peque?os sorbos. Es tambi¨¦n perfecto para mostrarlo tanto a los m¨¢s peque?os del hogar como a los que pintan brillantes canas plateadas. Los primeros adorar¨¢n los colores y a su peque?a protagonista, los segundos ver¨¢n reflejadas en ella los inicios de toda una vida.
Lo mejor
- Su delicioso estilo art¨ªstico de dibujos a acuarela.
- Localizaci¨®n total con un doblaje de altura a nuestro idioma.
- Plenamente disfrutable por p¨²blico ajeno a los videojuegos.
Lo peor
- Desaprovecha la pantalla t¨¢ctil que, por el tipo de juego, encajar¨ªa tan bien.
- Tampoco han pensado en los usuarios de port¨¢til con respecto al tama?o de los textos.
- La m¨²sica no acaba de encajar con su enfoque nost¨¢lgico.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.