Diablo IV
- PlataformaPS49XBO9PS59XBS9PC9
- G¨¦neroAcci¨®n, RPG
- DesarrolladorBlizzard Entertainment
- Lanzamiento06/06/2023
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorBlizzard Entertainment
An¨¢lisis
Diablo 4, an¨¢lisis final con nota. El infierno aguarda
Analizamos de forma definitiva Diablo 4, un t¨ªtulo que apunta a ser de los grandes del a?o y que supone el retorno de Blizzard al lugar del que nunca debi¨® salir: el de la excelencia.
Estamos viviendo tiempos en los que Activision necesita buenas noticias, y parece que esas buenas noticias ya han llegado, y tal vez hayan incluso superado nuestras expectativas. Durante los ¨²ltimos d¨ªas, hemos estado inmersos en el an¨¢lisis de Diablo IV, ahora s¨ª ya con la versi¨®n final y con todas sus caracter¨ªsticas disponibles y salimos francamente encantados. Este entusiasmo es el mejor elogio que se puede hacer a cualquier producto de entretenimiento, especialmente a una saga tan emblem¨¢tica como Diablo.
Blizzard, de manera inexplicable, de alguna manera descuid¨® demasiado pronto esta franquicia, pero esperamos que Diablo IV, la cuarta entrega numerada, reciba el apoyo continuado en el tiempo que merece y m¨¢s despu¨¦s de ver el estupendo producto que tenemos entre manos.
Maestros del refinado
Uno de los comentarios m¨¢s frecuentes sobre la antigua Blizzard es que nunca inventaban nada, pero siempre presentaban productos bien elaborados y refinaban la experiencia de juego del t¨ªtulo que ¡°imitaban¡±. No crearon el MMO, pero World of Warcraft fue durante muchos a?os la referencia absoluta en este g¨¦nero; no crearon la estrategia en tiempo real, pero Starcraft se considera uno de los pilares de los deportes electr¨®nicos. Sin duda, no inventaron el juego de acci¨®n y rol, pero nadie duda de la popularidad de Diablo, que se ha convertido en el adjetivo que define el g¨¦nero. Desde su lanzamiento en 1996, Blizzard ha aportado su granito de arena al ARPG: la segunda entrega en 2000, la tercera en 2012 y ahora, a mediados de 2023, la ¨²ltima entrega. Todo indica que Diablo IV es la apuesta de Blizzard para esta d¨¦cada, el juego con el que pretende volver a posicionarse como el rey indiscutible del sector. Decimos ¡°volver¡± porque el panorama actual es muy diferente al de hace unos a?os; ahora hay otras propuestas s¨®lidas en el mercado, tanto de pago como gratuitas, que podr¨ªan opacar a Diablo IV si no ofrece un producto premium desde el primer d¨ªa.
El Diablo sin Diablo
Una de las primeras cosas que m¨¢s llama la atenci¨®n del juego es precisamente la ausencia del Se?or del Terror en un juego que lleva su nombre. Pero a cambio, por fin, tenemos tal vez el mejor ¡°villano¡± de la saga. La dupla antagonista comandada por Lilith y su deseo de proteger el mundo de Santuario a su manera es el veh¨ªculo conductor que la historia necesita; es la entrega donde el argumento tiene m¨¢s peso, con mayor cantidad de di¨¢logos principales y secundarios que expanden su legado y con un sinf¨ªn de referencias a los t¨ªtulos anteriores como detalles de continuidad. Diablo como tal regresar¨¢, eso no nos cabe duda, pero no se le ha echado de menos en absoluto. Cierto que su naturaleza de mundo abierto y su mont¨®n de secundarias - muchas de ellas sin ning¨²n peso - puede alterar el ritmo del gui¨®n pero empieza fuerte y sus ¨²ltimos dos actos son fren¨¦ticos en todos los sentidos.
La presentaci¨®n de Diablo IV es sencillamente impresionante. Desde el momento en que lo iniciamos, nos damos cuenta de la magnitud del evento en el que vamos a participar, y al mismo tiempo establece el tono de la aventura que nos espera: Diablo IV es mucho m¨¢s oscuro que su predecesor, m¨¢s turbio y perturbador, lo cual transmite de manera m¨¢s efectiva la decadencia de Santuario, ese mundo a caballo entre el cielo y el inframundo. El argumento se sit¨²a treinta a?os despu¨¦s de los eventos de Diablo 3, y el protagonista despierta en esa tierra hostil donde los humanos luchan simplemente por sobrevivir, siendo testigos involuntarios de una guerra en la que son meros peones de fuerzas mucho mayores que ellos. Nosotros somos otro pe¨®n en este juego, pero el juego intenta y consigue involucrarnos mucho m¨¢s en la trama que lo que hicieron sus predecesores.
Impecable t¨¦cnicamente
Sin importar si es un p¨¢ramo helado, la ci¨¦naga, el desierto o una siniestra mazmorra, Diablo IV luce espectacular. Se mueve espectacular. Da igual si es de d¨ªa o de noche, si llueve o hace sol, todo tiene un aspecto magn¨ªfico y jugablemente es una delicia tanto con teclado y rat¨®n como con mando. La sensaci¨®n para los veteranos es que el t¨ªtulo es mucho m¨¢s grande que sus predecesores y eso provoca que haya montones de lugares por descubrir recreados con un alto nivel de detalle; e incluso as¨ª y con montones de efectos simult¨¢neamente ocurriendo en pantalla, rara vez el juego se resiente por ello. Miedo hab¨ªa cuando junt¨¢bamos un nigromante con sus numerosas mascotas y una hechicera lanzando conjuros sin parar, pero en nuestra experiencia el juego se mantuvo perfectamente estable. Menci¨®n aparte es que est¨¢ doblado por completo al espa?ol, con dos equipos diferentes para las versiones del castellano de Espa?a y otra independiente para la versi¨®n LATAM. Un detalle m¨¢s que ejemplifica los valores de producci¨®n que incorpora el juego.
Viejos conocidos y amplias posibilidades
En Diablo IV nos encontramos con cinco avatares reconocibles para los veteranos de la franquicia: el b¨¢rbaro, el p¨ªcaro, la hechicera, el druida y el nigromante. Cada uno de ellos es personalizable a nivel est¨¦tico, permitiendo una amplia variedad de opciones cosm¨¦ticas, pero sin perder la esencia de su clase. Adem¨¢s, cada personaje cuenta con su propio ¨¢rbol de habilidades, del cual podemos elegir equipar seis habilidades de manera simult¨¢nea para acompa?arnos en nuestra traves¨ªa, pudiendo modificarlas seg¨²n las necesidades de cada encuentro. Este sistema requiere cierto criterio y organizaci¨®n, pero es lo suficientemente flexible como para adaptarse a nuestras preferencias y es el factor diferencial que determinar¨¢ nuestra manera de jugar con esa clase en concreto.
La elecci¨®n y manejo de cada personaje tiene un gran impacto en la experiencia de juego en Diablo IV. Incluso dentro de una misma clase, como el nigromante, el enfoque en diferentes habilidades puede cambiar radicalmente la jugabilidad. Dependiendo de nuestra ¡°build¡±, algunos encuentros pueden resultar extremadamente desafiantes, lo cual es positivo, ya que la progresi¨®n de nuestro personaje no se basa ¨²nicamente en equipar la habilidad m¨¢s poderosa y avanzar sin obst¨¢culos. El juego premia la configuraci¨®n consciente de nuestro ¨¢rbol de habilidades y la b¨²squeda de sinergias que se adapten a nuestro estilo y a las demandas de cada combate. Por ejemplo, un p¨ªcaro puede especializarse en combate cuerpo a cuerpo o a distancia, con da?o sostenido o estilo asesino, y estas decisiones afectar¨¢n no solo a nuestra forma de jugar, sino tambi¨¦n a nuestra capacidad de enfrentar enemigos con menor riesgo de morir.
Tu manera de jugar, tu juego
Diablo utiliza un sistema inteligente que combina la generaci¨®n y el uso de recursos. Un ataque d¨¦bil puede aumentar nuestro ¡°man¨¢¡± (por as¨ª decirlo), mientras que los ataques m¨¢s poderosos lo consumen. Hay habilidades de escape, potenciadores y debilitantes, y hechizos con tiempos de enfriamiento que solo se pueden usar cada cierto tiempo. Esta f¨®rmula se comprende r¨¢pidamente y ofrece espacio para la reflexi¨®n estrat¨¦gica. ?Es mejor aumentar la cantidad de man¨¢ o hacer que se regenere m¨¢s r¨¢pido? ?Deber¨ªamos reducir el consumo de man¨¢ de nuestras habilidades o gastarlo todo de una vez para infligir un ataque m¨¢s letal? A medida que subimos de nivel, se agregan capas adicionales a estas decisiones, brindando a¨²n m¨¢s oportunidades para optimizar nuestras habilidades. Diablo IV no es inherentemente dif¨ªcil, ya que puede disfrutarse como un hack ¡®n slash tradicional, pero si buscamos exprimir al m¨¢ximo su potencial, encontraremos un amplio espacio para hacerlo.
Como era de esperar en un hack and slash, los enemigos caer¨¢n derrotados a cientos o millares. A veces llegan en menor n¨²mero pero disponen de ataques letales o en ocasiones aparecer¨¢n en hordas de muchos enemigos m¨¢s d¨¦biles, pero siempre los encuentros est¨¢n pensados para mantener al jugador atento cont¨ªnuamente. A medida que progresamos de nivel - y el propio nivel de los monstruos escala al nuestro - o subamos la dificultad, cada vez los monstruos poseen mayores resistencias o mejores combinaciones de habilidades, algunas de ellas muy inc¨®modas de gestionar seg¨²n nuestra clase y c¨®mo la hayamos construido. Esto es especialmente cierto en los combates contra los jefes, que suelen ser encuentros con m¨²ltiples fases y con los que tendremos que gestionar bien las esquivas y el uso de pociones. La inteligencia artificial no pasar¨¢ el test de Turing, quede claro, pero cumple su funci¨®n a la perfecci¨®n y se han corregido algunos errores que encontramos en la beta.
Dungeon Crawler en estado puro
Adem¨¢s del mapa principal, Diablo IV se divide en numerosas mazmorras generadas proceduralmente, separadas del resto del mundo. Estas mazmorras suelen tener una ubicaci¨®n fija, pero su dise?o es aleatorio o, como gusta de llamarse ahora, procedural. Completarlas al menos una vez otorga beneficios permanentes a todos los personajes de nuestra cuenta, pero la mayor parte de veces esas recompensas son exclusivas para una ¨²nica clase; por tanto, si llevamos un b¨¢rbaro y la recompensa es un aspecto de druida y nunca vamos a llevar uno, la utilidad real de completar esa mazmorra en concreto queda en entredicho. Este es uno de los pocos aspectos negativos que encontramos en el contenido hasta ahora presentado y en cualquier caso es totalmente opcional. Sin embargo, hay numerosos eventos y fortalezas desafiantes que se generan org¨¢nicamente, ofreciendo algunas de las batallas m¨¢s dif¨ªciles y estimulantes antes de llegar al contenido final.
Uno de los aspectos fundamentales del g¨¦nero de los ARPG, adem¨¢s de la construcci¨®n del personaje, es el bot¨ªn con el que podemos equipar a nuestro avatar. Como era de esperar, en Diablo IV hay una amplia variedad de objetos, que van desde aquellos con modificadores altamente buscados hasta chatarra que podemos vender o desencantar para obtener materiales y fabricar nuevos objetos. No hay espacio suficiente en este art¨ªculo para explicar todo el sistema de ¡°loot¡± del juego, ni en 7 art¨ªculos juntos. Es una de las claves del ¨¦xito del juego y del g¨¦nero y el sistema que emplea Diablo IV es muy interesante: objetos con distintas calidades, con posibilidad de engarces, con encantamientos y con la nueva mec¨¢nica de extracci¨®n e imprimaci¨®n de aspectos, que convierten objetos normales en legendarios otorg¨¢ndoles propiedades de otros objetos¡ Es un sistema que apenas estamos descubriendo y que estamos seguros que va a crear combinaciones espectaculares.
El final es solamente el principio
La campa?a de Diablo IV, de por s¨ª, justifica enteramente la compra del juego. Es formidable en todos los sentidos y tan larga como queramos hacerla. Pero al acabarla empieza el nuevo juego y para aquellos fans del ¡°endgame¡± se van a encontrar una positiva sorpresa en ese sentido. La cantidad de cosas que hay por hacer solamente deja en evidencia todo aquello que no se hizo bien en Diablo 3; desde un nuevo ¨¢rbol de habilidades pasado nivel 50, dos niveles extra de dificultad a los que acceder (con obviamente mejores objetos y mayor experiencia), nuevas mazmorras que atacar con grados de dureza superior, montones de nuevo lote¡ Todo eso viene sumado a los montones de eventos locales, a los jefes de mundo que aparecen por el mapa, al PVP en las zonas determinadas¡
Cierto que este tipo de contenido no es el foco principal del grueso mayor de gente que va a comprar y jugar Diablo IV; estad¨ªsticamente somos pocos los que vamos a dedicarle al juego m¨¢s all¨¢ de las 25-35 horas que se tarda en terminar la campa?a con el primer personaje con lo que es especialmente de agradecer tanto esfuerzo con a?adir tantas cosas para un porcentaje tan peque?o de gente. Complementos como el ?rbol de los Susurros o las Mareas Infernales pasar¨¢n desapercibidos para el gran p¨²blico; la b¨²squeda de sellos para activar Nightmare Dungeons (parecidas a las rifts de Diablo 3) o la caza de rolls perfectos para extraer e imprimir en nuestros objetos legendarios o ancestrales, el farmeo de lote ¨²nico o el duro camino hasta nivel 99¡ Hay muchas capas dentro de Diablo IV que lo hacen muy superior a su predecesor en cuanto a complejidad para el jugador que quiera explorar ese camino y, al mismo tiempo, nunca pierde la accesibilidad para el jugador novel.
Conclusi¨®n
Diablo IV es el mejor lanzamiento de Blizzard desde hace bastantes a?os. Da incluso la sensaci¨®n de que es el lanzamiento m¨¢s Blizzard y menos Activision en mucho tiempo, sin necesidad de apelar al factor nostalgia (Warcraft Reforged, WoW Classic, Diablo Remastered) ni al pay2win (Inmortal). Es un juego estupendo en todos los niveles de su apartado t¨¦cnico y magn¨ªfico en su faceta jugable y un t¨ªtulo digno de llevar la marca Diablo. Proporciona una refinada y pulida experiencia para los fans del hack and slash, la posibilidad de disfrutarlo solo o con amigos (dos en cooperativo local, cuatro online) y, en definitiva, un magn¨ªfico producto de entretenimiento que har¨¢ las delicias del jugador habitual u ocasional que simplemente quiera pasar un buen rato destruyendo las hordas del inframundo. Muy dif¨ªcil no recomendarlo.
Lo mejor
- Apartado art¨ªstico y t¨¦cnico espectacular
- Combates contra jefes
- Jugabilidad sobresaliente
- M¨²ltiples formas de disfrutarlo
Lo peor
- Mazmorras demasiado convencionales
- El online permanente problema alg¨²n pico de lag
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.