¡°El tenis de mesa es una gran terapia para el p¨¢rkinson¡±
El periodista Javier P¨¦rez de Alb¨¦niz cuenta en ¡®Los Reveses¡¯ su experiencia sobre c¨®mo el tenis de mesa le ayud¨® a afrontar la enfermedad.


Javier P¨¦rez de Alb¨¦niz (Madrid, 1960) cita a AS en el jard¨ªn del Museo Nacional de Ciencias Naturales. No es casual, ya que como cuenta en su ¨²ltimo libro (Los Reveses, editorial Libros del K.O.), es su rinc¨®n favorito de Madrid. Con multitud de publicaciones a sus espaldas, este periodista nunca ¡°hubiera imaginado¡± que alg¨²n d¨ªa firmar¨ªa una con dos elementos como los que han marcado su vida reciente: el p¨¢rkinson, la enfermedad que se le diagnostic¨® en 2015, y el tenis de mesa, el deporte que le ha ayudado a afrontarla y del que se ha convertido en subcampe¨®n mundial para personas con esta dolencia.
Usted no quer¨ªa escribir un libro de autoayuda.
S¨ª, no quer¨ªa escribir nada as¨ª. No es un libro que me aporte algo a m¨ª. Soy periodista, busco historias buenas y esta es una... que me pilla muy de cerca.
Una sobre la enfermedad del p¨¢rkinson y el tenis de mesa. ?D¨®nde est¨¢ la relaci¨®n?
La principal es que este deporte tiene mucho de terapia, muy buena y positiva. Con muchos beneficios para este problema. Que yo encontr¨¦ de casualidad y luego descubr¨ª que practica mucha gente con esta enfermedad.
?Hasta el punto de competir a nivel internacional?
Engancha mucho. Es un deporte muy completo y complejo. Muy pu?etero tambi¨¦n, con muchos altibajos. En el primer torneo que jugu¨¦, mi rival r¨¢pidamente se dio cuenta de que era un ¡®pelagatos¡¯. Y con el tiempo me vi en un campeonato mundial en Berl¨ªn, con mi mujer y mi hija en la grada, el pabell¨®n lleno de gente... Cre¨ª que lo llevar¨ªa peor. Pas¨¦ nervios, pero me gust¨®.
?C¨®mo es la rivalidad en un torneo de personas con p¨¢rkinson?
Una de las claves es que este deporte te obliga a socializar, a salir de casa... Ahora voy a acudir a una concentraci¨®n que ayuda mucho a eso. En cuanto a la rivalidad, al principio me cost¨® enfrentarme, por ejemplo, a personas que parec¨ªan tener problemas m¨¢s graves que yo... No entend¨ª la competici¨®n. Me dijeron que as¨ª no es la vida. Si te toca con alguien superior, b¨²scate la manera de jugarle bien. En los torneos vamos todos a muerte.

?Le ha servido esa competitividad para afrontar la enfermedad?
No. Me gusta ganar, pero no me importa perder. Hay gente mucho m¨¢s competitiva.
Pues entre las m¨²ltiples referencias a otros deportes que hace en el libro, en dos ocasiones menciona al entrenador de f¨²tbol, Carlos Bilardo.
S¨ª, pero no quiero parecerme a ¨¦l. Me gustaba verle entrenar, su tensi¨®n, c¨®mo apretaba... Me gustan los entrenadores argentinos. ?Soy del Atleti!
Tambi¨¦n nombra a Agassi, para hablar de la dureza del alto nivel... pero en cambio, con las figuras del tenis de mesa, todo es perfecci¨®n y est¨¦tica.
Pues lo har¨¦ inconscientemente (risas). Me fijo en el juego de Ma Long (campe¨®n mundial y ol¨ªmpico chino) y me maravilla, no por eso estoy obviando todo el trabajo duro que hay detr¨¢s.

Su relato cuenta con una clara banda sonora. Desde Sam Cooke en momentos delicados, al garage de Detroit para luchar con las limitaciones f¨ªsicas.
Al principio no pens¨¦ en la m¨²sica. S¨®lo en contar la historia. Pero me apetec¨ªa hablar de canciones que escuchaba en esos momentos, que ven¨ªan al caso... La m¨²sica tambi¨¦n me viene muy bien para el p¨¢rkinson. No concibo la vida sin la m¨²sica.
?Cu¨¢ntas veces se ha sorprendido ¡®googleando¡¯ sobre su enfermedad?
He visto hacerlo a mucha gente, liarse con tanta sobreinformaci¨®n... y yo me propuse no hacerlo. He tenido la suerte de dar con un equipo m¨¦dico en el Hospital La Princesa del que me fio plenamente, y no quise ser tan merluzo como para meter la pata.
De hecho, ahora colabora tambi¨¦n con ellos.
S¨ª, desde que me puse en contacto con la Federaci¨®n Espa?ola de Tenis de Mesa, no s¨®lo me han ayudado a m¨ª... sino que nos ha cedido una mesa para el hospital, para realizar un programa que pueda ayudar a otros enfermos.