Diosa Shiffrin: r¨¦cord de 87 victorias en Copa del Mundo

Hay r¨¦cords que parecen inalcanzables. Los 9.58 de Usain Bolt, los 100 puntos de Wilt Chamberlain, las 28 medallas ol¨ªmpicas de Michael Phelps, los 13 Roland Garros de Rafa Nadal. Cifras que adquieren valores c¨®smicos, n¨²meros que parecen destinados a quedarse para siempre. Como si fueran una singularidad, un fallo en el sistema. En el deporte, sin embargo, la eternidad casi siempre es finita. S¨®lo en casos muy excepcionales es fiel a su definici¨®n. Este s¨¢bado, Mikaela Shiffrin lo volv¨ªa a demostrar. En la estaci¨®n de Are (Suecia), en la que firm¨® su primera victoria en Copa del Mundo, en 2012, y en el mismo d¨ªa de su debut, en 2011, se colgaba su 87? oro. Se impon¨ªa en el eslalon para romper la historia. Ayer, en el gigante, igualaba el r¨¦cord hist¨®rico de Ingemar Stenmark (86 triunfos en la competici¨®n), una marca que, hace no tanto, parec¨ªa infinita; hoy, ni 24 horas despu¨¦s, lo superaba en casa de la leyenda sueca. Nadie ha esquiado como la estadounidense en estos dos d¨ªas. Nadie ha esquiado como ella en lo ¨²ltimos a?os. Nadie ha esquiado como ella en toda la historia.

Antes de salir, un profundo resoplido. Tras cruzar la meta, l¨¢grimas. En medio, lo extraordinario convertido en cotidiano. Otra vez. Shiffrin encaraba la segunda manga con casi un segundo de ventaja (50.93) sobre la local Anna Swenn Larsson (51.62) y la suiza Wendy Holdener (51.87), pero le parec¨ªa poco. En los primeros metros, les ganaba m¨¢s tiempo, como si tuviera prisa por alcanzar el Olimpo. Despu¨¦s, se relajaba, consiente de que estaba a una ca¨ªda de retrasarlo. No le gusta el riesgo, como ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n. Zigzagueo f¨¢cil, sin forzar del todo, cediendo d¨¦cimas (quinta en el parcial), pero agarrando el r¨¦cord. 1:41.77 para ella, 1:42.69 para Holdener y 1:42.72 para Swenn Larsson, que pon¨ªan un precio muy alto a la efem¨¦ride. Hab¨ªan bajado tan bien como pueden hacerlo los mortales. Veloces, sin errores, excelentes. Shiffrin lo hab¨ªa hecho como la mejor de todos los tiempos, gan¨¢ndose el manido t¨¦rmino de GOAT, el repetitivo apelativo de Diosa. Esta vez, se acerca mucho a la realidad. Tanto como es posible.

¡°Me he sentido perfecta. Es dif¨ªcil imaginar un d¨ªa como el de ayer. En un eslalon ocurren muchas cosas, vas siempre al l¨ªmite y se decide todo por d¨¦cimas, pero puede pasar (batir el r¨¦cord), tengo la oportunidad y lo voy a intentar¡±, dec¨ªa tras finalizar la primera manga. ¡°Tengo la suerte de tener aqu¨ª a toda mi familia en un d¨ªa as¨ª de especial. He esquiado con mucha seguridad. Gracias a toda la gente que me apoya¡±, celebraba tras la segunda. Mientras, le resultaba inevitable emocionarse. Recordaba, seguramente, el d¨ªa de su debut en una Copa del Mundo, el 11 de marzo de 2011, a dos d¨ªas de cumplir 16 a?os. Y tomaba consciencia de que, a dos d¨ªas de los 28, ya es la mejor de siempre (Stenmark ten¨ªa 33 cuando alcanz¨® las 86). Tambi¨¦n pod¨ªa revivir momentos m¨¢s cercanos, como cuando no hace ni un mes, el 24 de enero, superaba el r¨¦cord femenino de su compatriota Lindsey Vonn (82).

Un a?o despu¨¦s del drama

Y momentos agrios, como los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, en los que se qued¨® sin medallas, s¨®lo pudo completar la mitad de las pruebas que disput¨® y fue duramente increpada. ¡°Tu tiempo ha terminado, ret¨ªrate¡±, le llegaron a decir. Y le dol¨ªa. ¡°Es raro que vaya a una carrera en la que me sienta bien. No puedo ir a los Juegos y no sentir presi¨®n, nervios e incomodidad¡±, expresaba Shiffrin, hablando de forma totalmente abierta sobre sus problemas de salud mental. Poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s, este s¨¢bado, llegaba a Aer ¡°sin presi¨®n¡± y con la convicci¨®n de que ¡°los r¨¦cords est¨¢n para romperse¡±. Sal¨ªa de la estaci¨®n sueca con la 87?. El mayor de los r¨¦cords dos semanas despu¨¦s de los Mundiales de M¨¦ribel y Courchevel, cerrados con un oro y dos platas. El toque infinito a un palmar¨¦s inabarcable: dos oros ol¨ªmpicos, 15 Globos de Cristal (esta temporada ya tiene asegurados el de ambas pruebas y la general), 14 medallas (la mitad, de oro) mundiales... Y llegar¨¢n m¨¢s, porque el propio Stenmark vaticin¨® ¡°m¨¢s de 100 victorias¡± y porque Shiffrin todav¨ªa llora tras cada una de ellas.