Sean O¡¯Malley, el peleador que quer¨ªa combatir con Topuria y termin¨® cambiando de opini¨®n

El efecto provocado por la enorme victoria de Ilia Topuria ha sacudido toda la compa?¨ªa. El impacto de un camepe¨®n tan joven y dominante, asusta a sus rivales y emociona a sus nuevos fans, que crecen por miles cada d¨ªa. Figuras de gran experiencia en el peso pluma, como son Hollway, Ortega o Yair, han pasado de menospreciar al hispanogeorgiano a referirse a ¨¦l en cada una de sus apariciones medi¨¢ticas, consecuencias que trae consigo el ganar un cintur¨®n.

Lejos de esa nueva tendencia de citar a Topuria, un hombre viene viendo el potencial del hispanogeorgiano desde hace meses, forjando una relaci¨®n de enemistad que invite a hacer una de las peleas m¨¢s medi¨¢ticas de las que se pueden dar en la actualidad. Sean O¡¯Malley, campe¨®n de peso gallo, pas¨® mucho tiempo desafiando a Topuria y especulando con una hipot¨¦tica subida de divisi¨®n para enfrentar al nuevo campe¨®n de las 145 libras.

Hace unos d¨ªas, algo ha cambi¨® en el orden de prioridad de ¡®Suga¡¯. El estadounidense, al ser preguntado por Topuria, desvi¨® su futuro hacia otro lado, algo que rompe con su antiguo discurso: ¡°Realmente quiero enfrentarme a ¨¦l (Topuria). Me emociona, pero siento que se puede decir que estoy evitando a Merab (Dvalishvili) y no es as¨ª. Merab es el siguiente, lo voy a mandar a dormir, Voy a volver a ponerle recta esa nariz¡±, dijo O¡¯Malley acerca de su futuro tras UFC 299.

Merab, campe¨®n sin corona

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Dvalishvili lleva mucho tiempo siendo merecedor de una oportunidad titular. El georgiano afincado en Estados Unidos es uno de los peleadores m¨¢s dominantes del peso gallo. Su bestial cardio y su dominio en la lucha y el suelo han impulsado una carrera que comenz¨® con un 0-2 en UFC. Despu¨¦s de aquellas dos derrotas, Merab acumula una racha de 10 victorias seguidas.

¡®The Machine¡¯, como es apodado Dvalishvili, acumula en sus espaldas victorias contra grandes leyendas como Jos¨¦ Aldo, Petr Yan o Henry Cejudo. El ¨²nico escollo que le imped¨ªa ir a por el cintur¨®n era su profunda amistad con Aljamain Sterling, qui¨¦n estuvo siendo campe¨®n de la categor¨ªa durante m¨¢s de dos a?os y medio. Tras la derrota de ¡®Aljo¡¯ ante O¡¯Malley, un nuevo espectro de metas se abrieron para el georgiano que ya es, extraoficialmente, el pr¨®ximo retador al t¨ªtulo.