An¨¢lisis de Flashback 2, el fallido retorno de un mito

Hay nombres en esta industria cuyo legado es pesado, siendo una tarea complicada estar a la altura del mismo. Flashback es uno de esos nombres de culto que figuran en el altar de los cl¨¢sicos del medio, pese a que el camino de la saga haya sido cuanto menos err¨¢tico m¨¢s all¨¢ de su espectacular e inolvidable primera entrega. Publicado inicialmente en 1992 para el a?orado ordenador dom¨¦stico Amiga 500 de Commodore, no ser¨ªa hasta el a?o siguiente cuando se lanzar¨ªa la versi¨®n de Mega Drive, la cual en palabras de su creador, Paul Cuisset, fue la plataforma original para la que se dise?¨® el proyecto. El impacto del t¨ªtulo fue inmediato, gan¨¢ndose de forma arrolladora el favor de cr¨ªtica y p¨²blico, convirti¨¦ndose en uno de esos t¨ªtulos mencionados una y otra vez cuando se habla de cl¨¢sicos de una ¨¦poca inolvidable.

Flashback era un juego de plataformas y acci¨®n de scroll lateral, con una fuerte vena cinem¨¢tica como no era nada habitual en los t¨ªtulos de aquel entonces. Inclu¨ªa multitud de secuencias realmente espectaculares para la ¨¦poca, y su personaje estaba magistralmente animado empleando la t¨¦cnica del rotoscoping que hab¨ªa popularizado Prince of Persia a?os atr¨¢s. En una ¨¦poca donde la narrativa en los videojuegos a¨²n estaba en pa?ales, Flashback contaba una espectacular historia de ciencia ficci¨®n, compleja, profunda y con personajes muy definidos, cuando la mayor¨ªa de t¨ªtulos del momento se limitaban a plantear al jugador un desaf¨ªo directo sin mayor profundidad m¨¢s all¨¢ de la jugabilidad del mismo. Flashback era un portento t¨¦cnico y audiovisual, y su (corta) exclusividad temporal para Mega Drive, y las posteriores discusiones de si esta o la conversi¨®n para Super Nintendo era mejor fueron combustible incendiario para la enconada guerra de consolas de entonces.

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Hubo un intento de publicar una secuela, abandonado por la realizaci¨®n de otros proyectos (en concreto, Shaq Fu, un inefable videojuego de lucha uno contra uno protagonizado por la estrella de la NBA Shaquille O¡¯Neal, as¨ª se hac¨ªan las cosas en los alocados 90). En 1995 se publicar¨ªa finalmente la continuaci¨®n de Flashback, Fade to Black, un juego de disparos en tercera persona que abrazaba las tres dimensiones y los pol¨ªgonos como empezaba a ser moda imperante en la ¨¦poca. Pese a que cont¨® con una estupenda recepci¨®n tanto de cr¨ªtica como de ventas, el tiempo no ha dejado en muy buen lugar a esta secuela, y el propio Paul Cuisset ha renegado de ella. Un fallido intento de puesta al d¨ªa del cl¨¢sico de 1992 en forma de ins¨ªpido remaster fue la ¨²ltima noticia de la saga hasta ahora. Y pese a todo ello, el nombre de Flashback continuaba siendo una licencia importante para el mundillo, de ah¨ª el revuelo montado en torno al anuncio de esta continuaci¨®n, con el creador del original Paul Cuisset al frente.

Desgraciadamente, esta secuela no logra reverdecer viejos laureles, dejando un t¨ªtulo que quedar¨¢ lastrado por el peso de un nombre al que no logra acercarse ni de lejos. Flashback 2 es un t¨ªtulo que tiene infinidad de problemas, tanto de dise?o como de implementaci¨®n, not¨¢ndose a la legua que es un proyecto de baja inversi¨®n al que adem¨¢s se le ve que le faltan un par de cocciones para poder publicarse en condiciones. Salvo por el protagonista, la trama y la ambientaci¨®n, poco de lo aqu¨ª ofrecido evocar¨¢ a uno de los grandes cl¨¢sicos del g¨¦nero. Flashback 2 es un juego de acci¨®n en tercera persona que mezcla mec¨¢nicas twin stick shooter con ligeros puzles, exploraci¨®n e infiltraci¨®n con un desarrollo tridimensional que no le sienta demasiado bien. Y ya no es que no sea el portento t¨¦cnico que fue su antecesor ni tenga el enorme impacto que este tuvo en su momento, el problema es que en varios apartados da la sensaci¨®n de ser un proyecto amateur desarrollado sin mucho tino.

Curiosamente, si olvidamos el nombre del juego, nos gustan las historias de ciencia ficci¨®n de ambientaci¨®n cyberpunk y nos armamos de paciencia, el juego llega a ser divertido por momentos e incluso hace gala de alguna que otra buena idea. Desde luego, los que se acerquen al t¨ªtulo con el original en mente tienen todas las papeletas para salir completamente escaldados de la experiencia. El t¨ªtulo se publica a un precio de 39,95 euros, algo excesivo, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que le falta por pulir. Est¨¢ disponible en Pc y Playstation y Xbox Series , con versi¨®n para Nintendo Switch programada para el a?o que viene.

El retorno de Conrad B. Hart

El juego arranca tras los acontecimientos de la primera entrega (como ya hemos comentado, el propio Paul Cuisset reniega de Fade To Black), aunque no es necesario haber jugado aquella para disfrutar plenamente de esta continuaci¨®n. Estamos en el a?o 2142, y viviremos una historia de ciencia ficci¨®n de magn¨ªfica ambientaci¨®n cyberpunk de la mano del Conrad B. Hart, protagonista de la saga. La historia narra conspiraciones de alien¨ªgenas cambia formas que pretenden gobernar a la humanidad infiltr¨¢ndose entre sus gobernantes, y est¨¢ narrada a trav¨¦s de una serie de ilustraciones estilo c¨®mic no especialmente inspiradas, nada que ver con las escenas cinem¨¢ticas punteras de su primera entrega.

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La historia es correcta, sin fuegos de artificio pero atractiva, aunque le falta entidad y profundidad. Tampoco es que ofrezca unos personajes especialmente memorables, cumpliendo en todos estos apartados sin m¨¢s. Como ya hemos comentado, no es necesario haber jugado al Flashback de 1992 para entender la trama, aunque esta est¨¢ plagada de gui?os a aquel, buscando la complicidad de los jugadores veteranos, aunque como tambi¨¦n ya hemos comentado estos ser¨¢n los que tengan una actitud m¨¢s beligerante con esta continuaci¨®n. La aventura dura entre 6 y 8 horas, no tiene modos de dificultad a elegir y no ofrece demasiados alicientes para rejugarlo m¨¢s all¨¢ de recolectar unos holocubos donde se narra el trasfondo de este mundo en forma de textos. Dichos textos, as¨ª como todos los del juego, est¨¢n correctamente localizados a nuestro idioma.

Un paso a las tres dimensiones poco acertado

Flashback 2 deja atr¨¢s el desarrollo bidimensional plataformero de la primera entrega para apostar por un acercamiento tridimensional un poco extra?o, con una c¨¢mara muy cercana que adopta diversos ¨¢ngulos. Incluso en ciertas secciones en que esta se sit¨²a en posici¨®n similar a la de la primera entrega, seguimos teniendo movimiento en profundidad adem¨¢s de desplazamiento lateral, y esto provoca dificultad de interacci¨®n con diversos elementos, resultando un tanto frustrante. Habr¨¢ situaciones adem¨¢s en que la c¨¢mara no se coloque en la posici¨®n m¨¢s adecuada, dificultando la visi¨®n o la percepci¨®n de caminos y elementos del escenario. El plataformeo, elemento clave de la primera entrega, se ha sustituido por un salto autom¨¢tico contextual que reduce a la m¨ªnima expresi¨®n el peso de dichas secciones.

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La jugabilidad apuesta por un acercamiento twin stick shooter un tanto extra?o, moviendo al personaje con el stick izquierdo y desenfundando el arma y apuntando con ella con el derecho. El sistema de apuntado es semi autom¨¢tico y un tanto tosco, provocando que los tiroteos, uno de los principales elementos jugables del t¨ªtulo, no sean especialmente satisfactorios. Esto se agrava con un desplazamiento del personaje igual de tosco, sufriendo en nuestras carnes el ver como Conrad se atasca a menudo con diversos elementos del escenario. Dicho movimiento se complementa con una voltereta para esquivar que se sustituye por un extra?o dash si pulsamos dicho bot¨®n con el arma apuntada, el cual tiene una animaci¨®n nada acertada. Esta base jugable necesita un pulido, y desde luego cuesta entender este nuevo enfoque cuando a todas luces haber apostado por una jugabilidad similar a la del primero juego habr¨ªa sido una mejor soluci¨®n que la finalmente empleada.

Las ins¨ªpidas secciones de tiroteos se ven complementadas por secciones que aportan alguna que otra buena idea, como unos puzles de hackeo basados en el deslizamiento de unas fichas sorprendentemente entretenidos e interesantes, secciones de investigaci¨®n donde habr¨¢ que conversar con diversos personajes eligiendo respuestas, o exploraci¨®n de secciones bastante bien dise?adas donde adem¨¢s habr¨¢ que emplear artilugios especiales. Ni mucho son elementos brillantes, pero funcionan, aportan variedad y son mucho m¨¢s interesantes que los fallidos tiroteos. El caso es que parece que el juego est¨¢ empe?ado en darnos una de cal y otra de arena constantemente, porque a estos a?adidos interesantes suma otros nada acertados como un sigilo muy chusco, una secci¨®n en moto repetitiva y carente de inter¨¦s que uno de los propios personajes del juego critica vilmente, y un minijuego de combate de mechas directamente vergonzoso propio de un juego dise?ado por aficionados.

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Estupenda puesta en escena cyberpunk lastrada por los bugs

Lo que m¨¢s nos ha gustado del t¨ªtulo es su buena puesta en escena de un mundo cyberpunk suficientemente atractivo como para que por momentos consigamos disfrutar del t¨ªtulo. La recreaci¨®n de este mundo es interesante, y luce una direcci¨®n art¨ªstica exquisita, aunque nuevamente se ve lastrada por la falta de pulido general que arrastra e t¨ªtulo. La resoluci¨®n es baja y el acabado gr¨¢fico tiene un aire sucio y poco n¨ªtido, siendo adem¨¢s ciertos modelados de risa. Los escenarios son atractivos, aunque algunas animaciones e interacciones con los escenarios son impropias de los tiempos que corren. Los m¨¢s grave son varios bugs importantes que hemos sufrido en nuestra partida, como por ejemplo cierta secci¨®n en que nos deber¨ªa acompa?ar un personaje, y este se queda atascado completamente, impidiendo el avance y teniendo que volver a cargar partida.

Hay infinidad de bugs y errores de programaci¨®n de diversa naturaleza y entidad aqu¨ª y all¨ª, quedando por en¨¦sima vez demostrado que la editora Microids no es amiga de postergar un lanzamiento hasta que este se haya pulido de manera adecuada. El rendimiento del t¨ªtulo tampoco es el adecuado, especialmente en consolas, siendo realmente inaudito que un t¨ªtulo de este nivel gr¨¢fico sufra en no pocas ocasiones para mantener estable una irrisoria tasa de im¨¢genes por segundo de 30 en dichas m¨¢quinas. Una l¨¢stima, porque de haberse editado el t¨ªtulo en mejores condiciones resultar¨ªa una experiencia mucho m¨¢s satisfactoria. El apartado t¨¦cnico se completa con una banda sonora correcta y un buen trabajo de doblaje al ingl¨¦s, sin alardes.

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