
Blue Prince
- PlataformaPC9PS5XBS
- G¨¦neroAventura, Puzle
- DesarrolladorDogubomb
- Lanzamiento10/04/2025
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
- EditorRaw Fury Games
Review
An¨¢lisis de Blue Prince, la reinvenci¨®n roguelike de los juegos de puzles
Dogubomb debuta con un juego de puzles desafiante e innovador que aplica lo mejor del roguelike al g¨¦nero de los rompecabezas.
Los juegos de puzles suelen plantear un rompecabezas, pedirte una soluci¨®n m¨¢s o menos rebuscada y pasar a otra cosa. Alg¨²n acertijo habr¨¢ que te obligue a devanarte los sesos, pero el proceso no var¨ªa. La gracia de un rompecabezas empieza cuando lo descubres y termina cuando lo descifras. Es un orden inalterable y nadie espera otra cosa. ?O acaso hay encanto en regresar a un enigma cuya respuesta ya conoces? Claro que no. Lo normal es resolver un puzle, no rejugarlo.
Pero Blue Prince no es un juego de puzles normal. Aqu¨ª los acertijos y tus herramientas para investigarlos cambian partida tras partida. Desde niveles procedurales hasta muerte permanente, la obra de Dogumbomb toma lo mejor del roguelike y lo aplica a un g¨¦nero poco dado a tanto cambio. El resultado, un juego de rompecabezas ¨²nico, ingenioso y fresco. No es casualidad que referentes de la industria como LocalThunk, creador de Balatro, lo pongan por las nubes.
Una mansi¨®n llena de secretos
En Blue Prince jugamos como Simon, un chaval de 14 a?os que est¨¢ a punto de heredar la fortuna del bar¨®n Herbert S. Sinclair. Amante de los rompecabezas, el t¨ªo abuelo del protagonista s¨®lo le puso una condici¨®n: encontrar la habitaci¨®n 46 en la mansi¨®n familiar de Mount Holly. El truco est¨¢ en que al edificio tan s¨®lo se le conocen 45 estancias que, para m¨¢s inri, cambian de disposici¨®n a diario. Todo un misterio.
Nada m¨¢s llegar a la finca nos topamos con el vest¨ªbulo, una sala con tres puertas y un plano (blueprints en ingl¨¦s, que se pronuncia como el t¨ªtulo). En ¨¦l no hay m¨¢s indicaci¨®n que la posici¨®n del propio vest¨ªbulo y la de la antec¨¢mara, cada una en un extremo de una cuadr¨ªcula de 5x9. Llegar all¨ª ya es un reto en s¨ª mismo, pues uno nunca sabe lo que deparar¨¢ cada aposento. Tampoco es que dispongamos de todo el d¨ªa. En cada intento podemos dar 50 pasos, energ¨ªa que consumimos cada vez que cruzamos una habitaci¨®n y que conviene gestionar con cautela.

Al abrir una de las puertas podemos elegir entre tres habitaciones al azar, cada una con un prop¨®sito distinto. Los dormitorios sirven para recuperar el aliento y reponer el contador de pasos. En los vestidores hay monedas, gemas y llaves para comprar objetos, acceder a ciertas zonas y desbloquear puertas respectivamente. Y los salones cobijan puzles en el sentido m¨¢s tradicional. Por ejemplo, uno en el que se nos presentan tres cajas selladas con una nota en cada una y una llave, sin m¨¢s pista que la promesa de que una nota dice la verdad y otra miente. T¨² ver¨¢s cu¨¢l abres.
M¨¢s all¨¢ de la funci¨®n, la disposici¨®n de las habitaciones tambi¨¦n cambia. Las hay con varias puertas, ideales para seguir avanzando en m¨²ltiples direcciones, conseguir recursos y disponer de alternativas. Pero tambi¨¦n abundan las estancias sin salida que niegan el avance en esa direcci¨®n. A veces compensa, como cuando escoges el armario y se te premia con dos objetos raros como un dado de marfil con el que resetear las posibles habitaciones.

Otras, no tanto. Si te quedas sin pasos o sin rutas por las que seguir avanzando, la jornada terminar¨¢ y te tocar¨¢ empezar de cero al d¨ªa siguiente. La ¡°muerte¡± en Blue Prince es permanente y tanto los recursos como las habitaciones elegidas se resetean entre intentos. Salvo por peque?as excepciones, lo ¨²nico que prevalece es tu conocimiento de la mansi¨®n. Y eso es todo lo que necesitas.
Mount Holly, donde puzles y roguelike se dan la mano
Blue Prince tiene m¨¢s de roguelike que de roguelite. Te lo arrebata pr¨¢cticamente todo entre partidas y el progreso viene m¨¢s bien dado por tu entendimiento del juego y su mundo. La mansi¨®n siempre cuenta con un m¨¢ximo de 45 estancias, pero t¨² aprendes paulatinamente cu¨¢ndo y c¨®mo conviene disponerlas sobre el plano. El verdadero puzle, saber navegar la mansi¨®n de Mount Holly, es algo que se cocina a fuego lento. Intento tras intento, habitaci¨®n a habitaci¨®n.

Pronto descubrir¨¢s lo conveniente que es acumular llaves al inicio y asegurarte el avance en los aposentos m¨¢s avanzados, donde es m¨¢s com¨²n toparse con cerraduras. Tambi¨¦n entender¨¢s que Mount Holly alberga pistas y trampas por igual, de modo que no deber¨ªas confiar en todas las notas que hallas por el camino. Hasta alcanzar¨¢s la iluminaci¨®n al comprender que avanzar en l¨ªnea recta casi nunca es la respuesta.
Llega un punto en que la infinidad de combinaciones deja de abrumarte, en que disfrutas de sacar papel y l¨¢piz para apuntarte una posible pista. Ah¨ª es cuando Blue Prince hace clic y se revela como un juego de rompecabezas profundo, lleno de matices y con una historia que contar.
Mount Holly no s¨®lo cobija un desaf¨ªo de orientaci¨®n, sino tambi¨¦n un relato familiar que se narra de fondo. Raro es entrar en una estancia que no hospede una carta, una foto, un diario o un email primitivo (el juego transcurre en 1993). En cada uno hay un pedacito de historia sobre la familia de Simon y su entorno que ayudan a entender tu papel en todo esto. La mayor¨ªa de pistas est¨¢n ah¨ª desde la primera partida, pero es al progresar cuando todo cobra sentido y entiendes lo que est¨¢ sucediendo.

No queremos destripar la trama del juego, as¨ª que qued¨¦monos con que Mount Holly es convenientemente laber¨ªntica tanto para quien disfruta de los puzles como para quien oculta un secreto. Poco importa perderse entre estas paredes cuando la atm¨®sfera es tan envolvente y bella. Da gusto pasar tiempo en Mount Holly. Incluso cuando no dejas de encontrarte la misma sala una y otra vez.
Los riesgos de la aleatoriedad
Quiz¨¢ lo ¨²nico frustrante del juego sea precisamente lo que lo hace tan ¨²nico. Ese momento en el que ya comprendes la mansi¨®n y est¨¢s cerca de resolver un secreto, pero la aleatoriedad te zancadillea. Fastidia ir sobrado de pasos, tener unas cuantas llaves en el bolsillo y que no aparezca la habitaci¨®n que necesitas. Peor a¨²n, que siempre te salgan las mismas y que un juego que presume de frescura termine resultando repetitivo. Abundan los callejones sin salida, momentos que escapan a tu control y en los que el margen para la estrategia es casi nulo. Ah¨ª tu conocimiento del mundo no importa tanto como tu suerte.

Dicho eso, no concebimos una partida en la que no te lleves al menos una pizca de sabidur¨ªa. Blue Prince te lanza tantos misterios a la vez, tiene tantas capas jugables y narrativas, que nunca sientes que est¨¦s perdiendo el tiempo. Hubi¨¦ramos agradecido un poco m¨¢s de metaprogresi¨®n, m¨¢s avances que perduren entre intentos. Creemos que hubiera encajado como la ¨²ltima pieza de un puzle, sobre todo para darle m¨¢s peso a la planificaci¨®n y la estrategia.
Asimismo, habr¨¢ a quien se le atragante el ingl¨¦s, con textos cargados de acertijos y mensajes ocultos que exigen cierto dominio del idioma para no perderse todav¨ªa m¨¢s. Es un juego que, lejos de ser casual, te pide expl¨ªcitamente que tengas a mano una libreta para tomar notas. Y si el idioma es una barrera para ti, conviene que lo tengas presente.
Conclusi¨®n
Blue Prince un juego de los que te acompa?an incluso cuando apagas la pantalla. Sus puzles exigen toda tu atenci¨®n para, a cambio, brindarte una experiencia casi siempre fresca. Y decimos ¡°casi siempre¡± porque la generaci¨®n aleatoria de habitaciones puede generar malas pasadas, derivando en callejones sin salida, cierta repetitividad y la consecuente frustraci¨®n. Son ocasiones contadas, eso s¨ª. La mayor¨ªa de partidas te premian con algo nuevo, ya sea un objeto, un pedacito de historia o una pista para tu pr¨®ximo intento. Innovador y desafiante, sin duda es un imprescindible para los fans de los puzles y uno de los mejores juegos en lo que va de a?o.
Lo mejor
- Aire fresco para los juegos de puzles.
- Te obliga a coger papel y boli, ideal para amantes del g¨¦nero.
- Siempre te deja con ganas de echar otro intento.
Lo peor
- La aleatoriedad puede ser frustrante.
- Lo mismo cuando llevas varias partidas y no paras de ver las mismas salas.
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Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.