Durante muchos a?os, demasiados, el rugby trat車 de ocultar bajo la alfombra el que ahora, gracias a la ciencia, se sabe que probablemente sea el mayor cad芍ver dejado por el salto al profesionalismo en los a?os 90 del siglo pasado. En una especie de acuerdo t芍cito colectivo, los actores involucrados miraron hacia otro lado mientras, sin prisa pero sin pausa, las pruebas que suger赤an una relaci車n directa entre la pr芍ctica de este deporte y las enfermedades neurodegenerativas, especialmente la demencia, se iban amontonando en un rinc車n. Lo hicieron conscientes de que vender el producto como uno perjudicial para la salud dar赤a al traste con un negocio cada vez m芍s rentable.
Por suerte para ellos y para todos los que les seguir芍n en el futuro, la sociedad cambi車. Lo que antes era visto como un problema relacionado casi exclusivamente con el boxeo (conocido como demencia pugil赤stica), se empez車 a asociar a trav谷s de estudios con disciplinas como esta que nos ocupa, el f迆tbol americano o el f迆tbol tradicional. Se desterr車 el mantra del &toughen up* (endurecerse en ingl谷s), que tachaba de blandos a los que trataban de poner focos sobre esta problem芍tica. Los jugadores profesionales se volvieron m芍s grandes, m芍s fuertes y m芍s r芍pidos, y con todo ello m芍s peligrosos. Arreciaron las conmociones en los partidos y los casos de exjugadores diagnosticados con demencia a los pocos a?os de retirarse. Y al fin, d谷cadas y toneladas de evidencia ignoradas despu谷s, el rugby abri車 los ojos a la que hoy en d赤a sea quiz芍 su gran amenaza existencial, y comenz車 a tratar de atajarla. Un tema de rigurosa actualidad, que cada vez influye m芍s en la relaci車n de los jugadores con las instituciones, y que es transversal a todos los equipos que disputan desde este viernes una nueva edici車n del Seis Naciones, el gran escaparate anual del rugby del hemisferio norte.
Las cifras sugieren que el nexo entre rugby y enfermedades cerebrales empez車 a coger fuerza con la transici車n al profesionalismo. La dedicaci車n a tiempo completo de los jugadores trajo consigo un aumento exponencial en las capacidades f赤sicas y una transformaci車n importante del juego, cada vez m芍s fundamentado en la potencia y m芍s alejado de la t谷cnica. Si en el Mundial de 1987 la media de placajes por partido y equipo era de 48, en el de 2023 se situ車 en 169, casi el cu芍druple. Y si en los a?os 70 en el Seis Naciones se produc赤an un promedio de 38 rucks y mauls por choque, en el de 2019 el nivel se situ車 en 213. El contrapunto est芍 en las fases est芍ticas, mel谷s y saques de lateral, los grandes perseguidos en aras de una dinamizaci車n adecuada a los nuevos gustos de las audiencias, que han pasado respectivamente de 43 a 11 y de 60 a 25. Malas noticias para los cl芍sicos, buenas para el bienestar de los implicados.
a. L車bulo parietal
b. L車bulo frontal
c. L車bulo temporal
d. Cerebelo
e. L車bulo occipital
Cerebro
L赤quido cefalorraqu赤deo
Duramadre
Meninges
El cerebro
Flota dentro del cr芍neo suspendido en el interior de una especie de coj赤n
protector de l赤quido cefalorraqu赤deo. Lo protegen varias capas:
las meninges, membranas que se encuentran entre el cerebro y el
cr芍neo duro; la duramadre, la m芍s resistente de las capas, que se adhiere
al cr芍neo y proporciona un saco que limita su movimiento.
Y, por 迆ltimo, el l赤quido cefalorraqu赤deo, que amortigua el cerebro cuando
la cabeza se mueve, lo que limita el contacto con el cr芍neo.
Desaceleraci車n
angular
Zona de
impacto
Zona de
impacto
Fuerza de rotaci車n
centrada en el
mesenc谷falo y el t芍lamo
Puede provocar hinchaz車n
del cerebro, desgarro de los
vasos sangu赤neos y lesiones
en los nervios.
Un golpe directo en la cabeza, la
cara o el cuello o por un impacto
en otra parte del cuerpo, puede
crear una fuerza que sacuda el
cerebro.
Cuando ese golpe tiene la
fuerza suficiente o proviene de
una direcci車n concreta, el cerebro
puede moverse de modo que golpee
el cr芍neo o se tuerza sobre s赤 mismo.
Al igual que en otras partes del cuerpo,
pueden producirse hematomas y da?o
celular, pero cuando esas c谷lulas son
neuronas el resultado es una conmoci車n
cerebral.
La conmoci車n est芍 considerada como un traumatismo que se produce cuando
el cerebro se desplaza dentro del cr芍neo como consecuencia de la violencia
de uno o m芍s golpes
a. L車bulo parietal
b. L車bulo frontal
c. L車bulo temporal
d. Cerebelo
e. L車bulo occipital
Cerebro
L赤quido cefalorraqu赤deo
Duramadre
Meninges
Flota dentro del cr芍neo suspendido en el interior de
una especie de coj赤n protector de l赤quido
cefalorraqu赤deo. Lo protegen varias capas:
las meninges, membranas que se encuentran entre
el cerebro y el cr芍neo duro; la duramadre, la m芍s
resistente de las capas, que se adhiere al cr芍neo y
proporciona un saco que limita su movimiento.
Y, por 迆ltimo, el l赤quido cefalorraqu赤deo, que
amortigua el cerebro cuando la cabeza se mueve,
lo que limita el contacto con el cr芍neo.
Un golpe directo en la cabeza, la cara o el cuello o
por un impacto en otra parte del cuerpo, puede
crear una fuerza que sacuda el cerebro.
Zona de
impacto
Fuerza de rotaci車n
centrada en el
mesenc谷falo y el t芍lamo
Cuando ese golpe tiene la fuerza suficiente o
proviene de una direcci車n concreta, el cerebro
puede moverse de modo que golpee el cr芍neo
o se tuerza sobre s赤 mismo.
Zona de
impacto
Puede provocar hinchaz車n
del cerebro, desgarro de los
vasos sangu赤neos y lesiones
en los nervios.
Al igual que en otras partes del cuerpo, pueden
producirse hematomas y da?o celular, pero
cuando esas c谷lulas son neuronas el resultado
es una conmoci車n cerebral.
La conmoci車n est芍 considerada como un
traumatismo que se produce cuando
el cerebro se desplaza dentro del cr芍neo
como consecuencia de la violencia
de uno o m芍s golpes
Esa hormonizaci車n ha ido causando silenciosamente estragos que los informes han terminado revelando. El Proyecto de Vigilancia de Lesiones en el Rugby Profesional de la Federaci車n Inglesa recoge, en su memoria 2021/2022, la conmoci車n cerebral como la lesi車n m芍s com迆n entre sus jugadores, representando un 24% del total de problemas f赤sicos registrados en los partidos de la Premiership y de la selecci車n nacional. Casi un lustro antes, en 2018, un equipo de investigadores brit芍nicos que estudi車 competiciones profesionales internacionales y de clubes durante cuatro temporadas descubri車 que es mucho m芍s probable que un jugador sufra una conmoci車n en el lapso de 25 partidos a que no lo haga. En ese periodo que comprendi車 el estudio, la incidencia de conmociones pas車 de las 7,9 por cada 1.000 horas de juego a 21,5. El problema estaba ah赤 e iba en aumento. Solo hac赤a falta que alguien tomara medidas.
La frase que encapsula este matrimonio mal avenido entre el rugby y la salud mental la pronunci車 Steve Thompson, talonador ingl谷s con m芍s 73 partidos internacionales y 200 de club a sus espaldas e integrante de la selecci車n que gan車 el Mundial de 2003. ※No estaba all赤, ese no soy yo§, dir赤a a The Guardian en 2020, el a?o en el que varios exjugadores profesionales presentaron una demanda judicial contra los organismos rectores de este deporte en la que les acusaban de no velar por su salud. Fue un punto de inflexi車n, la iniciativa que corporiz車 lo que hasta entonces era un fantasma invisibilizado a la fuerza. Thompson asegura que si pudiera volver atr芍s dar赤a otro rumbo a su vida. El rugby profesional le ha convertido en ※un trozo de carne§ dependiente, que sufre ansiedad y ataques de p芍nico o ira sin motivo aparente. Famoso entre sus compa?eros por su capacidad para memorizar jugadas y c車digos de touch en sus d赤as de jugador, ahora es incapaz de recordar siquiera el resultado de cualquiera de los partidos en los que particip車.
En los &a?os de plomo*, cuenta Thompson, la din芍mica era ※exprimirte hasta que terminabas destrozado§. Tomando el est芍ndar actual de conmoci車n, 谷l hab赤a sufrido ※una en cada sesi車n de entrenamiento§. ※Piensas en todos los especialistas que hab赤a all赤, mirando sin decir nada... Sab赤an exactamente lo que estaba pasando y, cuando alguien sufr赤a un golpe en la cabeza, no se registraba nada. &Estar芍s bien en un minuto*, te dec赤an§. ※Yo no me ocupo del mantenimiento de mi coche, alguien lo hace por m赤§, dice Thompson, que en ese s赤mil delinea la posible exculpaci車n de los atletas en este asunto. Solo posible porque, desde que se present車 la demanda, han emergido denuncias sobre varios de los demandantes en torno a una presunta vida extradeportiva en esos a?os que podr赤a haber incidido en el deterioro. Sea como sea, ellos sab赤an que pon赤an sus cuerpos en peligro al adentrarse en el rugby profesional, pero nadie les inform車 del peaje que iban a pagar sus cerebros.
Los casos en el rugby
Inglaterra gan車 el Mundial de rugby en 2003 despu谷s de un famoso drop de
Jonny Wilkinson. En las islas brit芍nicas se recuerda especialmente, ya que es
el 迆nico t赤tulo de los creadores del rugby. Pero Steve Thompson, de 43 a?os,
que jug車 y gan車 aquella final, no recuerda nada: ni los partidos ni el t赤tulo.
El jugador ingl谷s, hooker en el campo, disput車 73 partidos con la Selecci車n inglesa
Y m芍s de 200 partidos en clubes
En fotograf赤as de los festejos, Thompson aparece levantando el trofeo y con una botella
de champ芍n en la mano. Pero al delantero ingl谷s todo aquello se le hace irreal.
※No estaba all赤, ese no soy yo§
Steve Thompson
Thompson y otros exjugadores que han sido diagnosticados con principio de demencia
denunciaron en 2020 a los 車rganos rectores del rugby por su negligencia a la hora
de proteger su salud en el juego.
Los abogados de los demandantes sugirieron que podr赤a haber m芍s de 80 jugadores de
entre 25 y 55 a?os con s赤ntomas de CTE (siglas en ingl谷s para la Encefalopat赤a Traum芍tica
Cr車nica), que incluyen demencia, depresi車n y p谷rdida de memoria y que solo son
diagnosticables tras la muerte. Thompson donar芍 el cerebro tras su muerte para el
estudio de la CTE.
Protocolo de conmoci車n en el rugby
24 horas de
reposo f赤sico
y mental
1 semana de
reposo relativo
libre de s赤ntomas
Control
m谷dico
Retorno gradual
al juego (24-48 hrs.
por etapa)
Control
m谷dico
Vuelta
al juego
No menos
de doce d赤as
Los casos en el rugby
Inglaterra gan車 el Mundial de rugby en 2003
despu谷s de un famoso drop de Jonny Wilkinson.
En las islas brit芍nicas se recuerda especialmente,
ya que es el 迆nico t赤tulo de los creadores del rugby.
Pero Steve Thompson, de 43 a?os, que jug車 y gan車
aquella final, no recuerda nada: ni los partidos ni
el t赤tulo.
El jugador ingl谷s, hooker en el campo, disput車
73 partidos con la Selecci車n inglesa
Y m芍s de 200 partidos en clubes
En fotograf赤as de los festejos, Thompson aparece
levantando el trofeo y con una botella de champ芍n
en la mano. Pero al delantero ingl谷s todo aquello
se le hace irreal.
※No estaba all赤, ese no soy yo§
Steve Thompson
Thompson y otros exjugadores que han sido
diagnosticados con principio de demencia
denunciaron en 2020 a los 車rganos rectores
del rugby por su negligencia a la hora de proteger
su salud en el juego.
Los abogados de los demandantes sugirieron que
podr赤a haber m芍s de 80 jugadores de entre 25 y 55
a?os con s赤ntomas de CTE (siglas en ingl谷s para la
Encefalopat赤a Traum芍tica Cr車nica), que incluyen
demencia, depresi車n y p谷rdida de memoria y que
solo son diagnosticables tras la muerte.
Thompson donar芍 el cerebro tras su muerte para
el estudio de la CTE.
Protocolo de conmoci車n en el rugby
24 horas de
reposo f赤sico
y mental
1 semana de
reposo relativo
libre de s赤ntomas
Control
m谷dico
Retorno gradual
al juego (24-48 hrs.
por etapa)
Control
m谷dico
Vuelta
al juego
No menos
de doce d赤as
De aquellos polvos, estos lodos. La demanda colectiva contra las federaciones internacional, inglesa y galesa de la que form車 parte Thompson congreg車 a ocho exjugadores. Todos con el mismo diagn車stico: demencia con riesgo de encefalopat赤a traum芍tica cr車nica (ETC), cuyos efectos pueden encontrar en los grafismos que completan este reportaje. Un mal cuya 迆nica causa conocida es una sucesi車n constante de golpes en el cr芍neo. La firma que lleva el pleito, Rylands Law, asegur車 en su d赤a estar monitorizando cerca de otros 100 casos con s赤ntomas que podr赤an incorporarse potencialmente a la causa. Finalmente el total de demandantes ascendi車 a m芍s de 200, a los que sigui車 en 2023 un grupo de 55 jugadores amateurs en una nueva demanda. Ambas siguen en los tribunales a la espera de juicio (la fecha de la primera vista deber赤a fijarse este a?o), y la cifra solo puede crecer a medida que la generaci車n que tuvo su prime en el comienzo del siglo se adentra en su cuarta y quinta d谷cada de vida, la edad a la que empieza a aparecer el cuadro cl赤nico que puede derivar en enfermedades como la demencia o la ETC, que solo puede descubrirse tras la muerte, por lo que Thompson y otros muchos han decidido ya donar sus cerebros a la ciencia post mortem. Un estudio publicado en 2022 por las universidades de Glasgow, Boston y S赤dney encontr車 signos de ETC en el 68% de 31 jugadores de rugby amateur y profesional analizados. Descubrieron que cada a?o de carrera en el alto rendimiento supone un 14% m芍s de riesgo de sufrir una de estas dolencias. La Universidad de Glasgow tambi谷n determin車 en otro proyecto que los internacionales de rugby escoceses tienen el triple de posibilidades de padecer enfermedades neurodegenerativas que otra persona de su mismo perfil sociol車gico que no practique este deporte. En el caso particular de la demencia, el riesgo era del doble.
Resultado de los esfuerzos legales y cient赤ficos, las medidas para preservar la salud de los jugadores son ahora, aunque quede camino por recorrer (este, como dijo el presidente de la RFU Bill Sweeney, ※es un viaje sin conclusi車n§), m芍s palpables que nunca. Se plasman en la reglamentaci車n, que en los 迆ltimos a?os ha incorporado novedades en ese sentido, endureciendo el castigo para contactos por encima de los hombros a nivel profesional. En el aficionado, la RFU prohibi車 en 2022 los placajes por encima de la cintura. Por otro lado se intenta mejorar los cuidados que reciben los jugadores tras su retirada, y la carga de partidos que soportan en una temporada ahora es materia de discusi車n cuando llega el momento de negociar los contratos, como demuestran las conversaciones para el 迆ltimo acuerdo colectivo entre la RFU y sus internacionales, en las que el ※descanso§ fue asunto central.
Encefalopat赤a Traum芍tica Cr車nica (CTE)
Actualmente, la 迆nica forma de diagnosticar la CTE es una autopsia. La CTE
tiene las mismas caracter赤sticas fisiol車gicas que la demencia y el
Alzheimer y comparten la acumulaci車n anormal de una prote赤na llamada TAU.
Neurona
Cuerpo celular
Ax車n
Vaina de mielina
Dendritas
En un cerebro sano,
la TAU se encuentra
en los axones, las l赤neas de
transmisi車n, de las neuronas.
En enfermedades como el Alzheimer y
el CTE, la TAU forma ovillos que se agrupan
para interrumpir el sistema de transmisi車n.
Se cree que estos ovillos conducen a la
muerte de las neuronas.
Una lesi車n en la cabeza
puede producir el corte
de un ax車n e impedir de
esta manera la transmisi車n
entre neuronas.
Un ax車n cortado evita que los impulsos viajen de una neurona a otra. Los vasos
sangu赤neos tambi谷n pueden romperse durante las lesiones en la cabeza y el sangrado
resultante provoca una compresi車n de los axones con riesgo de coma.
Encefalopat赤a Traum芍tica Cr車nica (CTE)
Actualmente, la 迆nica forma de diagnosticar la CTE
es una autopsia. La CTE tiene las mismas
caracter赤sticas fisiol車gicas que la demencia y el
Alzheimer y comparten la acumulaci車n anormal de
una prote赤na llamada TAU.
Neurona
Cuerpo celular
Vaina de
mielina
Ax車n
En un cerebro sano,
la TAU se encuentra
en los axones, las l赤neas
de transmisi車n, de las
neuronas.
Dendritas
Una lesi車n en la
cabeza puede
producir el corte
de un ax車n
e impedir de esta
manera la
transmisi車n entre
neuronas.
En enfermedades como
el Alzheimer y el CTE,
la TAU forma ovillos que
se agrupan para interrumpir
el sistema de transmisi車n.
Se cree que estos ovillos
conducen a la muerte de
las neuronas.
Un ax車n cortado evita que los impulsos viajen de
una neurona a otra. Los vasos sangu赤neos tambi谷n
pueden romperse durante las lesiones en la
cabeza y el sangrado resultante provoca una
compresi車n de los axones con riesgo de coma.
Actualmente, el protocolo establecido por World Rugby para conmociones durante un partido establece unas gu赤as para que los profesionales puedan identificar casos f芍cilmente, y dicta que ante los s赤ntomas el jugador sea retirado inmediata y definitivamente del encuentro, que no realice ninguna actividad rugb赤stica el resto del d赤a y que sea sometido a una evaluaci車n m谷dica, adem芍s de que se le impida beber alcohol y conducir veh赤culos a motor en las 24 horas siguientes al choque y que permanezcan acompa?ados durante ese tiempo. El futuro, parece, pasa por dispositivos capaces de monitorizar en directo las conmociones y alertar de ellas, en cuyo dise?o ya se ha avanzado mucho y se espera que est谷n disponibles antes de que termine la d谷cada. No hay otro camino posible si este deporte, que por efecto de la pandemia y de la percepci車n de este asunto, con implicaciones gigantescas cuando los padres deciden apuntar o no a sus hijos al club de rugby local, corre ※un riesgo de perdida de inter谷s§, como reconoce la propia RFU (que actualmente cuenta con unos 380.000 jugadores registrados y se calcula que en torno a dos millones en total, cifra que cay車 con el COVID y ha vuelto a subir), quiere permanecer en el tiempo. Nunca dejar芍 de ser uno peligroso, toda vez que se fundamenta en la colisi車n a altas velocidades de cuerpos cuidadosamente esculpidos, as赤 que nunca podr芍 darle la espalda de nuevo a la salud y la ciencia. En ello va su supervivencia.