Rahm, el yonqui del golf
En la previa de Augusta, a Jon Rahm se le pregunt¨® si sab¨ªa que el domingo 9 de abril era el cumplea?os de Seve (66 velas habr¨ªa soplado). ¡°No lo ten¨ªa en la cabeza... Y no voy a sumar m¨¢s cosas que me puedan meter m¨¢s presi¨®n¡±, contest¨® a la vez que admit¨ªa que en su mente s¨ª estaba otra efem¨¦ride: ¡°El 40 aniversario de su segundo Masters¡±. El ni?o de Barrika, que ese mismo d¨ªa se defini¨® como ¡°un yonqui del golf¡± que puede ponerse a las 05:30 de la madrugada a rebuscar v¨ªdeos en Youtube, creci¨® con la idea que le inculcaron sus padres: ¡°Seve era el mejor¡±. Y a ¨¦l le dedic¨® el US Open en 2021, un torneo que no pudo alzar el de Pedre?a.
Entre esos v¨ªdeos que degusta ¡°para aprender¡± tiene en su top ¡°los ¨²ltimos 9 hoyos de Royal Lytham de Seve (su primer British) en 1979, cuando Hale Irwin agita el pa?uelo d¨¢ndose por vencido¡±. Seve. Siempre Seve. Aunque no lo conociera, ha mamado su car¨¢cter, su magnetismo. Unos escasos 100 km separan Pedre?a, la cuna del mito, de Barrika, la del nuevo genio, a lo largo de la costa del Cant¨¢brico. Una l¨ªnea de energ¨ªa por la que la herencia del pionero ha contribuido a forjar a un jugador de ¨¦poca. Si, como el genio Seve, Rahm nunca se da por vencido, prepar¨¦monos para muchas noches como la de Augusta.