La resurrecci¨®n de Ding Liren
Un grave error de Nepomniachtchi cuando parec¨ªa estar cerca de capear el temporal ha sido aprovechado por el jugador chino para empatar el Mundial.
El Domingo de Pascua ha llegado con cuatro d¨ªas de retraso para Ding Liren. El jugador chino ha conseguido imponerse en la cuarta partida del Campeonato del Mundo tras aprovechar un grave error de valoraci¨®n de Ian Nepomniachtchi. El encuentro llega empatado a su segunda jornada de descanso y con un color totalmente distinto que hace dos d¨ªas.
Ding ya hab¨ªa avisado en la rueda de prensa posterior al tercer envite. Los problemas de ansiedad y de inseguridad que hab¨ªa mostrado durante los dos primeros duelos desaparecieron durante la jornada de descanso. El primer s¨ªntoma de la mejor¨ªa fue su intento de jugar a ganar con piezas negras rechazando posiciones con tendencia a tablas. El segundo no tard¨® en llegar.
Nuevamente inspirado por su entrenador para este torneo, Richard Rapport, el n¨²mero tres del mundo escogi¨® la Apertura Inglesa. In¨¦dita hasta el cuarto lance, pod¨ªa esperarse cualquier idea de laboratorio por parte de cualquiera de los contendientes. Ding escogi¨® una l¨ªnea algo secundaria, Nepo mezcl¨® los planes y los dos quedaron fuera de toda preparaci¨®n desde la novena jugada.
Si la posici¨®n resultante tras la apertura ya era prometedora, Ding redobl¨® las opciones de ver un resultado decidido al sacrificar con buen criterio un pe¨®n a cambio de una mayor¨ªa central de peones y m¨¢s espacio. Adem¨¢s, Nepomniachtchi ten¨ªa un caballo en el borde del tablero que presum¨ªa tener dificultades para volver a la partida.
En el ajedrez, como en la vida, a veces las cosas no son como parecen. La compensaci¨®n por el pe¨®n entregado era evidente, pero el corcel negro hab¨ªa vuelto a entrar en juego. Sin embargo, en su af¨¢n por encontrar la mejor casilla para la pieza protagonista de la partida, el jugador ruso se pas¨® de frenada y cometi¨® un error inusual para un jugador de su categor¨ªa.
De repente, el lenguaje no verbal de Ding cambi¨® por completo. Pas¨® de la serenidad a demostrar con sus gestos que los planes empezaban a encajar. De forma casi inmediata, sacrific¨® su torre por el caballo central de su rival. Sus peones avanzados amenazaban con coronar y el potro blanco amenazaba en cada casilla por la que pasaba.
El sufrimiento de Nepomniachtchi se alarg¨® hasta el movimiento 47. Pele¨® a pesar de que la partida estaba perdida, consciente del error que hab¨ªa cometido. Su cara era un poema. No solo ha perdido la ventaja, sino que ahora tendr¨¢ que demostrar c¨®mo lidia con el que es su mayor lunar en su ajedrez: recuperarse tras una derrota.
Rueda de prensa
Delante de los micr¨®fonos, Ding se ha mostrado muy satisfecho con su desempe?o en la partida. ¡°Estoy muy feliz por ganar y satisfecho con la calidad que he demostrado. Ha sido un enfrentamiento duro y he conseguido mantener las cosas bajo control, as¨ª que estoy contento¡±, ha expresado antes de admitir que era la victoria m¨¢s importante de su carrera.
Las sensaciones, evidentemente, eran distintas en el otro bando. ¡°No estoy contento. Fue una partida cambiante. He valorado mal toda la posici¨®n tras 15. c5 y toda la estructura resultante. Era incre¨ªblemente dif¨ªcil, no ten¨ªa mucha idea de c¨®mo jugar. Luego estaba todo m¨¢s o menos estable hasta que permit¨ª 29. Txd4. Era mucho m¨¢s f¨¢cil jugar con blancas¡±.