Dead Island 2, an¨¢lisis. Diversi¨®n en estado puro

Jugar a Dead Island 2 es una peque?a monta?a rusa de emociones. Durante las primeras horas, como dec¨ªamos en nuestras impresiones finales, es como abrir una c¨¢psula del tiempo. El trabajo de Dambuster Studios ha sido afianzar la base ya vista en el ¨¦xito original de Techland y adaptarlo a las corrientes actuales desde un punto de vista conservador. Conocen muy bien su ambici¨®n: no se les va de las manos la medida del mundo, sus recursos y c¨®mo abordar el enfrentamiento contra los muertos vivientes.

Pasan seis, doce, dieciocho horas¡­ el contador de PlayStation 5 marca ya la veintena y sigues viajando entre actividad y actividad sin dejar un solo enemigo en pie. Sin darte cuenta terminas atrapado en un bucle jugable tremendamente adictivo. Funciona sobre todo por la escala, medida para que la inversi¨®n de tiempo no caiga por momentos en saco roto. Nos hubiera encantado que fuese algo m¨¢s all¨¢, pero lo logrado es suficiente para dejar al jugador satisfecho. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir?

La ciudad de las estrellas, tu nuevo apocalipsis zombi

Los zombis regresan m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s para dar el salto desde la paradis¨ªaca isla de Banoi a Los ?ngeles, bautizada como Hell-A por el ba?o de terror que azota desde Santa M¨®nica hasta Bell-Air, pasando por su complejo sistema de alcantarillado y el tan famoso paseo de la fama. Como dec¨ªamos, el equipo ha afrontado la escala de una manera inteligente.

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Se prescinde de un mundo abierto sin barreras para pasar a una ciudad dividida en diez distritos que se pueden visitar tanto de d¨ªa como de noche. La mayor¨ªa se distribuyen por una proporci¨®n peque?a, pero la profundidad parte de la cantidad de interiores que ofrecen. No es lo mismo pasear por Hollywood Boulevard, que apenas toman varios pasillos dirigidos hacia la acci¨®n del ritmo narrativo, que por Beverly Hills, donde visitar los chal¨¦s de algunas de las estrellas m¨¢s famosas de la gran pantalla.

Todo se percibe a tu alcance. Secundarias, lugares de aparici¨®n de enemigos especiales y otros puntos de inter¨¦s apenas conviven a unos metros de distancia. Esto permite que la experiencia mantenga un ritmo alto; siempre tienes la sensaci¨®n de que has avanzado en cada sesi¨®n, ya sea por una recompensa o por el avance de una cadena de misiones.

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Por el contrario, algunos escenarios se sienten vac¨ªos. Aunque la mayor¨ªa de las situaciones de combate est¨¢n equilibradas, estampas m¨ªticas como Venice Beach pierden fuerza al ver apenas cinco enemigos en pantalla. En este mismo mapa tambi¨¦n hay lugares de transici¨®n que parecen camuflar tiempos de carga lastrados por la anterior generaci¨®n. Hay bastantes momentos donde el mundo parece vac¨ªo, lo que choca con el contexto que intenta narrar.

Progreso: desde tu mazo

Al comenzar la partida te enfrentar¨¢s a la gran decisi¨®n que definir¨¢ parte de tu experiencia: elegir al Matazombis que controlar¨¢s. Cada uno est¨¢ enfocado para un estilo de juego concreto, con estad¨ªsticas y habilidades innatas que podr¨¢s aprovechar seg¨²n tus preferencias. Qued¨¦monos con esas habilidades, que aparecen en forma de cartas y dan forma al sistema de progreso que utiliza Dead Island 2.

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El t¨ªtulo se despoja de los recurrentes ¨¢rboles de habilidad para dar paso a un sistema flexible. Durante el progreso ir¨¢s descubriendo cartas que estar¨¢n ligadas a acciones y bonificaciones pasivas entre cuatro aspectos: Destrezas, Supervivencia, Asesinato y Numen. Tomamos como ejemplo la primera. Si en anteriores ocasiones pod¨ªamos esquivar, bloquear y dar patadas al mismo tiempo, ahora tendremos que elegir qu¨¦ acciones queremos utilizar en cada momento.

Si tenemos una carta de bloqueo activada, lo l¨®gico es que el resto de nuestro mazo est¨¦ enfocado en dirigir las bonificaciones a momentos donde se realiza la acci¨®n. Dec¨ªamos que es un sistema flexible porque los cambios se pueden realizar al vuelo, en cuesti¨®n de tres clicks. Entras en el men¨² de habilidades y encontrar¨¢s tu mazo activo que alterar con el resto de las cartas en tu mano.

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Por motivos argumentales que no desvelaremos, poco despu¨¦s iremos desbloqueando cartas que expandir¨¢n el repertorio de lo que puede hacer un ser humano¡­ y hasta ah¨ª podemos leer. Nos referimos al sistema de aut¨®fago, un medidor que determina qu¨¦ beneficios especiales recibiremos seg¨²n el n¨²mero de cartas relacionadas con ella, a costa de recibir algunas penalizaciones. Las cartas se desarrollan en paralelo a nuestro nivel de personaje, que aumenta por la experiencia que recibimos al completar actividades y matando enemigos. Cuanto m¨¢s nivel, m¨¢s salud tendremos y mejores armas tendremos a nuestro alcance. Las misiones de la campa?a no tienen autolevel, por lo que el requisito ir¨¢ aumentando para que t¨² decidas si aceptas jugar a mayor dificultad o invertir tiempo en farmear.

Dead Island 2 en combate

El combate de Dead Island 2 se construye sobre el est¨¢ndar del g¨¦nero en primera persona. Durante la transici¨®n ofensiva es el gatillo derecho el que lleva la voz cantante, con el que asestamos golpes con el arma cuerpo a cuerpo de turno. Entre los golpes ligeros y pesados (manteni¨¦ndolo) podemos utilizar acciones con el resto del cuerpo. Si corremos y apretamos el stick derecho, daremos una patada con la que saldr¨¢n volando quienes la reciban. Y en lo defensivo podremos apartar enemigos a patadas, esquivar o bloquear en funci¨®n de las cartas que actives.

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Una mec¨¢nica que funciona de maravilla es el uso de elementos como la electricidad y el fuego. Afectan incluso al escenario, y es que puedes utilizar recursos imaginativos para dar caza a tus perseguidores. Por ejemplo, si encuentras un bid¨®n de gasolina, puedes esparcirla a tu alrededor para que al prender la llama crees zonas con las que poner a tus rivales en llamas. O si est¨¢n en el agua, arroja electricidad y se electrocutar¨¢n. Le sienta realmente bien porque a medida que avanzas te forzar¨¢ a usar otros recursos con los que aprovechar las vulnerabilidades del enemigo.

Esas vulnerabilidades van ligadas al arquetipo de enemigo. Aunque en la pr¨¢ctica sean pocos los que crean diferencias jugables, no te enfrentas igual a un corredor b¨¢sico que a un corredor bombero. Al primero puedes arrojarle cualquier cosa, mientras que los segundos son inmunes al fuego, la electricidad y el da?o c¨¢ustico. Existen veinte variantes de enemigos comunes y once para los llamados ¡°Supervariantes¡±, que act¨²an de minijefe por sus habilidades en combate respecto al resto. Funcionan bien, aunque nos hubiera gustado que los enfrentamientos contra los jefes finales fuesen ¨²nicos. Al final todos ellos se convierten en enemigos especiales que se suman a las hostilidades repartidas por el mapa.

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Abrimos el mel¨®n de las armas de fuego. ?Est¨¢s descompensadas? En el corto plazo, no. Aparecen en el ecuador de la campa?a principal como un recurso narrativo, pero no desbloquearemos muchos modelos poderosos hasta llegados a su conclusi¨®n. Podremos utilizar escopetas, rev¨®lveres, pistolas, fusiles semiautom¨¢ticos y rifles de asalto. Son de gran ayuda, no cabe duda, pero mejorarlas para equiparar su nivel al nuestro es costoso, por eso cuando llegas al endgame recibes armas que desequilibran la balanza a nuestro favor.

Debemos hacer hincapi¨¦ en el excelente sistema de desmembramiento. Visualmente es impactante ver c¨®mo los enemigos van molde¨¢ndose a medida que reciben da?o o sufren de elementos como el ¨¢cido. Pero tambi¨¦n tiene su influencia jugable. Si viene un grupo de caminante hacia nosotros, podemos romperles las piernas para mitigar su capacidad. As¨ª ocurre con el resto del cuerpo. Si acuchillas mucho su cintura, les romper¨¢s el tronco. Mola much¨ªsimo ver sus reacciones en tiempo real por lo gratificante que resulta.

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La exploraci¨®n de los niveles gira alrededor de la obtenci¨®n de recursos que invertir en la mesa de trabajo. Todas las armas (incluidas las de fuego) permiten ser modificadas para alterar su comportamiento. Para ello debemos desbloquear planos, que como ocurre con las cartas, se obtienen tanto por la campa?a como completando actividades por el mundo. Depende del valor del arma podr¨¢s a?adir m¨¢s o menos bonificaciones pasivas, aunque hay una inalterable. Volvemos a los enemigos: no combatir¨¢s igual contra todos, por ello conviene tener armas que aplican fuego, electricidad, ¨¢cido, sangrado o contundencia para adaptarte al combate. No es un sistema tremendamente elaborado, pero cumple su funci¨®n.

Los ?ngeles, matar zombis mejor en compa?¨ªa

El cooperativo es un cl¨¢sico en la saga y no pod¨ªa faltar en su secuela. Hasta tres jugadores pueden participar en una misma sesi¨®n para desatar su propio apocalipsis zombi. Aunque no soporta funciones de juego cruzado, s¨ª lo hace entre generaciones. Los jugadores de PlayStation 5 pueden jugar con los de PlayStation 4, igual que dentro del ecosistema Xbox. Sin embargo, por el momento quienes est¨¢n en la pasada generaci¨®n no pueden ser anfitriones de una partida cooperativa, es decir, est¨¢n limitados a jugar ¨²nicamente con un anfitri¨®n en la nueva generaci¨®n o en el modelo actualizado de su familia (PS4 Pro o Xbox One X). Es un problema conocido por el estudio, que espera poder lanzar una actualizaci¨®n ¡°a principios del verano¡±.

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Nuestra experiencia ha sido positiva. La estabilidad de la partida era buena en todo momento, ya que el t¨ªtulo utiliza una soluci¨®n en la que el anfitri¨®n hace de servidor para el resto del grupo. No podr¨¢s unirte a jugadores que est¨¢n m¨¢s avanzados en la historia que t¨², pero si cumples el requisito podr¨¢s sumarte a las que quieras. Es una buena forma de amasar experiencia y lograr nuevas armas. Tambi¨¦n puedes disfrutar de la historia en compa?¨ªa, que no se aleja del t¨®pico de convertirnos en el elegido para salvar la humanidad.

Completar la campa?a en solitario depender¨¢ del tiempo que inviertas completando actividades secundarias, lo que te equiparar¨¢ al nivel que demandan las misiones. Nosotros hemos ido casi siempre por debajo del objetivo, lo que nos ha permitido poder completar en 14 horas. Hay algunos picos de dificultad en los que tuvimos que farmear experiencia, pero en l¨ªneas generales pudimos completarla sin grandes sobresaltos. Como es l¨®gico, si quieres completar todas las actividades la duraci¨®n se alarga hasta m¨¢s de las 30.

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La versi¨®n a la que hemos tenido acceso corresponde a la de PS5. En ella el juego se ejecuta a 60 im¨¢genes por segundo estables. Apenas algunos momentos de gran estr¨¦s te permiten apreciar alguna ca¨ªda, pero ocurre en contad¨ªsimas ocasiones. Visualmente el acabado es el cl¨¢sico de un juego intergeneracional. No aprovecha las capacidades de la nueva generaci¨®n, aunque por potencia bruta la resoluci¨®n es n¨ªtida. Se ve bien.