An¨¢lisis de Saviorless. Desde Cuba, con dolor, llega su primer gran juego indie

Saviorless es un juego 2D con dise?os dibujados a mano que empieza suave, calmado, centrado en el mismo concepto de Narrativa. Poco a poco va subiendo su dificultad y, para cuando eres consciente, ah¨ª lo tienes, ense?¨¢ndote los dientes, haci¨¦ndote sudar la gota gorda en cada salto y cada golpe. Y te ves desesperado por momentos, mordiendo el polvo una y otra vez, como no pod¨ªas imaginar cuando empezaste tu andadura.

Pues bien, esa dificultad de Saviorless, incre¨ªblemente medida y casi desquiciante, no es nada comparado con lo que han enfrentado sus desarrolladores para que puedas tener el juego por fin en tus manos. Esa historia real podr¨ªa haber terminado mil veces mal durante los 8 a?os transcurridos, pero ah¨ª sigui¨® la determinaci¨®n, eludiendo el Game Over, avanzando un poco m¨¢s en cada partida. El resultado, que hoy analizamos para PS5 (port, junto con el de Switch, cortes¨ªa de los emeritenses Pixel Ratio, adem¨¢s de su edici¨®n en PC) es clara prueba de todo lo pasado. Llegados al final del juego, vaya si valieron la pena la sangre, el sudor y las l¨¢grimas derramados.

La soledad del corredor de fondo

¡°Cruzar un denso bosque a machetazos sin saber qu¨¦ vas a encontrar a cada paso¡±. As¨ª describen los autores de Saviorless esta larga andadura. El artista y dise?ador Josuhe Pagliery y el programador Johann Armenteros comienzan a desarrollar en 2016, en la Habana, el videojuego Savior. A su alrededor, una escena gaming que es un cementerio de proyectos fallidos. Sin medios, aguantando los sue?os a base de realizar otros trabajos, Empty-Head Games va perfilando una historia donde lo estilizado de los entornos no esconde la dureza e intensidad que palpita a este lado del espejo.

Llega entonces el primer hito. El proyecto llama la atenci¨®n de una fundaci¨®n estadounidense que les abre las puertas de la financiaci¨®n colectiva en IndieGogo. El juego, aun esbozado, ya expresa verdad, pasi¨®n y autenticidad. En dos d¨ªas se convierte en tendencia y en seis cubre los objetivos marcados.

A partir de aqu¨ª, los errores habituales en cualquier desarrollo primerizo que, en el caso de Empty-Head, se ven agravados por su contexto. A la inexperiencia, las ideas por encima de las posibilidades reales o la ambici¨®n sobre qu¨¦ se quiere conseguir, hay que sumar los cortes de luz diarios, la ausencia de equipos t¨¦cnicos adecuados, la imposibilidad de trabajar a distancia o el limitad¨ªsimo acceso a interne. A pesar de todo, en 2017 se muestra una demo en Chicago que, aun lejos de ser perfecta, fija varios par¨¢metros visuales y jugables. Todo va encauzado ?verdad?

EEUU rompe entonces sus relaciones con Cuba por un grave incidente en su embajada. De un d¨ªa para otro el d¨²o ya no puede asistir a eventos y festivales en el pa¨ªs vecino. La visibilidad cae en picado junto a las posibilidades de vender el juego a un publisher. Armenteros, el programador, abandona el barco, que hace aguas en un remolino rodeado de tifones en mitad de una tormenta perfecta.

Savior, salvador¡­ David Arias, haciendo honor al t¨ªtulo del juego, aparece para ocupar el lugar de Armentero. La sangre nueva se hace notar, y con fuerzas renovadas incompatibles con el desaliento, pasan los a?os en los que se van sucediendo las demos. Cada una diferente y mejor que la anterior, hasta destilar la f¨®rmula perfecta. El t¨ªtulo del juego, a pesar del ostracismo contextual, ya suena de nuevo en la escena indie internacional. Todo va bien de nuevo, el mundo es m¨ªo, que dir¨ªa el cubano protagonista del remake de Scarface. Pues no.

¡°Un estudio de veteranos de la industria en Portland, Estados Unidos, al ver que no ten¨ªamos el nombre ¡®Savior¡¯ registrado ¨Cuna imposibilidad para nosotros desde Cuba¨C, deciden registrarlo para su juego, obligando a nuestro equipo a cambiar a ¡®Saviorless¡¯ y aceptar que gran parte de la promoci¨®n que ya hab¨ªamos hecho era en vano¡±, cuentan desde Empty-Head.

Afortunadamente la semilla estaba plantada en forma de lustrosa demo. Desde Francia, la editora Plugin Digital se interesa en el juego. Van a apoyar el proyecto. Por primera vez en a?os, el esfuerzo se siente reconocido por unas condiciones de trabajo estables. Esto incide directamente en Saviorless, que crece visualmente en su apartado m¨¢s laborioso, el visual. Pero no solo eso, la duraci¨®n inicial que se ten¨ªa para la experiencia, alrededor de dos horas, se triplica. Qu¨¦ bien, ?no? Ejem¡­

Estas nuevas decisiones aumentan los costes porque el desarrollo se alarga un a?o m¨¢s de lo acordado. De nuevo, la inexperiencia en c¨®mo funciona el medio les juega una mala pasada. Pasan los meses y, por fin, en junio de 2023 se materializa el proyecto tras m¨¢s de ocho a?os de dur¨ªsimo trabajo.

Con la salida al mercado en abril de 2024 el camino llega a su fin. Es ahora el juego el que debe emprender el camino por su propio pie. Por el camino, varios hitos conseguidos en su pa¨ªs que, ojal¨¢, sirvan para marcar el camino, con lo que se debe hacer y con lo que no, a los que vengan despu¨¦s. El primer videojuego independiente de su pa¨ªs en ser acogido por un editor internacional, en conseguir visibilidad mundial y ser publicado en pc y consolas, enfrenta su nuevo reto ya lejos de casa, el que marcan los jugadores.

Las entra?as de Saviorless, prep¨¢rate a sudar

Nos ha resultado curioso ver publicadas algunas cr¨ªticas a Saviorless donde la dificultad era penalizada con menos puntos en la nota final. Y creemos que no es justo. Aqu¨ª mismo hemos llamado la atenci¨®n sobre alg¨²n juego donde la dificultad se encontraba mal medida en lugares concretos. Si llevas tiempo en esto, se nota cu¨¢ndo se trata de un mal balanceo y cu¨¢ndo est¨¢ todo afinad¨ªsimo. Y el caso de Savioless es el segundo.

Reconocemos que, avanzados en la aventura, llegamos a dudar por momentos. Pensamos que tanto tiempo de desarrollo hab¨ªa conllevado una pericia extrema de los desarrolladores con su juego y una falta de perspectiva sobre las capacidades a los mandos del p¨²blico receptor. Y con eso en la cabeza nos habr¨ªamos quedado de rendirnos. Pero no lo hicimos. Y podemos asegurar que el juego se encuentra en ese delicado equilibrio en el que est¨¢ todo tan medido que cualquier fallo nuestro puede llevarnos a la muerte, pero que, de hacer las cosas como se debe, se consigue avanzar henchido de orgullo.

No hab¨¦is le¨ªdo por ah¨ª que se baje nota a un souls por su dificultad, o a un Ori en sus fases m¨¢s peliagudas. M¨¢s bien habr¨ªa que bajar nota al redactor que enmascara su falta de pericia con exabruptos. Y lo decimos sin ser aqu¨ª muy duchos a los mandos.

Sobre personajes, cuentos fronterizos y paisajes decadentes

Se pueden ver en Saviorless ecos de Gris en la elegancia de su arquitectura y c¨®mo esta se muestra en pantalla. Tambi¨¦n de oscuros juegos como Blasphemous, donde la belleza se expresa a trav¨¦s de la decadencia. El juego de Empty-Head es bello en ese sentido, y lo es a su manera, con una fuerte personalidad.

Todo ha sido dibujado a mano, desde los fondos en ruinas a los personajes que vagan por ellos. Y se antoja un arduo trabajo detr¨¢s, y pasi¨®n y mimo. Todo en Saviorless es alma c¨¢lida y sufrida. El tono degenerado de un mundo que se tiene en pie a duras penas se expresa consciente de su narraci¨®n, con protagonistas que quieren sobrevivir al final de la historia y antagonistas que quieren cambiar qui¨¦n se alza con el triunfo.

Al principio del juego ya nos sentimos desvalidos por un personaje fr¨¢gil que es incapaz de defenderse. Solo podemos huir en mitad de la desolaci¨®n, usar el ingenio, correr y saltar para salvar la vida que se nos escapa de las manos en un solo golpe certero.

Todo cambia m¨¢s adelante, con una encarnaci¨®n poderosa con la que golpear y destruir. El juego se adapta r¨¢pidamente para que no sea un camino de rosas y s¨ª un bosque de espinas. Abrirnos paso a machetazos sin saber lo que nos espera a cada paso, ?record¨¢is?

El sumun llega con la r¨¢pida alternancia entre ambos roles, cambios que conllevan el total control de la botonera y el pad de direcci¨®n. Ah¨ª es donde dudaremos de nuestras capacidades. Nosotros, tras caer y caer en esos infernales lugares, nos levantamos una y otra vez, y otra, y otra, porque el juego no hace m¨¢s que crecer y expandirse, y para cuando estamos al l¨ªmite de nuestra paciencia, ya no podemos parar porque nos tiene del todo ganados. Esa historia merece un final y ya est¨¢s comprometido con ella y los personajes. Reg¨¢lale a Saviorless tu perseverancia, porque el juego, en contrapartida, ser¨¢ tremendamente generoso contigo. Palabra de Meri.

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