An¨¢lisis de Harold Halibut, un delicioso stop motion que apabulla con su artesan¨ªa, dedicado a una pobre aventura

Hay proyectos que merecen todo el respeto del mundo. Lo que naci¨® como una conversaci¨®n acerca del encanto de las t¨¦cnicas stop motion nada menos que en 2012, acab¨® por ir tomando entidad, y en ¨²ltima instancia se inici¨® un proyecto para realizar un ambicioso videojuego empleando dicha tecnolog¨ªa. El peque?o estudio ubicado en Alemania Slow Bros ha creado una may¨²scula obra de artesan¨ªa en forma de videojuego de rompedora y ¨²nica puesta en escena. Todos y cada uno de los elementos del juego han sido creados a partir de modelos a escala en un taller. Se han creado a mano sets para los escenarios, y modelos de marionetas para los personajes. Posteriormente, se han escaneado en 3d dichos modelos y se han animado e introducido en el juego digitalmente mediante un programa inform¨¢tico. Dicha t¨¦cnica, variante del stop motion, es conocida como fotogrametr¨ªa. Y la verdad es que el resultado final es soberbio en lo visual.

Siguiendo con el amor profesado por la animaci¨®n stop motion, Slow Bros ha apostado por un enfoque muy narrativo para su videojuego, siendo este un h¨ªbrido de juego y pel¨ªcula stop motion. Harold Halibut es un juego puramente narrativo, limitando la interacci¨®n con el jugador casi ¨²nicamente al movimiento del protagonista y a entablar conversaciones con los distintos personajes de la aventura sin mucha posibilidad de elecci¨®n en las mismas. Dicha limitaci¨®n jugable ser¨ªa perdonable si a la colosal puesta en escena del juego le acompa?aran una trama y una narrativa acorde al mismo, pero la verdad es que pese a que la premisa inicial del juego es de lo m¨¢s interesante, este falla a la hora de desarrollarla y de tejer una trama interesante en torno a ella.

Harold Halibut narra una historia de ciencia ficci¨®n con un punto de partida magn¨ªfico, pero el desarrollo de la trama resulta demasiado pueril, casi infantil, los personajes son muy planos, y el desarrollo es demasiado lento e insulso, bordeando el tedio con demasiada frecuencia. Efectivamente, da la sensaci¨®n de ser un proyecto realizado por amantes de la animaci¨®n stop motion, pero sin demasiado trasfondo del mundo del videojuego ni sus infinitas posibilidades. Nos duele ser tan duros con un proyecto que destila mimo y una dedicaci¨®n enorme por los cuatro costados, pero tambi¨¦n nos duele que con unos mimbres tan atractivos se haya facturado un videojuego que m¨¢s all¨¢ de su soberbia y original puesta en escena pocas virtudes m¨¢s le podemos encontrar. Harold Halibut est¨¢ disponible para PC, Playstation 5 y Xbox Series, en Game Pass de lanzamiento, desde el 16 de abril de 2024.

La ¨²ltima esperanza de la humanidad

La historia del juego arranca en una l¨ªnea temporal alternativa, en un 1970 donde la Tierra est¨¢ al borde del desastre nuclear por la tensiones entre varios pa¨ªses, con la amenaza de la guerra total como espada de Damocles que pende sobre la humanidad. Ante tal tesitura, se crea un arca espacial a bordo de la cual partir¨¢n un grupo de personas cuya misi¨®n es hacer que la especie perdure ante el desastre inminente. La Fedora, nombre del arca espacial, parte en su misi¨®n de exploraci¨®n y b¨²squeda de un nuevo planeta para los descendientes de la raza humana. Tras hacer escalas en varios planetas donde no se daban las condiciones de viabilidad necesarias para la especie, un desafortunado incidente con corrientes solares provoca que el arca se estrelle en un planeta cuya superficie est¨¢ enteramente cubierta de agua, quedando atrapada en las profundidades del mismo.

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Los tripulantes establecen una nueva civilizaci¨®n dentro del arca en el lugar de la colisi¨®n, debiendo continuar con sus vidas en tan peliaguda situaci¨®n. El juego arranca 250 a?os despu¨¦s de que el arca abandonara la Tierra. El protagonista del juego es Harold Halibut, ayudante de laboratorio de la jefe cient¨ªfica de la colonia, Jeanne Mareaux, quien pese a los a?os que el arca lleva varada en el planeta alien¨ªgena todav¨ªa tiene esperanzas de idear un plan de escape que les permita abandonar su cautiverio submarino. Como hemos comentado, el punto de partida es magn¨ªfico, y ten¨ªa todos los visos para ofrecer una historia de ciencia ficci¨®n de lo m¨¢s interesante. Desgraciadamente, nos encontramos con una trama de lo m¨¢s pueril, con un desarrollo lento e intrascendente, cansino por momentos, la cual se desarrolla haciendo que el jugador se pegue interminables paseos de un lado para otro en pos de una conversaci¨®n que haga avanzar el juego.

Los personajes carecen de profundidad, y resulta complicado empatizar con ellos. La ut¨®pica sociedad submarina, a priori un caldo de cultivo propicio para una trama de lo m¨¢s interesante, est¨¢ retratada de manera sumamente superficial y banal. La narrativa no est¨¢ resuelta de manera especialmente eficaz, y sufre de un ritmo demasiado pesado. Todo ello adem¨¢s con un aire demasiado pueril, casi infantil. No hay sorpresas, no hay momentos memorables, los personajes son olvidables, y todo ello se agrava cuando precisamente se ha apostado por un desarrollo narrativo como principal baza.

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La vida del recadero

Hay un momento al final del juego donde su protagonista se lamenta de que su vida se limite casi exclusivamente a cumplir recados para los dem¨¢s. Desde luego, si el objetivo de la desarrolladora es que empaticemos con el protagonista al respecto, lo han conseguido con creces. El desarrollo del juego se basa casi por completo en tediosos paseos de una punta a otra del arca, para que una conversaci¨®n donde casi nunca hay posibilidad de elecci¨®n nos permita avanzar en la trama. No hay mucho m¨¢s que rascar, y la necesidad de utilizar unos extra?os tubos de transporte para acceder a las localizaciones, ralentizando las transiciones, no ayuda a eliminar la sensaci¨®n de pesadez de dichos paseos, los cuales adem¨¢s nos obligan a dar varias vueltas sin mucho sentido en varias situaciones.

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No hay ni un ¨¢pice de chispa jugable en el juego, y la sensaci¨®n es la de falta de ideas e incluso de rumbo, algo que el largu¨ªsimo desarrollo del juego ya hac¨ªa sospechar. Hay una, solo una, conversaci¨®n donde podemos elegir respuesta apremiados por el tiempo, y es una situaci¨®n intrascendente en el primer tramo del juego. Nunca m¨¢s aparece dicho medidor de tiempo en conversaci¨®n alguna. Hay una par de intentos de introducir mec¨¢nicas interactivas m¨¢s all¨¢ del insulso desplazamiento por los escenarios, m¨¢s propias de un videojuego infantil que de un t¨ªtulo m¨ªnimamente ambicioso, repiti¨¦ndose para m¨¢s inri alguna en un par de ocasiones. En el tramo final del juego hay un par de situaciones que parece que se van a resolver de manera interactiva, para en ¨²ltima instancia ocurrir en una escena cinem¨¢tica sin posibilidad de interactuar con ella.

Sin ton ni son, el juego nos va apuntando tareas en una pda, donde adem¨¢s recibimos mensajes que a su vez desbloquean tareas secundarias, siempre de lo m¨¢s insulso. Este vac¨ªo jugable ser¨ªa perdonable si la narrativa consiguiera sostener el peso del juego, pero esta falla estrepitosamente como ya se ha comentado, y todo ello se ve adem¨¢s seriamente lastrado por un ritmo demasiado pesado y anodino. Todos los textos del juego est¨¢n localizados a nuestro idioma, en general de manera satisfactoria, aunque hay un par de ellos que aparecen en ingl¨¦s, y alg¨²n peque?o error en alguna l¨ªnea. La duraci¨®n del juego oscila entre las 10 y las 14 horas, en funci¨®n de lo que nos paremos a explorar y el tiempo que decidamos dedicarle a los objetivos secundarios.

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Una soberbia obra de artesan¨ªa

El aut¨¦ntico sentido del juego viene dado por el colosal trabajo de construcci¨®n de su magn¨ªfico apartado visual. El enorme esfuerzo, mimo y cari?o que se ha puesto en los gr¨¢ficos de Harold Halibut lo convierten en un videojuego ¨²nico, y en un soberano fest¨ªn para la vista. Todas las localizaciones est¨¢n digitalizadas a partir de sets con estancias reales a escala, y todos los personajes se han introducido a partir de marionetas, posteriormente animadas de forma digital. Hay un trabajo colosal detr¨¢s de todo ello, artesan¨ªa pura en forma de videojuego. Todo luce de maravilla para ofrecer un aprtadop gr¨¢fico ¨²nico. Cierto es que alguna cara de alg¨²n personaje podr¨ªa estar mejor recreada, pero se le perdona.

La belleza de los escenarios resulta apabullante, especialmente en el tramo final del juego, y las animaciones de los personajes tambi¨¦n destacan por lo ¨²nico de su dise?o y lo bien logradas que est¨¢n. Solo hay que ver los documentales sobre el proceso de creaci¨®n de los gr¨¢ficos del juego para comprender el tit¨¢nico esfuerzo que se ha puesto en ello. Es por ello que resulta una l¨¢stima enorme que semejante despliegue no se vea acompa?ado de similares resultados en los dem¨¢s apartados del juego. En lo tocante al sonido, tenemos un estupendo trabajo de doblaje al ingl¨¦s de todas las voces, junto con una banda sonora correcta pero sin demasiada presencia.

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