L¨¢grimas de Tigre en St. Andrews
Tiger Woods se despide llorando del Old Course, quiz¨¢ para siempre, con un +9. Toque de corneta de Rahm y Sergio, que se meten en la pomada con -4 y -3.
La imagen era estremecedora. Tiger Woods surcando la ¨²ltima calle del Old Course de St. Andrews con l¨¢grimas en los ojos, saludando con la gorra al cruzar el Swilcan Bridge. Un hombre que lo ha sido todo en el golf, entre otras cosas tres veces campe¨®n del British Open, dos en St. Andrews (2000 y 2005), derrotado por su cuerpo y por su campo ¡°favorito¡± del mundo. Ovaci¨®n generalizada a su llegada al green. Putt para birdie fallado. Gesto de contrariedad que inmediatamente muta en sonrisa. No es un d¨ªa para hacerse sangre. Es un d¨ªa para disfrutar el que puede ser su ¨²ltimo ba?o de masas en la cuna del golf.
¡°Llevo viniendo aqu¨ª desde 1995 y creo que la pr¨®xima ser¨ªa en torno a 2030. No s¨¦ si para entonces estar¨¦ en condiciones de jugar¡±, aseguraba el Tigre en zona mixta tras firmar una tarjeta de 75 golpes que le dejaba con un +9 total. Las dos veces que se coron¨® en el m¨ªtico recorrido escoc¨¦s hizo -11 en las dos primeras vueltas (acab¨® con -19 y -15). Entonces no ten¨ªa el cuerpo cosido a cicatrices y lleno de metal. Era un portento f¨ªsico. Ahora sus hierros no alcanzan los trapos, ni conserva los nervios de acero con el putter en las manos. Y no hay margen de mejora porque su estado no le alcanza para jugar m¨¢s golf competitivo, para refinar el toque. Esto es lo que hay, esto lo que le queda.
La persecuci¨®n de Jack Nicklaus, el Oso Dorado de los 18 grandes, se acab¨®. Y parece complicado que alcance a superar los 82 triunfos en el PGA de Sam Snead, con el que ahora est¨¢ igualado, porque como ¨¦l dice ¡°nunca m¨¢s¡± va a poder plantearse una agenda completa. S¨ª asegur¨® que planea jugar m¨¢s veces el Open ¡°en el futuro¡±. Y parece que en su mente, aunque sea casi una quimera, s¨ª reserva un peque?o hueco para la fe en una nueva visita a St. Andrews, porque ni se plante¨® pararse en el Swilcan Bridge, donde las leyendas se dejan fotografiar en los estertores de su ¨²ltima incursi¨®n en el Old Course, como hizo este mismo viernes Mark Calcavecchia, que alz¨® la Jarra de Clarete en 1989: ¡°No. Iba pensando si pegar una madera 3 o una madera 5. S¨ª sent¨ª al salir del tee que todos se paraban. Mir¨¦ alrededor pensando ¡®?d¨®nde demonios est¨¢ Joey (Joe LaCava, su caddie)?¡¯. Ah¨ª es cuando empec¨¦ a pensar que la pr¨®xima vez que esto se celebre aqu¨ª, quiz¨¢ yo ya no estar¨¦¡±.
Poco despu¨¦s comenzaron a aflorar las l¨¢grimas en sus mejillas. Se frot¨® los ojos. ¡°Caminaba por la calle y vi a Rory (McIlroy). Me hizo un gesto con la gorra. Fue muy guay el respeto que me fueron mostrando todos. Desde un punto de vista de fraternidad entre jugadores, es muy puro ver y sentir algo as¨ª¡±, relat¨® despu¨¦s unos instantes que pondr¨ªan la piel de gallina a cualquier aficionado a este deporte. Como Rafa Nadal, la referencia m¨¢s cercana de algo as¨ª que tiene el p¨²blico espa?ol, Tiger ha maltratado su cuerpo para seguir en la ¨¦lite. En parte por su hambre de gloria, por su propio inter¨¦s, claro est¨¢. Pero seguramente tambi¨¦n por regalarle a la gente un ¨²ltimo trago de poci¨®n m¨¢gica, un ¨²ltimo baile.
Toque de corneta de Rahm y Sergio
En clave nacional, la gran historia del turno matutino la protagonizaron Jon Rahm y Sergio Garc¨ªa. La punta de lanza de la Armada lanz¨® una ofensiva rel¨¢mpago en St. Andrews y se colocaron en buena posici¨®n para tratar de asaltar la cima de la tabla el s¨¢bado. El primero en salir fue Sergio Garc¨ªa, que complet¨® unos nueve primeros hoyos portentosos, peg¨¢ndole al driver de cine con Pau Gasol siguiendo su estela: birdie al 5, birdie al 7 y eagle al 9, un par 4, tras enganchar un ca?o?azo de 325 metros desde el tee y embocar un ¡®puro¡¯ de casi 12 metros. La secuencia continu¨® con birdie al 11, al 12 y al 14, hasta que se fren¨® con un bogey al 17 que no empa?a demasiado el 66 (-6 para -3 en total), que es una de sus mejores vueltas en majors en la historia reciente. Todo ello despu¨¦s de dormir ¡°tres horas¡± por los problemas con los que dice estar lidiando ¨²ltimamente.
El testigo lo recogi¨® Rahmbo, que se fue a -5 para -4 en un d¨ªa de mejores sensaciones con el putter y mucho m¨¢s corto que el primero, en el que su partido se fue por encima de las seis horas, algo que reconoci¨® que puede hacer da?o f¨ªsica y psicol¨®gicamente si las cosas no est¨¢n yendo bien (el ingl¨¦s Fitzpatrick lleg¨® a decir que es algo que ¡°nunca puede ocurrir¡± en un torneo de golf, mucho menos cuando el LIV amenaza con su producto, din¨¢mico y compactado).
Jon empez¨® embocando dos birdies desde tres y dos metros, col¨® otro de rango medio en el 14 y no se resquebraj¨® con el bogey del 15, que lleg¨® tras fallar la calle y despu¨¦s el green. Todo lo contrario, de hecho. En el 16 volvi¨® a encontrar el rough y se pas¨® de vueltas con el segundo tiro, pero la meti¨® para par desde siete metros y medio. ¡°Si el fin de semana pasa algo, se hablar¨¢ de ese putt¡±, afirm¨® luego. Fue un tramo final con muy buen sabor de boca por lo que fue respecto a lo que podr¨ªa haber sido, porque volvi¨® a encontrar el hoyo desde m¨¢s de siete metros, esta vez para birdie, en el 18. ¡°No ha habido mucha diferencia de tee a green entre estos dos d¨ªas. La ¨²nica es que hoy he metido putts¡±, apunt¨®. Y que siga as¨ª.
Lo malo es que, ya por la tarde, pese a que arreci¨® el viento, el pintoresco australiano Cameron Smith, que cuando entra en combusti¨®n es una m¨¢quina de hacer birdies, con un control de las distancias asombroso, se comi¨® el campo y cerr¨® en -8 para -13. Otros ¡®gallos¡¯ como McIlroy (-10), Dustin Johnson (-9) o Scheffler (-8) aguantaron el envite. El campe¨®n de 2021, Collin Morikawa, en cambio se despidi¨® con +1 en el d¨ªa y en el acumulado. Sergio y Rahmbo tendr¨¢n trabajo en el d¨ªa de movimiento.
Del resto de la Armada, Adri Arnaus (par), al que sigui¨® en este segundo asalto, como a Sergio Garc¨ªa, Pau Gasol, pas¨® el corte con un birdie al 18 y la ¡°superbomba¡± del d¨ªa, un drive de 390 metros en el 5. ¡°Es cuesti¨®n de estar fino en determinados hoyos. Todo lo que sea restar por debajo del par y seguir aprendiendo estar¨ªa bien. Disfrutaremos¡±, apunt¨® el barcelon¨¦s. Larraz¨¢bal, por su parte, se despidi¨® en +12. Tres de cuatro para Espa?a antes del segundo tramo del British Open, el decisivo.