Gal¨¢n y Lebr¨®n sudan tinta para doblegar a Coello y Belastegu¨ªn
En la final femenina tambi¨¦n se impone la pareja n¨²mero uno, Gemma Triay y Ale Salazar, que ampl¨ªa la brecha con Ari S¨¢nchez y Paula Josemar¨ªa

Valladolid siempre es una fiesta del p¨¢del, porque por el mes que se juega, ya en verano, al aire libre, sus condiciones son cambiantes incluso en el mismo partido. El sol es otro elemento que condiciona el ataque y la defensa, aunque ni los ganadores (Lebr¨®n-Gal¨¢n y Salazar.Triay) ni los perdedores (Coello-Belastegu¨ªn, S¨¢nchez-Josemar¨ªa) pueden justificar con el astro el resultado de este segundo Master de la temporada.
Gemma Triay y Alejandra Salazar ratifican su hegemon¨ªa en el ranking femenino y ampl¨ªan la brecha con sus seguidoras, Ari S¨¢nchez y Paula Josemar¨ªa, ante las que ha ganado su primer master de la temporada por 6-3, 3-6 y 6-0. Eran las favoritas porque en sus duelos directos llevaban m¨¢s triunfos y porque Paula necesita un reposo de manera urgente para recuperar su salud f¨ªsica, aunque en la final no dio la sensaci¨®n de tantos problemas como en la semifinal, pero ante las uno la extreme?a necesita sumar m¨¢s puntos para la pareja de manera m¨¢s regulat. Con ese triunfo Alejandra, que tras una grave lesi¨®n en Valladolid lleva a?os ganando en la Plaza Mayor para mostrarse totalmente recuperada, y Gemma llegan a las seis victorias en diez torneos, por tres sus rivales de hoy (el otro, para Marta Ortega y Bea Gonz¨¢lez).
La final masculina tambi¨¦n la ganaron los n¨²meros uno, su cuarto t¨ªtulos en ocho finales que han disputado, adem¨¢s han hecho doblete en los Master. Ahora bien, ante Belastegu¨ªn y Coello tuvieron que sudar tinta aunque ganasen en dos sets, 6-4 y 7-6. Las dos parejas tuvieron opciones, pero en los detalles fueron mejores Gal¨¢n y Lebr¨®n porque exigen tanto a sus rivales que les provocan esos peque?os errores por la necesidad de jugar al l¨ªmte: los golpes neutrales son una invitaci¨®n al suicidio ante la pareja espa?ola. Adem¨¢s, en lo que va de a?o el juego de Lebr¨®n ha evolucionado, no para hacer cosas diferentes, sino para que su actitud convierta a la pareja en m¨¢s s¨®lida.