Maus, el Pulitzer que han prohibido en Tennessee

La reciente prohibici¨®n de Maus en un colegio de Tennessee ha vuelto a disparar la venta de esta extraordinaria novela gr¨¢fica que retrata las vivencias de la familia de Art Spielgeman en Polonia durante el auge y ca¨ªda del regimen nazi en Alemania. Este veto, la reciente quema de libros de Harry Potter en ese mismo estado o la recomendaci¨®n de no leer de 'V de Vendetta' y '1984' en una Universidad de Northampton responden a un pensamiento que hace m¨¢s necesario que nunca la publicaci¨®n de este tipo de c¨®mics que sirven para fomentar el pensamiento cr¨ªtico y poner en el foco algunos de los problemas que la sociedad del like quiere esconder.

Art Spielgeman, en una reciente entrevista en El Pa¨ªs, relaciona este fen¨®meno con el trumpismo y la ola de fundamentalismo que se vive en Estados Unidos: "Me pareci¨® una demostraci¨®n del loco antisemitismo que sigue existiendo en EE UU". Curiosamente la novela estuvo prohibida en la URSS por considerarla propaganda nazi y parte de la comunidad jud¨ªa tambi¨¦n cree que se ha trivializado la tragedia.

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Un creador independiente

Art Spielgeman naci¨® en Estocolmo en 1948, aunque a los tres a?os la familia se march¨® a Estados Unidos donde fijar¨ªa su residencia. Es hijo de emigrantes jud¨ªos polacos (Vladek y Anja) ambos supervivientes de los campos de concentraci¨®n, pero que vieron como su primog¨¦nito, Richieu, se convert¨ªa en uno de los seis millones de jud¨ªos exterminados por los alemanes. Desde muy peque?o Art se sinti¨® atra¨ªdo por los c¨®mics y estudi¨® cartooning en la School of Art and Design de Manhattan. Comenz¨® a hacer trabajos profesionales de dibujante a los diecis¨¦is a?os como ilustrador para la Topps Chewing Gum Co. en la serie Garbage Pails Kid (La pandilla basura) a la vez que realiza historias underground de car¨¢cter autobiogr¨¢fico, entre ellas destaca Prisionero del planeta Infierno, donde vuelca sus miedos a ra¨ªz el suicidio de su madre y sus problemas psiqui¨¢tricos (1968). En 1971 se muda a San Francicsco y se relaciona con autores independientes que forman el movimiento underground, cuya m¨¢xima figura es Robert Crumb.

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En 1978, un a?o despu¨¦s de casarse con Fran?oise Mouly, funda RAW, una revista que da cabida a trabajos de autores que est¨¢n fuera de los circuitos comerciales. Es aqu¨ª donde inicia la publicaci¨®n de Maus en formato serial, aunque m¨¢s tarde ser¨ªa recopilada en dos tomos como novela gr¨¢fica por la editorial Pante¨®n: Mi padre sangra historia (1986) y Y all¨ª empezaron mis problemas (1991). La trascendencia de la obra fue tal que se convirti¨® en un aut¨¦ntico fen¨®meno social y recibi¨® el Premio Pulitzer en 1992, siendo el ¨²nico trabajo de esta disciplina que ha recibido el galard¨®n.

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Mi padre sangra historia

En este primer volumen arranca con los a?os previos a la II Guerra Mundial y relata a trav¨¦s de la figura de su padre el crecimiento del antisemitismo en la sociedad polaca. De una manera natural y a trav¨¦s de vivencias cotidianas de familiares y amigos, Art ofrece un lienzo devastador de la deshumanizaci¨®n tanto de los simpatizantes nazis como de los propios jud¨ªos. Narra la vida de su padre primero como un joven gal¨¢n lleno de ilusiones, luego como empresario de ¨¦xito, su participaci¨®n en la guerra y sus vivencias como prisionero de guerra y, por ¨²ltimo, su conversi¨®n en un buscavidas para mantener a salvo a su familia de la persecuci¨®n de los nazis. A la vez que cuenta su pasado, Art mantiene una segunda l¨ªnea narrativa en la que explica a trav¨¦s de conversaciones con su progenitor c¨®mo est¨¢ siendo el proceso creativo de la novela gr¨¢fica. Aqu¨ª vuelca sus dudas como creador y? sus sentimientos m¨¢s profundos hacia su padre y su fallecida madre. El volumen se cierra cuando son capturados sus padres en 1944 intentando salir del pa¨ªs rumbo a Hungr¨ªa.

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Y all¨ª empezaron mis problemas

Aqu¨ª la historia se centra en las vivencias en los campos de exterminio de Auschwitz, Birkenau y Dachau, son p¨¢ginas de un realismo brutal donde Spielgman no intenta suavizar el horror vivido por los prisioneros. Explica el d¨ªa, las formas en las que son asesinados por los carceleros (mucho de los cuales no son alemanes), la m¨¢quina de exterminio creada por los nazis y los trucos que Vladek utiliz¨® para que sobrevivieran tanto ¨¦l como Anja. A partir de mitad del volumen, coincidiendo con su puesta en libertad de Vladek, el relato se centra m¨¢s en la figura actual de su padre, un viejo cascarrabias, avaro y hasta racista, que hace muy dif¨ªcil la convivencia a las personas que le rodean. Una visi¨®n honesta de su progenitor que a?ade verosimilitud al relato y que no resta ni una pizca de heroicidad a una figura que luch¨® con todas sus fuerzas por sobrevivir al horror.

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Estilo muy personal

Art Spielgman presenta una obra con un estilo diferencial que le aleja de modas y le permite retratar el Holocausto en toda su dimensi¨®n. En primer lugar opta, al igual que Spielberg en su Lista de Schindler, por el uso del blanco y negro. Sus dibujos son duros, con trazos contundentes y combina magistralmente la plumilla y el carboncillo. La disposici¨®n de las vi?etas es cl¨¢sica, con abundantes bocadillos y didascalias. Solo rompe la estructura para se?alar un momento importante en la historia y las ocasiones en que emplea una p¨¢gina para una ilustraci¨®n son escasas, aunque estas son de una belleza descomunal (llegada a Auschwitz).

La otra gran caracter¨ªstica de la obra es la presentaci¨®n de los personajes como animales seg¨²n su origen, algo que recuerda a Rebeli¨®n en la granja de Orwell. Los jud¨ªos son ratones; los alemanes, gatos; los polacos, cerdos; los estadounidenses, perros; los franceses, ranas; los suecos, ciervos... Esto le permite por un lado una r¨¢pida identificaci¨®n visual de los personajes y una deshumanizaci¨®n de los mismos, porque sus rasgos son sumamente parecidos. A¨²n as¨ª estos animales antropomorfos son capaces de transmitir sus emociones a trav¨¦s del lenguaje corporal. Art es un maestro en ello y sus vi?etas, ricas en detalles, dan informaci¨®n relevante para comprender el mensaje general del relato.

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Sus detalladas descripciones de las instalaciones en los campos de exterminio se basan en informaci¨®n de primera mano de su padre. Explica de manera did¨¢ctica c¨®mo funcion¨® la Soluci¨®n Final, el tama?o y la disposici¨®n de los edificios, el sistema de control en los campos, las rutinas, las comidas, la ropa y los trapicheos, tanto con guardias como con otros prisioneros. Cuenta tambi¨¦n los medios que utilizaron los alemanes en los ¨²ltimos d¨ªas para ocultar los cr¨ªmenes, tanto desmontando los crematorios como masacrando a los ¨²ltimos prisioneros polacos y h¨²ngaros.

A diferencia de Spielberg, que centra m¨¢s la maldad en determinados individuos, Spiegelman se?ala al sistema y a la cooperaci¨®n de la sociedad, bien de manera activa o pasiva, bien de manera ideol¨®gica o ego¨ªsta, como factores determinantes del Holocausto.

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