An¨¢lisis de Solium Infernum, donde un error no te manda al infierno... porque ya est¨¢s en ¨¦l

Aunque a simple vista el estilo art¨ªstico del anterior trabajo de League of Geeks no podr¨ªa ser m¨¢s diferente, se adivina mucho de Armello en Solium Infernum. Despu¨¦s de triunfar en Kickstarter con su primer juego, recaudando m¨¢s de 300.000 d¨®lares, estos australianos se embarcaron en un proyecto no menos arriesgado: el remake de Solium Infernum, un RTS practicamente desconocido lanzado en 2009, pero cuya falta de popularidad pero no de calidad significara otorgarle inmediatamente el t¨ªtulo de juego de culto. 15 a?os despu¨¦s, a buen seguro que recibir¨¢ mucha m¨¢s atenci¨®n, no solo porque el g¨¦nero se haya popularizado un poco m¨¢s, sino porque el lavado de cara es m¨¢s que evidente.

Ya hablamos de ¨¦l hace unos d¨ªas, y aqu¨ª pod¨¦is ver una captura comparativa entre el original y el remake, donde el progreso salta a la vista. Lo que no se puede quitar al juego de 2009 son algunos aspectos ¨²nicos entre los que destaca, m¨¢s all¨¢ de su profundidad jugable, un apartado visual con much¨ªsima personalidad, a¨²n a riesgo de no ser en absoluto bonito. League of Geeks ha recogido esa esencia para, manteniendo (c¨®mo no) la perspectiva cenital para poder ser testigos de todo lo que acontece en el entorno, presentar a su vez un aspecto que, a pesar de rozar lo desenfadado en algunos personajes, o al menos en sus expresiones, no rechaza la maldad en ninguno de ellos. Al fin y al cabo, hablamos de archidemonios...

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Y es que el Infierno se ha quedado hu¨¦rfano de liderazgo tras la desaparici¨®n del mism¨ªsimo diablo, as¨ª que el trono est¨¢ vigente. Varios archidemonios se lo disputan y cada uno est¨¢ especializado en diferentes mec¨¢nicas: combate, enga?o, diplomacia, econom¨ªa... adem¨¢s de destacar por su dise?o bien diferenciado, desde el m¨¢s demoniaco como el de Astaroth o Murmur, hasta el casi angelical de Andromalius. Todos ellos protagonizan las Cr¨®nicas, que vienen a ser las campa?as individuales que debemos superar cumpliendo sus respectivos objetivos y las cuales ni siquiera su nivel bajo de dificultad, Intermedio, es sencillo. El m¨¢s alto, Infernal, bueno... es precisamente eso.

La pluma (y sobre todo, la maldad) es m¨¢s poderosa que la espada

Evidentemente hay batallas en Solium Infernum, y no es que sean lo menos importante, pero solo es uno de los aspectos a tener en cuenta, y es que vamos a ver, somos un archidemonio, y al fin y al cabo, se nos va a recompensar ser realmente malos. Esto lo podemos plasmar desde tramando Argucias hasta llegando incluso a insultar a nuestros oponentes, a lo que tendr¨¢n que responder si no quieren ver menoscabado su prestigio ante el C¨®nclave.

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Pero especialmente las Argucias realizadas con ¨¦xito son las que nos permitir¨¢n ascender en el escalaf¨®n del prestigio, que no es ni m¨¢s ni menos que la unidad de medida que nos har¨¢ ganar, o perder, la partida. Tras la intenci¨®n de tramar una argucia, podremos elegir entre las dos propuestas, y a su vez, hacerla p¨²blica o privada, lo que nos otorga mayor o menos cantidad de prestigio. Sin embargo, solo es una de las muchas opciones de politiqueo que tenemos disponibles, pudiendo declarar disputas de diferentes maneras, exigiendo el pago de un tributo o incluso hacer propuestas amistosas. Sin ir m¨¢s lejos, podemos enviar un emisario para pagar tributo a un rival... pero este puede aceptarlo o ejecutar a nuestro emisario. Como vemos, tan importante es labrar relaciones amistosas como tener en cuenta que la traici¨®n siempre est¨¢ presente.

Solium Infernum no es un juego excesivamente complejo, aunque no por ello falto de profundidad. Su sistema es muy sencillo de entender, gracias a un tutorial muy completo -que tuvimos que hacer en dos ocasiones, eso s¨ª-, pero s¨ª hay muchos aspectos de los que estar pendiente. Por ejemplo, pasamos por alto una de las posibilidades para reunir tributo en nuestra partida multijugador, algo que al cabo de varios turnos pagamos tan caro que nuestras opciones de victoria se vieron comprometidas por completo. Comete un error y est¨¢s perdid¨ªsimo.

A esta sencillez colabora un mapa dividido en hex¨¢gonos y con el que es muy intuitivo familiarizarse, ya que es muy similar al utilizado en otros t¨ªtulos de estrategia por turnos. En este entorno encontramos las fortalezas de cada archidemonio participante, Lugares de Poder a conquistar para incrementar nuestra influencia o criaturas del averno, algunas de las cuales nos otorgan valiosa experiencia para nuestras tropas, y otras, los Leviatanes, de los que es mejor mantenerse alejados.

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Cada tropa tiene tres par¨¢metros diferentes: ataque a distancia, cuerpo a cuerpo, e infernal, y seg¨²n ellos se debate la contienda, aunque son totalmente modificables. Es posible contratar un Pretor que las comande, aumentando alguna de esas caracter¨ªsticas -o envi¨¢ndolos a duelos contra los pretores de nuestros rivales-, comprar artefactos... Las posibilidades son m¨²ltiples tambi¨¦n cuando se trata de entrar en guerra, aunque no es tan sencillo como invadir un espacio controlado por otro archidemonio, ya que antes hay que entrar en Disputa de manera oficial.

La sensaci¨®n de progreso, con una duraci¨®n de las partidas muy ajustada, es constante, y no solo en cuanto a la obtenci¨®n de Tributo, que no es sino la moneda con la que llevamos a cabo Rituales, Argucias, compramos nuevas legiones, etc... Podemos aumentar nuestro rango a cambio de Prestigio, algo que supone un sacrificio porque despu¨¦s de todo, el vencedor ser¨¢ quien m¨¢s Prestigio acumule al final de la partida, pero un rango mayor tambi¨¦n suponen mayores opciones. Tambi¨¦n tenemos la posibilidad de incrementar estad¨ªsticas como Enga?o, Ira, Profec¨ªa, Destrucci¨®n o Carisma, igualmente a cambio de Tributo, para tener acceso a m¨¢s y mejores acciones.

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Igualmente, huelga decirlo, cada partida es diferente, no hay una manera correcta de jugar, y a eso ayudan tambi¨¦n determinados eventos aleatorios. Estos suelen ser elegidos por el archidemonio Regente -el primero en cada turno-, y establece determinadas limitaciones: la prohibici¨®n de realizar rituales durante x turnos, castigos monetarios, la imposibilidad de conseguir Tributo... Ya lo hemos mencionado pero insistimos: es f¨¢cil comprender Solium Infernum, pero no por ello es f¨¢cil controlar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, m¨¢xime cuando nuestros rivales conspiran en la sombra y son tan malvados como nosotros.

Por ¨²ltimo, no podemos dejar pasar por alto su multijugador as¨ªncrono, en el que competir con otros jugadores y cuyas partidas pueden completarse con rivales manejados por la IA si no llegamos a un m¨ªnimo. El funcionamiento no podr¨ªa ser m¨¢s sencillo, y es que cada vez que haya un turno pendiente recibiremos una notificaci¨®n de Steam, para pasar a llevar a cabo las acciones que queramos cuando nos toque -al comienzo dos, m¨¢s a medida que progresamos- y contemplar c¨®mo los dem¨¢s jugadores, o la IA, reaccionan, ya que hay un orden en cada turno, pero todas las acciones se realizan al mismo tiempo. Nuestra partida, a pesar de haber cometido un error de principiante fatal, nos ha resultado tremendamente c¨®moda, ya que disponemos de un l¨ªmite perfectamente asumible de 24 horas para seleccionar nuestros movimientos.