Rahm se pone en modo supervivencia en el British Open

Escocia fue Escocia en la primera jornada del 152? British Open. Es decir, las cuatro estaciones en un d¨ªa. Amaneci¨® encapotado Troon, al poco empezaron el sirimiri y la brisa racheada, para mediod¨ªa asom¨® t¨ªmidamente el sol y a la hora de comer precipit¨® de nuevo, ah¨ª ya con unos vientos considerables. La situaci¨®n torn¨® en ejercicio de supervivencia y Jon Rahm, el m¨¢s madrugador de los espa?oles, tuvo que atarse la bandana de Rahmbo para mantener vivas sus opciones de alzar por primera vez la Jarra de Clarete. En esa carrera la mejor candidatura del turno de ma?ana la present¨® Justin Thomas, l¨ªder en casa club con un un 68 (-3).

En el 2, en el 5, en el 9, en el 10, en el 14... Hace falta al menos una mano entera para contar los pares comprometidos que fue salvando Jon en una vuelta en la que no consigui¨® descifrar las corrientes e¨®licas del fiordo de Clyde, fallando m¨¢s de la mitad de las calles y cerca de la mitad de los greenes. Su juego corto acudi¨® al rescate y supo mantener la compostura cuando vinieron mal dadas. Como en el par 5 del 4, en el que sac¨® un seis bienvenido tras enredarse de salida en la festuca y encontrar con el tercer golpe uno de los diab¨®licos bunkers de Troon. No en vano al que defiende el green del 8 por la derecha se le conoce como ¡®El ata¨²d¡¯.

Precisamente ah¨ª, en el ¡®Sello de correos¡¯, el hoyo m¨¢s corto de toda la rotaci¨®n del Open, Rahm dejar¨ªa su mejor hierro del d¨ªa, un wedge con derrape que le vali¨® el que ser¨ªa a la postre su ¨²nico birdie. Le quedaban los nueve segundos, los m¨¢s dif¨ªciles del trazado, en los que se dej¨® dos golpes. El primero en el 13, con un drive fatal cuando parec¨ªa que empezaba a afinar las salidas, y el segundo en el 16, el ¨²ltimo par 5 de la vuelta y el hoyo m¨¢s amable este jueves. Caz¨® la calle, pero la festuca volvi¨® a hacer de las suyas tras fallar el segundo impacto. Al final, 73 golpes (+2). De tee a green tiene muchos deberes para el viernes.

¡°Ocho de los primeros nueve hoyos son todos hacia la derecha y hoyos largos y dif¨ªciles. Justo cuando piensas que puede ser un poco m¨¢s f¨¢cil, a favor del viento, en realidad no lo es. Los ¨²ltimos nueve hoyos son muy dif¨ªciles, brutales, especialmente el 14 y el 17, y los pares 3 son muy, muy dif¨ªciles. Jugu¨¦ bien. Lo que pude hacer fue meter muchos buenos putts para par que mantuvieron la ronda, pero s¨ª es cierto que no me coloqu¨¦ en las mejores posiciones para hacer un par de birdies y terminar par o bajo par, lo que hubiera sido una ronda fant¨¢stica¡±, relat¨® despu¨¦s.

En esas condiciones tan British la selecci¨®n natural prim¨® el callo de jugadores como el sueco Noren (-2), el ingl¨¦s Justin Rose (-2 en una de las pocas vueltas matinales sin bogeys) o el australiano Adam Scott (-1). Ninguno alcanz¨® los guarismos de Justin Thomas, quien se habr¨ªa disparado en cabeza de no ser por una secuencia terrible, doble bogey-bogey, en el 12 y el 13. Supo corregirla con dos birdies en los ¨²ltimos hoyos, y con la renta que tra¨ªa de los diez primeros (-4 con cinco birdies y un bogey) abroch¨® una tarjeta notable, que habla bien de la recuperaci¨®n mental de un golfista desnortado en el ¨²ltimo a?o y pico, sin victorias desde 2022. Nadie se acerc¨® m¨¢s que ¨¦l a las banderas, y es probable que ninguno de los actores de la tarde consiga rebasar su list¨®n, porque la atm¨®sfera m¨¢s bien apuntaba a empeorar.

McIlroy cruje

Aquel adagio de que un grande no se gana en la primera jornada, pero se puede perder, cog¨ªa cuerpo contemplando el triste discurrir de Rory McIlroy, que sufri¨® de lo lindo y acab¨® en +7. Bogeys al 1, al 10, al 15 y al 18, y doble bogeys al 8 y al 11 jalonaron una tarjeta embarrada en un d¨ªa en el que se dio muy pocas oportunidades de birdie, con alg¨²n swing impropio de un jugador de su calibre. Un pu?ado de buenos salvaron al norirland¨¦s de un desastre todav¨ªa mayor. Quiz¨¢ sea el peaje de esa infausto final de US Open, que parec¨ªa agua pasada tras unas semanas de desconexi¨®n y un buen Scottish Open.

Su verdugo en Pinehurst, el estadounidense DeChambeau, hombre de moda en el golf, tambi¨¦n pas¨® lo suyo. Ni un eagle marca de la casa en el 16 le salv¨® de ser, con +5, uno de los peores de su turno tras jugar en +7 los 15 primeros segmentos. Para la tarde quedaba otra tanda de popes, encabezada por el n¨²mero uno del mundo oficial, Scottie Scheffler, y por el honor¨ªfico, Tiger Woods. Tambi¨¦n el resto de la Armada, completada por Nacho Elvira, David Puig, Jorge Campillo, ?ngel Hidalgo y los amateurs Jaime Montojo y Luis Masaveu.

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