El camino de Ai Tsunoda

Ai Tsunoda Roustant. Nombre y primer apellido japon¨¦s. El segundo, franc¨¦s. Pero espa?ola, de Lleida, donde naci¨® hace 21 a?os porque sus padres, el maestro Go Tsunoda y la judoca gala C¨¦line Roustant, abrieron precisamente hace 21 el Dojo Lleida. Para Ai, doble campeona mundial j¨²nior (2021 y 2022) en -70 kg, parec¨ªa no haber otra salida que el tatami. Y ah¨ª es donde es feliz. Donde se expresa. ¡°Si me quitas el judo, no soy gran cosa. No hay una diferencia entre lo que pasa fuera y dentro del tatami. Todo est¨¢ conectado como un engranaje¡±, cuenta por videoconferencia, gesticulando dicharachera, desde su habitaci¨®n de la Universidad de Tokai, donde ultima su preparaci¨®n para los Mundiales (Doha, 7-14 de mayo), en los que competir¨¢ el jueves 11.

¡°Llegu¨¦ aqu¨ª a primeros de abril porque voy a estudiar cuatro a?os la carrera de Artes Marciales¡±, relata sobre la universidad m¨¢s prestigiosa a nivel deportivo del pa¨ªs, donde un grupo de 30 chicas estudia y entrena al m¨¢ximo nivel. Son campeonas por equipos en la cuna del judo y este a?o contar¨¢n con la espa?ola, que ha conquistado esta temporada dos bronces en el circuito mundial (Tokio y Antalya) y gan¨® el oro en el prestigios¨ªsimo Grand Slam de Par¨ªs derrotando a la doble campeona del mundo y n¨²mero uno Barbara Matic. Un torbellino que apunta a estrella mundial y opci¨®n de medalla en los Juegos de Par¨ªs 2024.

¡°No sab¨ªa muy bien qu¨¦ estudiar. Me interesan mucho los idiomas (habla espa?ol, catal¨¢n, franc¨¦s, ingl¨¦s y entiende el japon¨¦s), pero tampoco me acababa de atraer traducci¨®n. Y como mi vida es el judo, es un complemento perfecto¡±, explica. La vinieron a buscar por su nivel y salt¨® al tren. Pero con condiciones. Su carrera deportiva est¨¢ dirigida por sus padres y no pod¨ªa prescindir de ellos. ¡°Los necesito, necesito sus ajustes¡±, advierte. Por eso, y gracias al programa Team Espa?a por el que el Consejo Superior de Deportes destina 48 millones de euros hasta 2024 a deportistas con posibilidad de subir al podio en los Juegos de Par¨ªs, sus padres se ir¨¢n alternando mensualmente para viajar a Jap¨®n y pulir sus entrenamientos. ¡°La Federaci¨®n (Espa?ola) ha entendido perfectamente mi situaci¨®n y no tengo ninguna pega. Adem¨¢s, recibo la Beca P¨®dium (del COE y Telef¨®nica para j¨®venes talentos) y una ayuda de Iberdrola¡±, detalla.

Su padre, Go, prepar¨® a Gran Breta?a para Londres 2012, a Portugal para R¨ªo 2016 y ahora lo hace con Rusia. Su madre est¨¢ en su esquina en los torneos. Su abuelo Makoto, que a su vez fue el sensei (maestro) de su padre, tambi¨¦n analiza los combates de su nieta y da su opini¨®n. Un proyecto familiar, alejado de la Selecci¨®n o de un centro de alto rendimiento, en el que la prioridad es el proceso y no tanto la meta. ¡°Me importa m¨¢s el camino que las medallas... aunque cuando compito voy a por el oro. Pero no veo la cima de la monta?a. Es evidente que quiero ir a unos Juegos, pero lo que principalmente quiero saber es hasta d¨®nde puedo llegar, en t¨¦cnica y fuerza. Quererme a m¨ª misma¡±, describe Ai, que decidi¨® raparse la cabeza en 2021 para hacer ¡°una limpieza¡±, un reseteo. Su judo no flu¨ªa como quer¨ªa y, en vez de achacarlo a factores externos, decidi¨® mirar a su interior. Decir adi¨®s a su pelo fue forma de desprenderse de todo (¡°?ahora estoy comod¨ªsima y no me lo dejar¨ªa crecer!¡±, bromea). De centrarse en ella y en su judo. En su camino. El que lleva a la cima aunque no quiera adivinarla.