Txikon busca lo imposible

Hay una frase que unos asignan a Rudyard Kipling y otros a Jacques Cousteau, y que probablemente pronunciaron los dos, que dice algo as¨ª: ¡°Como no sab¨ªamos que era imposible, lo hicimos¡±. El monta?ismo, siempre de la mano de la aventura, de la exploraci¨®n de espacios in¨¦ditos, es seguramente la actividad humana m¨¢s cercana a esa filosof¨ªa de ahondar en lo desconocido. Un deporte sin l¨ªmites. Como nos ense?¨® Sebasti¨¢n ?lvaro, al filo de lo imposible. Uno de los mejores representantes actuales de esa estirpe es un espa?ol, un vasco natural de Lemona, de 41 a?os, que ha convertido el himalayismo invernal en su raz¨®n de existir, en su tierra de cultivo. Me refiero, ya lo habr¨¢n adivinado, a Alex Txikon, que esta semana ha volado a Nepal en busca del m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, otro reto tremendo: el Annapurna (8.091 metros), la monta?a con mayor ¨ªndice de letalidad.

Su palmar¨¦s ya exhibe otras conquistas en estas fechas extremas: la primera invernal de la historia en el Nanga Parbat, en 2016, y la ascensi¨®n en su tercera tentativa al Manaslu, en enero de este 2023, que defini¨® como ¡°el momento m¨¢s aterrador¡± de su vida, adem¨¢s de otros asaltos infructuosos al Everest y al K2. En total ha hollado 11 de los 14 ochomiles, pero en su caso no importa tanto el n¨²mero, como la calidad del viaje, el grado del desaf¨ªo. En esta ¨¦poca de expediciones comerciales, de aglomeraciones en pleno Himalaya, de competiciones entre monta?eros, el vasco opta por la autenticidad. Txikon ya subi¨® el Annapurna en primavera en 2010, as¨ª que conoce la ruta, aunque esta vez tendr¨¢ que hacerla a 40 grados bajo cero. La ¡®Diosa de la abundancia¡¯ es un coloso peligroso, el m¨¢s mort¨ªfero, pero Alex ha aprendido a vivir en ese alambre: ¡°No me quiero morir, pero tenemos la suerte de poder elegir c¨®mo vivir¡±. Y ¨¦l ha elegido el camino de la verdad. Sin imposibles.

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