An¨¢lisis de Soul Covenant, un anime en VR tan turbio como bizarro

La realidad virtual sigue abri¨¦ndose camino en diferentes g¨¦neros a pesar de que el shooter en primera persona sigue siendo el preferido tanto de las compa?¨ªas como del gran p¨²blico. Aun as¨ª, ciertos estudios siguen empe?ados en ofrecer otras formas de sumergir al jugador en mundos virtuales, ya sea a trav¨¦s de los puzles, el deporte, las aventuras narrativas o, en el caso de Thirdverse, en aquello de blandir espadas a diestro y siniestro. Y es que este estudio japon¨¦s especializado en videojuegos de realidad virtual como Altair Breaker o Swords of Gargantua nos trae Soul Covenant para PC VR, Quest y PS VR 2, una aventura de est¨¦tica anime a medio camino entre el RPG de acci¨®n y la novela visual que nos mete de lleno en las batallas por la supervivencia humana frente a dioses mec¨¢nicos, en el marco de una Tokio posapocal¨ªptica. ?Merece la pena tras impresionar al gran p¨²blico con sus espadazos ciberpunk en sus primeros tr¨¢ileres? La respuesta en nuestro an¨¢lisis.

¡°Ir¨¦ a recoger tus huesos...¡±

Como decimos, Soul Covenant nos lleva a un futuro cercano, en un mundo totalmente arrasado por una inteligencia artificial llamada Ad¨¢n que asume el papel de Dios y cuyo prop¨®sito es acabar con todo rastro de humanidad sobre la Tierra a trav¨¦s de los llamados Deus ex Machina, armas vivas con la apariencia de dioses mec¨¢nicos que invaden ciudades y matan a todos aquellos que se niegan a obedecer. Y aqu¨ª entramos nosotros como uno de los pocos supervivientes a trav¨¦s de los llamados avatares, soldados mejorados que forman parte de incursiones contra las m¨¢quinas en Arca Tokio, el ¨²ltimo de los bastiones que a¨²n queda en pie. Y la gracia de todo ello -y lo m¨¢s turbio y bizarro- es que debemos recoger los cuerpos mejorados de nuestros compa?eros ca¨ªdos para crear nuestras propias armas, en un inquietante aunque necesario ciclo en el que la muerte ayuda a que otros sigan luchando.

Y s¨ª, nos referimos a este ciclo como turbio porque las armas en s¨ª estar¨¢n compuestas de partes de otros soldados muertos en batalla, dando lugar a guada?as hechas de columnas vertebrales y costillas rob¨®ticas, espadas de huesos metalizados y otras lindezas propias de los anime m¨¢s bizarros de los a?os 90, a lo que debemos sumar los gotescos dise?os de los enemigos, tambi¨¦n basados en formas bi¨®nicas que guardan ciertos resquicios de humanidad. De hecho, la historia se antoja el elemento m¨¢s interesante del conjunto, aunque no as¨ª su forma de contarla, a trav¨¦s de im¨¢genes est¨¢ticas y voces narradas -en ingl¨¦s con subt¨ªtulos en castellano- que acercan la experiencia a una novela visual cl¨¢sica. Algo que no encaja demasiado con lo que se espera de un videojuego de realidad virtual. Y si bien tambi¨¦n hay partes con modelos tridimensionales, aparecen en muy pocas ocasiones.

Tanto es as¨ª, que buena parte de la experiencia Soul Covenant ser¨¢ a trav¨¦s de la observaci¨®n de estas im¨¢genes est¨¢ticas y narradas, perdiendo buena parte de su atractivo a trav¨¦s de una narrativa vaga, en absoluto atractiva. Y es una l¨¢stima, porque la historia en s¨ª es bastante interesante. La otra gran baza del t¨ªtulo es su vertiente de acci¨®n pura y dura con ligeros toques RPG a nivel de mejora de habilidades y desbloqueo de armas. Por desgracia, el desarrollo de la aventura est¨¢ demasiado encasillado a trav¨¦s de secciones divididas en cuatro partes, siendo solo una de ellas de combate; el resto es narrativa en la que nos vendr¨¢n ganas de pulsar el bot¨®n omitir en m¨¢s ocasiones de las que nos gustar¨ªa.

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Y llega la hora de la acci¨®n a espadazo limpio; o hachazo, como prefiramos. Todo ello a trav¨¦s de arenas cerradas en las que despachar oleadas de enemigos ¡°masillas¡± y, en ciertos momentos, enfrentarnos a jefes medios o finales, seg¨²n su envergadura y poder. Es en estos momentos cuando Soul Covenant brilla m¨¢s, puesto que nos hace sentir como verdaderos soldados con espadas de dos metros en mano d¨¢ndonos cierta libertad y opciones a la hora de enfrentarnos a nuestros rivales, siendo esta la parte m¨¢s f¨ªsica e inmersiva del conjunto, siempre con la compa?¨ªa de otros tres soldados controlados por la IA o por otros juagadores gracias a su modo cooperativo en l¨ªnea.

As¨ª, podemos movernos libremente por estos escenarios cerrados de combate, blandiendo nuestra arma con una mano o a dos manos, dependiendo del modo en el que queramos combatir, modificando su uso y apariencia en tiempo real. Tambi¨¦n podemos activar un escudo con la mano izquierda, adem¨¢s de recoger orbes de los enemigos ca¨ªdos con los que acumular energ¨ªa para disparar un rayo con el guantelete izquierdo una vez lo tengamos cargado al m¨¢ximo. Si bien demanda cierto timing a la hora de atacar, defendernos y movernos -incluso con un dash-, tras unos cuantos combates se siente demasiado repetitivo y carente de atractivo. Y es que al final solo nos enfrentaremos a diferentes oleadas de enemigos sin mayor objetivo que sobrevivir para acceder al siguiente bloque de la aventura y su extenuante y sosa narrativa, a trav¨¦s de una campa?a de unas cinco horas de duraci¨®n.

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Irregular en lo audiovisual

M¨¢s all¨¢ de ciertos elementos interactivos en 3D entre los men¨²s, una vez en el campo de batalla Soul Covenant se muestra igual de irregular gracias a entornos muy vac¨ªos y planos, con texturas que parecen de otra ¨¦poca. Eso s¨ª, los dise?os tanto de los soldados como de los enemigos son m¨¢s que llamativos, demostrando una gran personalidad, incluyendo el hilarante aspecto de las armas. Lamentablemente, la variedad de enemigos es pr¨¢cticamente nula, una ocasi¨®n perdida para destacar en este sentido. Donde s¨ª resulta m¨¢s interesante es en su apartado sonoro, tanto en la m¨²sica que acompa?a tanto a la acci¨®n como a los cap¨ªtulos narrativos, adem¨¢s de las ya comentadas interpretaciones de los actores y actrices de doblaje, con voces en ingl¨¦s.