Lebr¨®n y Gal¨¢n acaban con la racha de Sanyo y Tap¨¬a en las finales
Ari S¨¢nchez y Paula Josemar¨ªa se llevan el t¨ªtulo femenino:: la lesi¨®n de Bea Gonz¨¢lez en el segundo set acab¨® el partido de manera abrupta.
Lebr¨®n y Gal¨¢n y Paula Josemar¨ªa y Ari S¨¢nchez ganaron en Cascais (Portugal) su quinto torneo de la temporada, con lo que los primeros igualan a Sanyo y Tapia como pentacampeones, mientras que sellas siguen la estela de las intratables Gemma Triay y Alejandra Salazar, destecadas con siete en diez finales. Eso s¨ª, Alejandro Gal¨¢n y Juan Lebr¨®n, en su d¨¦cima final (la mitad ganadas) rompen las racha de Tapia y Sanyo, que hab¨ªan logrado llevarse la victoria en todos los domingos que hab¨ªan trabajado.
Este feriado en el Open de Cascais comenz¨® con un partido trepidante entre las n¨´mero dos, Ari y Paula, y las tres, Marta Ortega y Bea Gonz¨¢lez. El primer set se decidi¨® tras una dura competencia, del 5-5 al 7-5. Pero al inicio de la segunda manga Bea decidi¨® que ya era suficiente: hab¨ªa sufrido en cuartos, lo que puso en duda su concurso en semifinales ante las n¨²mero uno, Triay y Salazar. Con 1-0 en la segunda manga, en el banquillo, se march¨® al vestuario con Marta Ortega.
Las lesiones lo oscurecen todo, y con la niebla del mediod¨ªa m¨¢s a¨²n, al menos eso declararon Gal¨¢n y Lebr¨®n afectados por la salida abrupta de la malague?a. Pero si los n¨´meros uno lo acusaron, m¨¢s les pes¨® a Sanyo y Tapia, que encajon un 6-2 de entrada sin que se metiresen en el partido, y en el segundo parec¨ªa que iban camino al matadero, pero emergi¨® el indescifrable Sanyo, que anim¨® al virtuoso Tapia, para reaccionar y ganar por 6-7.
Aquello invitaba a esperar un tercer parcial sin due?o, peleado y emocionante. Error. La estrategia de olvidarse de Gal¨¢n, para enfriarlo en su lado y volcarse contra Lebr¨®n, no dio ahora resultado porque el gaditano ya estaba en su salsa, y empez¨® a definir, a sumar puntos incre¨ªbles m¨¢s all¨¢ de la defensa feroz. Es m¨¢s, sus golpes cargados de efecto llevaron a Sanyo a mantener un mon¨®logo con su pala, a la que ped¨ªa explicaciones del por qu¨¦ no llegaba la pelota donde ¨¦l quer¨ªa. En resumen, 6-1 para completar el 6.2 y 6-7. Una ma?a?a de ambiente gris y triste como un fado, que se adue?¨® del propio p¨¢del de los protagonistas, aunque tambi¨¦n dejaron acciones sublimes para las imagenes de puntos increibles.