ElPozo sobrevive en Cartagena: fuerza el cuarto en los penaltis

El partido, como tantas otras veces en el deporte, se hab¨ªa planteado en t¨¦rminos b¨¦licos, extremos, ¨¦picos. ¡°No hay otra: es matar o morir¡±, dijo el entrenador de ElPozo, Dani Mart¨ªnez, antes de llegar a Cartagena. Su equipo, que lo hab¨ªa intentado de muchas formas, no ten¨ªa m¨¢s margen. En casa, hab¨ªa perdido los dos primeros duelos en la eliminatoria por el t¨ªtulo de Liga. S¨®lo le quedaba huir hacia adelante. Sin mirar atr¨¢s. Sin piedad. Y, este viernes, lo hizo en una lecci¨®n de supervivencia. De las trincheras, tras dos partidos que se hab¨ªan resuelto con id¨¦ntico resultado (2-1), se pas¨® a la locura y, sin descanso, a la agon¨ªa. Despu¨¦s de una primera parte que termin¨® 1-1, se lleg¨® a un segundo parcial con tres goles en sus tres primeros minutos y a unos penaltis vitales. ¡°Matar o morir¡±, resonaba. Pablo Ram¨ªrez y Javi M¨ªnguez fallaron y ElPozo respir¨® (3-3 y 2-4 en la tanda). Habr¨¢ cuarto partido. El domingo (a las 19:00, por TDP), el Jimbee tendr¨¢ otra oportunidad para levantar su primera Liga. Delante, tendr¨¢ un grupo que no le teme a nada.

Lo demostr¨® en un ambiente que estuvo a la altura. La fiesta empez¨® a primera hora de la tarde, por toda la ciudad, y continu¨® dentro de un Palacio de los Deportes de Cartagena que mord¨ªa. Los jugadores hab¨ªan hecho su trabajo en casa ajena y, ahora, le tocaba a la afici¨®n, que se dej¨® el alma e intimid¨® desde el primer minuto. En el segundo, sin embargo, ElPozo estrenaba el marcador. Rafa Santos, tras recibir en banda y chocarse contra Tomaz y Lucao, se daba la vuelta para definir cruzado con su derecha. Casi sin ¨¢ngulo, sorprend¨ªa a Chemi para reivindicar que a¨²n quedaba final y para marcar la din¨¢mica de los primeros compases. Los visitantes, que encontraban a sus p¨ªvots con mucha facilidad, marcaban el ritmo; los locales, algo que les hab¨ªa funcionado en los partidos anteriores, se resguardaban para salir al contragolpe, pero necesitaban algo m¨¢s.

¡°Tenemos que ser m¨¢s agresivos. Sin miedo. Si vamos arriba, vamos arriba¡±, gritaba el entrenador del Cartagena, Duda, en un tiempo muerto previo al empate. Su arenga, m¨¢s emotiva que t¨¢ctica, funcion¨®. Acto seguido, Pablo Ram¨ªrez, por partida doble, exig¨ªa a Edu Sousa. Javi M¨ªnguez, que desde la frontal hac¨ªa bueno un c¨®rner, igualaba el choque. Su disparo, raso, se envenenaba y despistaba al portero de ElPozo, muy acertado hasta ese momento. Entonces, tomaba la palabra el t¨¦cnico visitante, aunque m¨¢s calmado. ¡°Vamos a tener la cabeza fr¨ªa. Vamos 1-1, pero estamos bien en el juego posicional. No nos interesan las transiciones. Si no lo ten¨¦is claro, bal¨®n arriba¡±, explicaba. Sus palabras resum¨ªan a la perfecci¨®n lo que hab¨ªa sido la primera parte hasta el tanto del Cartagena, que termin¨® al alza los 20 minutos iniciales.

Locura hacia los penaltis

Tras el descanso, lleg¨® la locura. Tres goles en tres minutos. Un intercambio que, de forma moment¨¢nea, dej¨® a ElPozo como el p¨²gil m¨¢s entero. Y as¨ª se mantuvo hasta el final, con sus magulladuras y sus ansias por vivir. El instinto, le llaman. Rafa Santos, de nuevo, fue el encargado de encender la mecha. Otra vez, con un gol para la galer¨ªa. Volvi¨® a recibir de espaldas y, tras pisar con mimo el bal¨®n, lo revent¨® por la escuadra. Waltinho, soltando la derecha desde la frontal, tras bregar con su cuerpo, respondi¨®, tambi¨¦n con mucha clase. De p¨ªvot a p¨ªvot y tiro porque me toca. Marcel, culminando un contragolpe con su izquierda, parando el tiempo en medio de tanta prisa, dej¨® el marcador en un 2-3 fugaz. Muchas emociones en un abrir y cerrar de ojos. Mucho por decir.

La pr¨®rroga lleg¨® gracias a una jugada de contrastes. Pablo Ram¨ªrez hizo de todo. Recibi¨®, se gir¨®, luch¨®, pis¨® y defini¨® de forma suave con el exterior de su pie izquierdo. De la guerra al pincel. Del aturdimiento, despu¨¦s de la vor¨¢gine contraria de goles, a una nueva oportunidad, a un nuevo empate que llev¨® a la pr¨®rroga y, sin tregua, a los penaltis. En el tiempo extra, hubo mucho ruido, pero pocas nueces. ElPozo, como en los dos ¨²ltimos minutos de la segunda parte, apost¨® fuerte. Jug¨® con portero-jugador, pero no pudo desquebrajar el muro local, que se hundi¨® en la tanda. Marcel y Gadeia no fallaron. Tampoco lo hicieron Bebe y Motta en el bando del Cartagena, cuyo destino enturbi¨® Juanjo. El potero visitante, con el muslo, le neg¨® el tanto a Ram¨ªrez. Luego, M¨ªnguez la mand¨® fuera. Ni Niyazov ni Marlon se pusieron nerviosos. La final se alarga y ElPozo busca el milagro: nunca se ha remontado un 2-0. De momento, sigue vivo.

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