Bailando hacia Par¨ªs
Xak (Juan de la Torre, Lucena, 1986), con los Juegos Ol¨ªmpicos en la mente, atiende a AS en el CAR de Madrid, donde el break dance ya es un deporte m¨¢s.
Los superh¨¦roes quieren tener historias que contar. Les puede la ¨¦pica. A Spiderman le gusta ser Peter Parker, pero s¨®lo cuando el mundo no arde. Para toda misi¨®n hay un elegido y Xak (Lucena, 1986) se siente en una. ¡°A m¨ª siempre me han gustado las pel¨ªculas de superh¨¦roes. Hay veces en las que Clark Kent no puede salir durante a?os. Yo ahora me siento as¨ª, tengo algo importante que hacer y tengo que potenciar esa parte¡±, explica el b-boy espa?ol a AS. El breaking, conocido popularmente como break dance, ser¨¢ ol¨ªmpico en 2024. Y Xak (Juan de la Torre, pero s¨®lo para su padre, su madre y su hermano) apunta con fuerza a Par¨ªs. ¡°Tengo toda mi vida organizada para ello, desde que me levanto. La forma de vestir, la comida, las horas que duermo¡ ?hasta el colch¨®n! Todo es por y para esto¡±, asegura mientras mueve sus mu?ecas con sutileza. Luego tiene entreno. No puede perder tiempo.
Cuando suena la m¨²sica - prefiere los breaks puros al rap o al funk -, se siente como un gato. ?gil, sutil, perspicaz. Se enamor¨® de la disciplina con 15 a?os y a los 29 rompi¨® con todo para dedicarse de lleno a ella. ¡°Juan, que es quien soy cuando no bailo, se apag¨®¡±, reflexiona. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Granada y ejerci¨® como abogado, pero renunci¨® a la estabilidad para marcharse a Madrid, con s¨®lo 1.500€, con la intenci¨®n de entregarse a su talento. ¡°Empec¨¦ a competir, pero no me daba para vivir, as¨ª que lo alternaba con otros trabajos de baile, shows, talleres, etc.¡±, recuerda. ¡°De repente, todo cobra sentido¡±, enlaza con el presente. Con la inclusi¨®n del breaking en los Juegos, forma parte del Programa ADO y ha empezado a entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid (CAR). Al principio, lo hac¨ªa en las pistas de baloncesto; ahora, el break dance ya cuenta con instalaciones propias. ¡°No entren¨¢bamos siempre en el metro, pero algunos d¨ªas, cuando no hab¨ªa salas, s¨ª. Y supon¨ªa una lucha continua con la seguridad o la polic¨ªa. De pronto, tener una sala de parqu¨¦, con espejos, equipada¡ es incre¨ªble¡±, relata.
Un proceso veloz, pero que est¨¢ cuajando. Xak, as¨ª como el resto de talentos nacionales de la disciplina, pese a alguna duda inicial, no ha tenido problemas para integrarse en la ¨¦lite deportiva. La edad (tendr¨¢ 38 a?os en los Juegos) le hizo plantearse si estaba preparado para afrontar un reto de tales dimensiones, pero pronto se autoconvenci¨®. Y se abri¨® un universo de posibilidades. ¡°Nos tratan con respeto y tenemos a profesionales con nosotros: preparador f¨ªsico, fisio, psic¨®loga, etc. Si quieres estar dentro de este mundo, de este nivel, se necesita un equipo¡±, explica. Facilidades que devuelve con m¨¢s esfuerzo: ¡°Todo lo que tengo que hacer en un d¨ªa es estar aqu¨ª. Antes, si no te apetec¨ªa, estabas cansado o te surg¨ªa otra cosa¡ pues no entrenabas. Ahora eso ya no lo contemplo. Incluso hay domingos que vengo para recuperar. Es una vida de dedicaci¨®n total¡±. Este a?o, de hecho, se ha quedado sin vacaciones. En octubre, se celebra el Campeonato del Mundo de breaking en Se¨²l (Corea del Sur) y no puede parar. En su calentamiento, ya va por el cuello.
Cuarto entre los mejores del mundo
No hay ning¨²n club como el Roxy. Todo el mundo quiere actuar en ¨¦l. Kenny Kirkland, DJ y MC, despu¨¦s de un drama muy bien hilado por Stan Lathan, lo consigue. El Bronx, a trav¨¦s de la cultura hip-hop, se abre camino en la sociedad. ¡°Beat Street (1984) es una de las pel¨ªculas que mejor transmite nuestros or¨ªgenes, con escenas tan m¨ªticas y reales como la batalla entre los New York City Breakers y la Rock Steady Crew. La realidad de ahora, eso s¨ª, es otra. El contexto sociocultural ha cambiado y, en Europa, la mayor¨ªa de practicantes, de hecho, son de clase media o alta¡±, detalla Xak, que volvi¨® a las ra¨ªces de su cultura en julio, en los Juegos Mundiales celebrados en Estados Unidos. All¨ª, en las olimpiadas de los deportes no ol¨ªmpicos (de donde desaparecer¨¢ el breaking), el andaluz se puso a prueba ante los diecis¨¦is mejores b-boys del mundo. Y pas¨® el examen con nota, quedando en cuarta posici¨®n, rozando el podio, los metales. ¡°Volv¨ª con muy buenas sensaciones. Estaban los top, top y pude hacerles frente. Antes, me parec¨ªa gente inalcanzable, pero me di cuenta de que es posible¡±, asegura, con Par¨ªs sacando la cabeza entre sus palabras.
En Birmingham, vivi¨® un simulacro de lo que se encontrar¨ªa en Francia. Una Round Robin (fase de grupos de cuatro participantes con enfrentamientos de todos contra todos) seguida de eliminatorias directas. En la primera fase del torneo, duelos al mejor de tres rondas; en semifinales y final, al mejor de cuatro, con una interrupci¨®n de noventa segundos en medio. Xak pas¨® como primero al top-8, con cinco de seis puntos posibles, tras compartir grupo con Phil Wizard (Canad¨¢) y Amir Zakirov (Kazajist¨¢n), segundo y tercero del mundo, respectivamente, pero se estanc¨® en semifinales, en un formato desconocido para ¨¦l. ¡°Es un juego muy mental, porque hay que recordar mucho material, hay que trabajar el cansancio¡ Ah¨ª fue donde perd¨ª. Mi rival ya hab¨ªa disputado otros torneos as¨ª. Yo, no¡±, analiza, valorando que, dentro de un contexto conocido, pudo con los mejores del ranking mundial. Lecci¨®n aprendida y apuntada en su libreta, que le acompa?a a todas las competiciones. ¡°Antes de los Juegos, va a estar fina¡±, bromea. ¡°Conf¨ªa en ti¡± son las ¨²ltimas palabras que tiene escritas.