Elena Congost: ¡°Por un segundo nos quitaron 30.000€¡±

Mientras atiende a sus cuatro hijos, a los que se escucha de fondo, los mismos que no entendieron que descalificaran a su madre por ayudar a su compa?ero, Elena Congost habla con AS desde su casa, ya con algo m¨¢s de calma. Al otro lado del tel¨¦fono, tambi¨¦n est¨¢ Mia Carol, su gu¨ªa, ¡°un peluquero calvo¡±, como le gusta decir, que dirige Carol Bruguera, un negocio familiar que ahora ya cuenta con 15 salones, cuando no se dedica a correr (es campe¨®n de Espa?a M55 de 100 kil¨®metros). Los dos admiten haber vivido algunos de los d¨ªas ¡°m¨¢s intensos¡± de sus vidas. ¡°A nivel medi¨¢tico, seguro que s¨ª¡±, dice Elena. ¡°La vida, muchas veces, te depara cosas inesperadas como esta. Han sido unos d¨ªas brutales en cuanto a intensidad. Dudo que vuelva a vivir algo as¨ª¡±, a?ade Mia.

Su vida dio un giro, y no el que esperaban, el pasado 8 de septiembre. Los dos, conectados por esa maldita cuerda, cruzaron la meta de la marat¨®n T12 (corredores con discapacidad visual) de los Juegos Paral¨ªmpicos de Par¨ªs en tercera posici¨®n. Poco despu¨¦s, sin embargo, y tras mucho desconcierto, conocieron su descalificaci¨®n. Congost, con la intenci¨®n de ayudar a Carol, que llevaba varios kil¨®metros sufriendo calambres, hab¨ªa soltado brevemente el enlace. ¡°No hago ni una zancada sin cuerda. En el momento en el que siento que la pierdo, la busco inmediatamente para volver a cogerla. No me da ning¨²n tipo de beneficio ni alteramos la competici¨®n¡±, reitera ella. ¡°Yo ni me di cuenta. Primero nos dijeron que era porque yo hab¨ªa cruzado primero la meta, y no entend¨ªa nada. Luego, cuando dijeron lo de la cuerda, tuve que ver el v¨ªdeo varias veces¡±, completa ¨¦l.

Seg¨²n los jueces, Congost y Carol incumplieron el art¨ªculo 7.9.5 del reglamento de World Para Athletics, que indica lo siguiente: ¡°En una carrera a pie, el atleta paral¨ªmpico y su gu¨ªa deben mantenerse sujetos por una cuerda en todo momento¡±. En su caso, el tiempo en el que no se mantuvieron unidos fue min¨²sculo, pero muy caro. ¡°Por un segundo nos quitaron 30.000?€, que es lo que nos iban a dar a cada uno de nosotros por la medalla, adem¨¢s de un 30% del mismo premio para el entrenador¡±, resume Elena. ¡°Es una barbaridad. Sab¨ªa que hab¨ªa un premio econ¨®mico, pero desconoc¨ªa que para m¨ª y el entrenador tambi¨¦n. En mi caso, no es el modus vivendi. En el caso de la Elena, sin embargo, es su oficio¡±, lamenta Mia.

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La beca y la opci¨®n de dos gu¨ªas

Despu¨¦s del ¡°drama¡±, Elena y Mia ya han ido alcanzando peque?as cimas. S¨®lo unas horas despu¨¦s, el presidente del Comit¨¦ Paral¨ªmpico Espa?ol (CPE), Miguel Carballeda, anunci¨® que plantear¨ªan ¡°la concesi¨®n de una beca¡± para Congost, que ha recibido mensajes de tranquilidad. ¡°Nos han dicho que debemos tener paciencia y que confiemos en que la tendremos¡±, dice. El propio CPE, por otro lado, tal y como transmitieron fuentes del organismo, solicitar¨¢ la concesi¨®n del bronce ex aequo. Congost, sin embargo, no se ha quedado quieta y se ha puesto en manos del bufete de Jean-Louis Dupont, el belga que puso patas arriba la contrataci¨®n de futbolistas en la Uni¨®n Europea con el ¡®caso Bosman¡¯. Este ha remitido una carta al Comit¨¦ Paral¨ªmpico Internacional, al Ol¨ªmpico, a la ministra de Deportes de Francia y al Comit¨¦ Organizador pidiendo ¡°sentido com¨²n¡± antes de iniciar un pleito y reclamando la medalla porque ¡°no hubo fraude, sino asistencia a una persona potencialmente en peligro¡±.

En estos d¨ªas despu¨¦s del boom, tanto Elena como Carol ya han tenido tiempo para reflexionar. El gu¨ªa, por ejemplo, tras decir en varios medios que no se ve¨ªa con ella en Los ?ngeles, ve cada vez m¨¢s factible estar en los Juegos de 2028, en los que tendr¨ªa 61 a?os. ¡°Pensaba esto y no he parado de decirlo, pero puede que le pueda acompa?ar media marat¨®n, como muchos otros gu¨ªas¡±, revela, sacando a la palestra una opci¨®n que ya se plante¨® para Par¨ªs, pero que no les aceptaron. ¡°Lo pedimos, pero no nos dejaron porque hubi¨¦ramos quitado la plaza a otro atleta. Con dos gu¨ªas, todo esto no hubiera ocurrido. La idea era que hiciera media marat¨®n Mia y la otra media, nuestro entrenador, Roger (Esteve)¡±, revela Elena, nueva embajadora Iberdrola. ¡°Por suerte o por desgracia, ahora se est¨¢ hablando mucho de nosotros. Puede que, a la larga, como es una historia de valores, puedan aparecer m¨¢s oportunidades que si hubi¨¦ramos ganado la medalla¡±, desea. Una historia que seguir¨¢.

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