Un d¨ªa para olvidar del golf espa?ol en Augusta

En la profusa historia de Espa?a en el Masters de Augusta este viernes figurar¨¢ si acaso como nota a pie de p¨¢gina. Fue una jornada que acab¨®, salvo que medie milagro, con las opciones de ver a un compatriota enfund¨¢ndose la chaqueta verde. Y por un golpe, el que separ¨® a Jon Rahm del corte, no dej¨® el fin de semana hu¨¦rfano de espa?oles por primera vez desde 1985.

La peor parte se la llev¨® Sergio Garc¨ªa, que si el jueves jug¨® de f¨¢bula sin premio, esta vez se atragant¨® con el campo que elev¨® en 2017 su carrera a las cotas que su talento precoz anunciaba ya a finales del siglo pasado, y entreg¨® un 76 (+4 para +4). Si en la primera vuelta el putter evit¨® un aprovisionamiento que le habr¨ªa venido de perlas 24 horas despu¨¦s, en la segunda todo se torci¨® de salida, con una bola desde la calle del 1 que abri¨® demasiado y le cost¨® el bogey.

El birdie al 5 un espejismo de reacci¨®n. Del 3 al 12 se dej¨® cinco golpes m¨¢s, desafinado con los hierros en un campo de segundos golpes y el birdie al 13 no le dar¨¢ para meterse entre los 50 primeros y empatados que tienen derecho a completar el Masters cada a?o. En una temporada hasta ahora brillante, se adivinaba una profunda decepci¨®n en su rictus cuando pas¨® por la zona mixta. ¡°Me ha costado pegar golpes con confianza y no he tenido buena fortuna con los putts¡±, glos¨®.

En cuanto a Jon Rahm, no le har¨ªa justicia a su vuelta de 71 (-1 para +2) decir que fue buena ni mala. M¨¢s bien fue rara. 17 pares y un birdie, este adem¨¢s con una genialidad desde el bunker. Algo que habr¨ªa que bucear mucho en los almanaques para encontrarle parang¨®n, m¨¢s a¨²n en un campo que tiende a tornar las tarjetas en jerogl¨ªficos. ¡°He hecho muchos up and downs para salvar el par y con suerte pasar¨¦ el corte, pero no he estado bien. Muchos swings malos y muchos errores que me han dejado en mala posici¨®n. S¨ª que creo que he tirado muchos buenos putts y no ha entrado ninguno¡±, desglos¨® con un gesto algo m¨¢s animado. Y aunque sabe que la cuesta es empinada, no se descart¨®. Al fin y al cabo es golf. ¡°Creo que tengo que ser positivo, disfrutar, aunque la cosa haya estado dura ah¨ª afuera. No ser¨ªa la primera vez que alguien sale pronto un s¨¢bado y se da una oportunidad¡±, apunt¨® optimista.

En otra dimensi¨®n, pues de ¨¦l ya no se espera nada m¨¢s all¨¢ de poder seguir disfrutando de su golf y su persona el mayor tiempo posible, entra lo de Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, quien fabric¨® motivos para so?ar con verle por segundo a?o consecutivo pinchar bola en el 1 un s¨¢bado con nueve hoyos m¨¢gicos. 34 golpes llevaba a la altura del 10, antes de que las leyes de la naturaleza se impusieran. Los nueve segundos los hizo en 40, 74 en el acumulado (+2 para +7).

La buena noticia es que le queda cuerda, pues ya asegur¨® que se plantea como objetivo jugar el Masters hasta 2029, cuando en caso de no fallar llegar¨ªa a los 100 grandes disputados, un club que merece tanto a Chema como ¨¦l se merece estar en ¨¦l. ¡°Venir aqu¨ª y ver este paisaje, solo eso, ya es un privilegio. Y venir por el motivo que es, que es haber ganado el torneo, es m¨¢s especial a¨²n. En ese sentido siempre es agradable¡±.

El ¨²ltimo en salir al campo, Josele Ballester, que ven¨ªa de una tarde complicada el jueves por la escalada medi¨¢tica que tom¨® su pis en el 13, se despidi¨® tambi¨¦n tras firmar un +6 para +10 en un d¨ªa en el que ve¨ªa ¡°imposible¡± hacer birdies. Ya tendr¨¢ tiempo de fabricar nuevos y mejores recuerdos que los de esta semana en Augusta.

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