La n¨²mero uno frena a una ¡°guerrera¡± Carolina Mar¨ªn
La japonesa Akane Yamaguchi, l¨ªder del ranking y vigente campeona mundial, vence en cuartos a la espa?ola, firme hasta el final, por un doble 21-17.

Cuando Fernando Rivas, tras el Europeo de Madrid, se?alaba que en Asia el nivel iba a ser ¡°diferente¡±, se refer¨ªa a esto. A tener que salvar cuatro puntos de partido frente a la china He Bing Jiao, 9? del mundo, en octavos de final y a enfrentarse a la l¨ªder del ranking y vigente campeona, la japonesa Akane Yamaguchi, en cuartos. Puede que, tras todo lo vivido, demasiado para una Carolina Mar¨ªn que se despide del Mundial de Tokio (doble 21-17 en 54¡ä) como una ¡°guerrera¡±, calificativo utilizado en la retransmisi¨®n internacional. ¡°S¨¦ que estoy en el camino y eso es lo bueno. S¨¦ que he cogido confianza, s¨¦ que puedo dar mucha guerra contra cualquier rival. Es complicado volver despu¨¦s de m¨¢s de un a?o lesionada¡±, analizaba tras la derrota.
En perspectiva. Mientras Carolina encaraba la recta final de su recuperaci¨®n (rotura del ligamento cruzado y de los meniscos interno y externo de la rodilla izquierda), Yamaguchi consegu¨ªa su primera corona mundial en la Huelva natal de una Mar¨ªn presente, en medio de un mar de cari?o, pero sin poder jugar. Ocho meses despu¨¦s, quince desde su lesi¨®n y tres desde que se proclamara campeona de Europa por sexta vez seguida, hoy la espa?ola retaba a la nipona en su casa. Hasta el final. Tras una dura ca¨ªda hacia atr¨¢s, con susto incluido para sus tobillos, se levantaba para buscar el en¨¦simo milagro. Por delante, tres puntos de partido que, esta vez, fueron imposibles.
Se escapa el cuarto Mundial, pero queda una cosa clara: los estamentos del b¨¢dminton mundial van cambiando, pero Carolina sigue siendo la misma. Y tiene una meta muy clara: su segundo oro ol¨ªmpico. Ese Par¨ªs 2024 que, al d¨ªa siguiente de su grave lesi¨®n, ya ten¨ªa en la cabeza. ¡°El ciclo ol¨ªmpico es m¨¢s corto¡±, se motivaba. All¨¢ va. Pese a todo. Entre el dolor y la gloria, pero siempre presente en las ¨²ltimas fases de los torneos m¨¢s importantes. Como ahora, despidi¨¦ndose tras dos sets ejemplares, siempre con hueco para la esperanza, de ese Jap¨®n que no pudo pisar el verano pasado. Yamaguchi, tras sumar el 17-15 en la segunda manga, respiraba aliviada. Carolina, desde el suelo, despu¨¦s de tirarse con todo para alcanzar el volante a su derecha, no se resignaba. Est¨¢ hecha de otra pasta.
Carolina, eterna entre las mejores
Li Xuerui, oro en Londres y la rival de Mar¨ªn en la final de su primer Mundial (2014), se retir¨® en 2019 a los 28 a?os. Las indias Saina Nehwal (2015) y Pusarla Sindhu (2018), finalistas en las otras dos coronas mundiales (en el caso de Sindhu, tambi¨¦n, en R¨ªo), han estado presentes en Tokio, pero con menos recorrido. La primera dijo adi¨®s en segunda ronda; la segunda, en octavos. La vieja guardia intenta resistir ante las nuevas generaciones en un deporte exigente, que se renueva constantemente. La mitad de las cuartofinalistas en Jap¨®n no superan los 25 a?os y s¨®lo una llega a los 30. Carolina (29), resiliente y tozuda, es una anomal¨ªa intergeneracional: puede ganar contra quien sea y cuando sea. Lo demostr¨® en Madrid, donde estaba al ¡°60% o 70%¡±, en palabras de su entrenador, y lo seguir¨¢ demostrando, como ella mismo aseguraba hoy. El 100% volver¨¢. Y la fecha es f¨¢cil de adivinar. ¡°Que no os quepa duda. Quiero retomar el nivel que ten¨ªa antes, quiero ser mucho mejor¡±, adviert¨ªa.
Mientras, en medio de tanto movimiento, en edad perfecta de maduraci¨®n deportiva, Yamaguchi (25), que ya ten¨ªa su peso en la ¨¦lite cuando Carolina se proclam¨® campeona ol¨ªmpica (fue quinta en R¨ªo y en Tokio), quiere asentar su reinado. Para la jugadora espa?ola, que llegaba con balance positivo por s¨®lo una victoria (ahora 7-7), siempre ha sido una rival inc¨®moda. Hoy, con su car¨¢cter fr¨ªo e indescifrable, demostraba los porqu¨¦s. En el primer set, pese a encajar un 0-3 de salida y regalar varios puntos con su saque, siempre se mostr¨® confiada. De juego ordenado y con toques de verso libre, sobre todo cerca de la red, reten¨ªa a una Carolina brillante en defensa, pero algo m¨¢s apagada en ataque. En dicha manga, se impulsaba con un parcial de seis puntos hasta el 19-12; en la segunda, sudaba para poner el 16-13 tras un inicio de punto va, punto viene, de igualdad total. En ambos, con arre¨®n final de la jugadora espa?ola, que siempre cree. La pr¨®xima semana, en el Abierto de Jap¨®n.