An¨¢lisis de Dragon¡¯s Dogma 2, una clase maestra sobre c¨®mo hacer un RPG moderno con sabor a cl¨¢sico

45 horas de combates ¨¦picos y rol de la vieja escuela. Ese es el resumen que firmamos sobre nuestro paso por Dragon¡¯s Dogma 2. El nuevo RPG de Hideaki Itsuno nos ha permitido so?ar con otros tiempos en los que el g¨¦nero no te lo daba todo mascado. Se interpretan las reglas de hoy de una manera similar a la de hace dos d¨¦cadas. Tenemos un juego moderno, directo a los mandos pero con el sabor de la tradici¨®n que tan dif¨ªcil es de encontrar en la plana del triple A.

Lo dec¨ªamos durante nuestro an¨¢lisis en progreso: quer¨ªamos que nuestras conclusiones hicieran justicia al tremendo juegazo que nos ha permitido disfrutar Capcom. Tras haberlo saboreado tenemos claro que se ha convertido en uno de los grandes RPG de la generaci¨®n. Con sus m¨¢s y sus menos en cuestiones t¨¦cnicas, en lo jugable es intachable. Es un no parar de situaciones desafiantes que se generan por puro azar. La ¨¦pica es la t¨®nica habitual de un t¨ªtulo que sorprende incluso despu¨¦s de correr los cr¨¦ditos.

Mundo en constante evoluci¨®n

Muchos, sobre todo quienes no dieron el salto a la primera entrega, se preguntan habitualmente qu¨¦ es lo que hace especial a la marca. Nosotros tenemos claro que una de las claves reside en su mundo. Nos encontramos en un entorno donde el jugador no es el centro del universo. Nuestro personaje, el gran Arisen, convive con el resto de los personajes, desde pueblerinos hasta reyes y nobles de alta alcurnia, como si fuese uno m¨¢s. Tienen sus rutinas, sus costumbres. Seguirles un d¨ªa completo puede derivar en misiones secundarias o situaciones que no forman parte del guion.

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Su director lo dej¨® claro durante la campa?a promocional: ¡°Tu juego es aburrido¡± si el dise?o del mundo abierto abusa del viaje r¨¢pido. Una de las reglas de Dragon¡¯s Dogma 2 es ser previsor antes de dejar atr¨¢s la comodidad de las murallas. Cada viaje entre pueblos o misiones requiere que permanezcamos atentos ante cualquier amenaza que nos quiera hacer frente. Creednos: los combates ser¨¢n constante por los caminos. Desde C¨ªclopes hasta enormes Grifos, nunca sabes qu¨¦ va a salir entre las ramas de un bosque.

El talento de Capcom se demuestra con el paso de las horas. Puede que ya hayamos quemado las situaciones, pero siempre hay algo que sorprende al cabo de las 10, 20 y 30 horas en adelante. El viaje r¨¢pido queda supeditado al uso de unas piedras teletransportadoras muy escasas durante el grueso de la aventura. Puedes elegir a dedo hacia qu¨¦ lugar elegir si cuentan con un cristal compatible, pero evidentemente no todos los lugares lo tienen. Por tanto, al final no te queda m¨¢s que decidir cu¨¢ndo tomar carretera y manta.

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Y es que, al igual que en el original, la hora del d¨ªa influye en la partida. Cuando cae la noche no se ve nada. La linterna en nuestra cintura es el ¨²nico foco de luz al que podemos agarrarnos... adem¨¢s de a otros tipos de enemigos que salen cuando cae el sol. Pero no creas que el mediod¨ªa est¨¢ exento de riesgos. Una vez se nos ocurri¨® probar el sistema de bueyes, a los que te puedes montar para viajar entre algunas localizaciones. A mitad de trayecto un enorme Grifo descendi¨® de los cielos y destroz¨® todo el carromato. Nos quedamos sin viaje, sin el dinero del billete y encima con alguna que otra herida.

Un combate que bebe de Monster Hunter

Las similitudes con Monster Hunter a la hora de combatir son m¨¢s que evidentes, empezando por las reglas que debes seguir. El control de la energ¨ªa y tu posici¨®n en combate son algunos de los puntos que debes seguir para no quedarte atr¨¢s. Pero tambi¨¦n se tiene en cuenta el lugar en el que golpeas a los enemigos, de qu¨¦ manera lo haces y en qu¨¦ estado est¨¢n. En los primeros compases puedes pensar que no es para tanto, pero cuando combate contra enemigos de enorme poder la cosa cambia.

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Lo queremos dejar claro desde ya: Dragon¡¯s Dogma 2 probablemente tenga uno de los mejores combate contra dragones que se ha visto en el g¨¦nero. As¨ª de claro. Lo decimos por envoltorio, por la ¨¦pica que construye a su alrededor y de qu¨¦ manera combate contra ellos. Tienes que escalar, tienes que vigilar la energ¨ªa, debes saber cu¨¢ndo esquivar y cu¨¢ndo ser ofensivo... Los dragones son puro nervio y es algo que se refleja desde el inicio.

Pero lo que ensalza el combate es su complejo sistema de f¨ªsicas. Un empuj¨®n en el momento adecuado o un agarre que desestabilice al contrario son herramientas que tienen incluso m¨¢s valor que el acero. Porque leer el entorno tambi¨¦n afecta. Los c¨ªclopes que se aventuran al filo de un acantilado son un excelente material para fabricar un puente viviente. Y este tipo de sorpresas se extienden a lo largo de la aventura a todos los niveles. Al combate tambi¨¦n le favorece la diversidad de clases, aqu¨ª llamadas vocaciones. Hay 10 disponibles a lo largo de la aventura y puedes alternarlas entre s¨ª en cualquier punto de gremio o taberna. Seleccionar una no es una decisi¨®n firme hasta el final del juego. De hecho, el juego te anima a experimentar entre ellas, algo que luego tiene su efecto positivo al combinar habilidades pasivas.

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En nuestro caso casi siempre hemos procurado jugar como Guerrero, que es la vocaci¨®n que act¨²a como un tanque cl¨¢sico en cualquier RPG. Adopta posturas de combate en las que es dif¨ªcil ser derribado, pero golpea muy lentamente. Hace mucho da?o con su mandoble, el ¨²nico tipo de arma que puede empu?ar, pero es torpe encima de un enemigo. Como puedes apreciar, cada vocaci¨®n est¨¢ limitado a un tipo de equipo concreto. Entre las que se a?aden aparece el Lancero M¨ªstico, h¨¢bil con la telequinesis, y el ilusionista, una vocaci¨®n que no ataca directamente, sino que crea se?uelos con los que confundir a los rivales.

Cada decisi¨®n (y pe¨®n) cuenta

Pero la lucha no ser¨ªa lo mismo sin la compa?¨ªa de nuestros peones. Podemos llevar hasta tres acompa?antes al mismo tiempo, quienes est¨¢n controlados por la inteligencia artificial. Uno de ellos es nuestro fiel escudero, mientras que otros dos pueden ser contratados a trav¨¦s de internet a partir de las creaciones de otros jugadores. Aunque no tenga un cooperativo cl¨¢sico, poder compartir la aventura con los compa?eros de tus amigos crea una sensaci¨®n de comuni¨®n como pocos juegos hacen. Adem¨¢s, tienen personalidad: t¨² decides c¨®mo van a actuar y de qu¨¦ manera se van relacionar con el entorno.

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La gracia del sistema va m¨¢s all¨¢ de que te ayuden en combate. Los peones van adquiriendo conocimiento a medida que completan misiones o combate contra un tipo de enemigo en espec¨ªfico. Cuando saben c¨®mo resolver ciertos pasos de las misiones te lo indicar¨¢n en tiempo real. Incluso son m¨¢s efectivos contra ciertos enemigos si cuentan con un largo recorrido aprendiendo c¨®mo hacerles da?o.

Hay que destacar que, frente al original, el n¨²mero de misiones con tiempo l¨ªmite es mucho menor. La mayor¨ªa de objetivos a tu alcance pueden ser completados a tu ritmo; sabr¨¢s cu¨¢les son las que requieren tu atenci¨®n al momento por un s¨ªmbolo que se pinta al lado de su casillero. Lo que s¨ª se mantiene al mismo nivel es a la hora de contarte qu¨¦ debes hacer. Muchas veces resulta ser algo evidente, pero otras tantas implican un conocimiento profundo sobre los sistemas de juego. Nos recuerda a las grandes tardes del g¨¦nero en cl¨¢sicos como Divinity o Morrowind. Cuando ves que es posible algo que resulta coherente, pero no la t¨®nica que se puede ver en un videojuego, es imposible no esbozar una sonrisa.

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Completar la aventura nos ha llevado 45 horas. Es un juego denso, quiz¨¢ algo corto si vas a pi?¨®n a la aventura principal. L¨®gicamente Dragon¡¯s Dogma 2 te invita a perderte por su mundo, explorarlo de cabo a rabo y experimentar con lo que hay ah¨ª fuera. Por eso esa duraci¨®n, aunque nos hemos dejado mucho por el camino. No queremos entrar a desvelar las sorpresas que hay tras correr los cr¨¦ditos. Si sabes los pasos puedes desbloquear un nuevo final que da inicio a un postgame espectacular. De nuevo, de los mejores contenidos que hemos visto tras correr los cr¨¦ditos. Es un aut¨¦ntico espect¨¢culo que merece la pena que lo descubr¨¢is por vosotros mismos. Lo que s¨ª tenemos que se?alar es la escasez de ciudades con empaque. Las grandes ciudades, tres en todo el mapa sin contar asentamientos, no tienen tanta miga como en el original.

Lastre en lo t¨¦cnico

Todo hay que decirlo: en lo negativo tenemos que se?alar su irregular rendimiento. La versi¨®n a la que hemos tenido acceso corresponde a la de PS5, y en ella hemos sufrido un framerate que a veces resulta inc¨®modo de jugar. Nos gustar¨ªa poder bloquear el framerate a 30 im¨¢genes por segundo. De hecho, Capcom ya ha desvelado que trabaja en a?adir esa opci¨®n, pero hasta que llegue resulta molesto jugarlo en estas condiciones.

Visualmente est¨¢ lejos de ser malo. En lo gr¨¢fico luce m¨²sculo por la densidad de personajes en pantalla y los cambios en la iluminaci¨®n. Hay que tener en cuenta la cantidad de sistemas que corren tras las bambalinas. Solo en rutinas tira mucho de procesador. El RE Engine da para lo que da. No es un juego de aut¨¦ntica nueva generaci¨®n, pero s¨ª tiene cosas muy vistosas.

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Este an¨¢lisis ha sido realizado gracias a una copia cedida por Plaion Espa?a.