La pompa de Augusta rebaja la tensi¨®n entre PGA y LIV
Calma chicha en un Masters en el que competir¨¢n 18 de los ¡®fugados¡¯ a la superliga saud¨ª, seis de ellos campeones en el pasado.


Miradas desafiantes, gestos airados, silencios inc¨®modos en la cena de campeones... Todos hemos fantaseado con este tipo de cosas desde que el pasado diciembre el Masters de Augusta anunci¨® que no impondr¨ªa ning¨²n tipo de veto a la participaci¨®n de jugadores del LIV en el primer major del a?o, que arranca este jueves.
Pero lo cierto es que, tras d¨ªas copados por los acontecimientos que marcan la recta final hacia el inicio del torneo (como el Drive, Chip & Putt, el concurso de pares 3 o la citada cena de campeones), Augusta vive una calma chicha, como si nadie quisiera enturbiar el aura de serenidad que envuelve a este torneo. Ni siquiera
Kevin Na, Jason Kokrak, Talor Gooch, Louis Oosthuizen, Sergio Garc¨ªa, Patrick Reed, Thomas Pieters, Bubba Watson, Abraham Ancer, Cameron Smith, Charl Schwartzel, Bryson DeChambeau, Mito Pereira, Brooks Koepka, Harold Varner III, Phil Mickelson, Joaqu¨ªn Niemann y Dustin Johnson. 18 de los ¡®fugados¡¯ entre el a?o pasado y este a la superliga saud¨ª competir¨¢n esta semana en Georgia (EE UU). Seis de ellos se han enfundado la chaqueta verde en el pasado: Sergio Garc¨ªa (2017), Patrick Reed (2018), Bubba Watson (2012 y 2014), Charl Schwartzel (2011), Phil Mickelson (2004, 2006 y 2010) y Dustin Johnson (2020).
The 2023 Champions Dinner portrait. #themasters pic.twitter.com/4cLriTv8sO
— The Masters (@TheMasters) April 5, 2023
La tensi¨®n entre circuitos obviamente est¨¢ ah¨ª, latente, y de hecho, aunque sea sin estridencias, cada uno juega sus cartas. Los LIVers van ataviados con la indumentaria oficial de sus franquicias; la organizaci¨®n, por su parte, ha escondido a la mayor¨ªa en partidos discretos que recibir¨¢n poca cobertura televisiva y este a?o no ha invitado a Greg Norman, CEO de la competencia, a dejarse caer por Augusta (¡±queremos mantener el foco en la competici¨®n¡±, adujo el presidente del club, Fred Riley). El mantra ser¨ªa: que est¨¦n, porque hay que vender el producto y el producto es mejor con ellos, pero que no se les vea demasiado. Una jugada inteligente, porque no hay que ser doctor en econom¨ªa para darse cuenta de que hay negocio en un mano a mano dominical entre un hombre del PGA y uno del LIV.
M¨¢s all¨¢ de eso tampoco es que se corte el aire con cuchillo. ¡°No es verdad que hayamos recibido una consigna para que vayamos a esperar al ganador en el green del 18 en caso de victoria. Claro que ser¨ªa bueno para nuestro circuito que alguien lo haga bien. Pero no hag¨¢is una doble lectura¡±, ped¨ªa estos d¨ªas a la Prensa Sergio Garc¨ªa, que se fundi¨® en un abrazo con Jason Day cuando ambos se encontraron en el club. ¡°Nos dijimos cu¨¢nto nos echamos de menos¡±, confes¨®.
Si no fuera por el hecho de ver a Dustin Johnson, durante a?os bandera de Adidas, calzando unas FootJoy tras su ruptura con la marca, asegura Jon Rahm (que por su parte vestir¨¢ una edici¨®n especial de Travis Matthew con un ¡°Vamos¡± inscrito en el lateral), firme pero no beligerante en su apoyo al PGA, buen amigo de ¡®rebeldes¡¯ como Sergio o Phil Mickelson, que no habr¨ªa notado nada ¡°diferente¡±. Tampoco se not¨® en la foto de familia de la tradicional cena de campeones, todo sonrisas y muecas de satisfacci¨®n, forzadas o no. Ser¨¢ la pompa del Masters, que todo lo rebaja.