Milak enciende Budapest
El nadador h¨²ngaro sali¨® a por el r¨¦cord del mundo de los 200 mariposa y lo logr¨®. El Duna Arena, repleto para ver su carrera, se vino abajo de emoci¨®n.
Era puerta grande o enfermer¨ªa. Kristof Milak lo sab¨ªa. Y tambi¨¦n las centenares de madres, padres, hijos y abuelos que aguardaban pacientes la larga cola de acceso al Duna Arena a las 17:30. La espera iba a merecer la pena. Y as¨ª fue, porque Milak no se anda con tibiezas en el 200 mariposa, ¨¦l no quiere oros, quiere ser el m¨¢s r¨¢pido de siempre y cuando lo consigue quiere volver a superarse y ser a¨²n m¨¢s r¨¢pido. Lo hizo en una memorable cuarta jornada del Mundial de Nataci¨®n que nunca olvidar¨¢. El h¨²ngaro de 22 a?os, campe¨®n mundial y ol¨ªmpico, estableci¨® una nueva plusmarca de 1:50.34. La anterior, en sus manos, estaba en 1:50.73.
Milak empez¨® como un boxeador. En el videomarcador se present¨® de espaldas, con la capucha tap¨¢ndole el rostro. Se dio la vuelta, se la quit¨® y sonr¨ªo. Raro en ¨¦l. En los Juegos de Tokio se march¨® enfadado tras ganar el oro en los 200 mariposa porque ¨¦l quer¨ªa el r¨¦cord mundial. Solo ense?¨® sus dientes cuando estuvo a punto de quitarle el oro a Caeleb Dressel en los 100 y este, en un gesto de deportividad, se acerc¨® hacia ¨¦l a felicitarle. Pero hoy no estaba Dressel. Milak peleaba contra el tiempo ante su gente. No hab¨ªa m¨¢s estrategia que la de salir a matar.
En el primer 50, Milak ya era el l¨ªder destacado de la carrera. Toc¨® primero con un parcial de 24.19, medio segundo ya por debajo de su r¨¦cord mundial. Viraje de nuevo y a lo suyo. Brazadas y brazadas a todo trapo, sin filtros. En el Europeo de Glasgow de 2018, el h¨²ngaro intent¨® ya batir el r¨¦cord de Michael Phelps. Y lleg¨® a ir hasta un segundo por debajo a falta de 50 metros, pero pet¨®. Lleg¨® arrastr¨¢ndose, sin fuerzas. No estaba preparado, pero ahora s¨ª. El segundo parcial fue de 27.70, un segundo por debajo del r¨¦cord. El cansancio le iba alargando los parciales, pero manten¨ªa fuerza. Pas¨® el 150 con un parcial de 28.62. Ten¨ªa margen.
Afront¨® Milak el ¨²ltimo largo con la grada en pie. Los decibelios de la piscina aumentaron. Milak empez¨® a sudar sangre pero resisti¨®. Donde no le llegaba el ox¨ªgeno le llegaba el coraz¨®n. Toc¨® pared, mir¨® y respir¨® tranquilo. No celebr¨® demasiado, sino que miraba a la grada con una sensaci¨®n de satisfacci¨®n, de plenitud, quiz¨¢s el mejor sentimiento que ha podido sentir como nadador. Era un h¨¦roe. Se qued¨® en el poyete contemplando su obra, la magia que hab¨ªa creado. Apenas pudo caminar. Apenas pudo hablar. Tras de s¨ª hab¨ªa dejado una otra inmortal en su piscina.
La plata se la colg¨® el franc¨¦s Leon Marchand, que adem¨¢s de quedarse a poco del r¨¦cord mundial de Phelps en los 400 estilos, demostr¨® que tiene madera de nadador total (1:53.37), mientras que el bronce fue para el japon¨¦s Tomoru Honda (1:53.67). Campeones del planeta Tierra. A a?os luz del planeta Milak, jaleado en el podio, aplaudido hasta la saciedad en una vuelta de honor que nunca quiso abandonar.
Hugo Gonz¨¢lez, sin final de los 200 estilos
El nadador mallorqu¨ªn Hugo Gonz¨¢lez mejor¨® en las semifinales de los 200 estilos, pero no le alcanz¨® para meterse en la final del mi¨¦rcoles. Por la calle 8 de la primera semifinal, el nadador de la Universidad de Berkeley nad¨® un buen primero 150, donde lleg¨® en quinta posici¨®n, pero le falt¨® una marcha m¨¢s en el ¨²ltimo libre para acercarse a su r¨¦cord de Espa?a, que le hubiera dado el pase sin paliativos a la final. Hugo Gonz¨¢lez marc¨® 1:58.41 y el corte estuvo ocho d¨¦cimas m¨¢s abajo.
El mejor tiempo fue para el franc¨¦s Leon Marchand. Se hab¨ªa colgado la plata minutos antes en los 200 mariposa y sali¨® de nuevo con el ba?ador a meterse en la final. Al paso por el 150 iba solo a -24 cent¨¦simas del r¨¦cord mundial de Ryan Lochte. Finalmente, se qued¨® m¨¢s lejos (1:55.75).