Con el Villa de Laredo se cierra con esfuerzo una temporada extra?a
El torneo de la localidad c¨¢ntabra supera las cincuenta ediciones y se convierte en un referente del deporte nacional.
El torneo internacional Villa de Laredo, el decano de cuantos se organizan en Espa?a en el v¨®ley playa, concluy¨® su 51 edici¨®n (s¨®lo se ha perdido un a?¨® por el imponderable cierre al que oblig¨® la pandemia) con las victorias de la pareja gallega V¨¢zquez-Ada en categor¨ªa masculina, y la pareja c¨¢ntabro/asturiana Zunzunegui e Imargues en categor¨ªa femenina, en una emocionante competici¨®n que, como es tradici¨®n, cont¨® con la negativa del delegado de Costas a que las canchas de juego tuviesen gradas para los espectadores: en realidad el Club Laredo quer¨ªa aprovechar los recintos destinados a la fiesta del Desembarco, que ya tiene levantada su infraestructura, pero el delegado prefiri¨® ocupar dos espacios p¨²blicos, aunque uno no se utlizase, a consentir tama?o dislate de que los espectadores tuviesen espectadores sentados en una de las playas m¨¢s extensas de Espa?a.
La final femenina estuvo protagonizada por dos parejas con mucha experiencia en el circuito nacional de v¨®ley playa, ambas de composici¨®n mixta astur-c¨¢ntabra. El triunfo se lo llevaron la c¨¢ntabra Teresa Zunzunegui (hija de un mito del voleibol femenino nacional, Teresa Hernando) y Cristina Imargues (Asturias), que tuvieron por rivales en la final a la pareja Laura Soto (Cantabria) y ?ngela Elizaga (Asturias). El tercer puesto fue para la pareja gallega Aida P¨¦rez y Clara Barrios.
En cuanto a la categor¨ªa masculina, el primer puesto fue para los gallegos Diego V¨¢zquez y Manuel Aba, que vencieron en un duro encuentro al madrile?o Guillermo G¨®mez que formaba pareja con el ucraniano Pavlo Kovasevich. Y el tercer puesto fue una curiosa pugna entre hermanos, que ganaron los hermanos Ega?a (San Sebasti¨¢n) frente a los hermanos Moronta (Madrid).
A la conclusi¨®n del torneo, la alcaldesa de Laredo, Charo Losa, se felicit¨® por el buen desarrollo del torneo toda vez que jugadores, p¨²blico y organizaci¨®n improvisaron la manera de mantener una competic¨®n seria, homologada y rigurosa con cuatro pistas asumiendo la indescifrable decisi¨®n de Costas, y adem¨¢s alab¨® la gesti¨®n de este torneo por conseguir que perdure a lo largo de m¨¢s de medio siglo ininterrumpido para convertirse en un cl¨¢sico del deporte nacional, lo que los organizadores y jugadores entendieron como un apoyo impl¨ªcito a volcarse en la pr¨®xima temporada tras un a?o de transici¨®n, en la que las competiciones nacionales han retrocido en el nivel organizativo precedente, salvo honrosas excepciones.