La madurez de Irlanda
El Tr¨¦bol tumba a los vigentes campeones en el gran duelo del Mundial hasta la fecha y encarrila la primera plaza del grupo, que le evitar¨¢ a Francia.

Aparte de que sea un concepto manido, decir que el duelo de este s¨¢bado entre Sud¨¢frica e Irlanda fue un choque de trenes se quedar¨ªa muy corto. Habr¨ªa que irse al campo de la s¨ªsmica, a un encuentro de placas tect¨®nicas, para definir con precisi¨®n lo que ocurri¨® en Saint Denis. Los dos grandes candidatos a alzar el pr¨®ximo 28 de octubre la Copa Webb Ellis, con permiso de Nueva Zelanda y Francia, y los dos primeros del ranking se cruzaron por primera vez en la historia de este torneo, con el liderato del grupo B del Mundial(o la diferencia entre evitar o no la anfitriona en cuartos de final) en juego, y se llevaron el gato al agua los irlandeses (8-13).
Sol¨ªa decirse de Irlanda que no es equipo para las grandes noches, un aforismo que refrenda su historial mundialista, en blanco m¨¢s all¨¢ de cuartos de final, pero que desmiente su curriculum reciente. Ese incluye, entre otras muchas cosas, una serie al mejor de tres ganada el pasado verano en Nueva Zelanda y un triunfo incontestable en marzo ante Inglaterra en la ¨²ltima jornada del Seis Naciones, con el t¨ªtulo y el Grand Slam en juego. Lo de este s¨¢bado, solo la novena victoria en 28 enfrentamientos desde 1906 entre enemigos ¨ªntimos (buena parte de los sudafricanos han jugado en Irlanda y sus timoneles, Rassie Erasmus y Jacques Nienaber, entrenado en Munster), entrar¨¢ en ese cap¨ªtulo. Esta Irlanda no es la del siglo XX. Esta Irlanda ha madurado.
El partido se lo puso en bandeja su tercera l¨ªnea, un primor. O¡¯Mahony, veterano de mil batallas; Van der Flier, nombrado mejor jugador del mundo el a?o pasado, y cerrando Doris, que ha conseguido mejorar a Heaslip, tarea complicada. Entre los tres refutaron la condici¨®n de equipo incontestable en los puntos de encuentro de Sud¨¢frica, que acab¨® con once golpes de castigo en contra y ocho p¨¦rdidas en campo propio. Muchas veces incorrectamente estereotipado como rugby industrial, porque los registros Springbok son m¨¢s amplios que eso, lo cierto es que los africanos esta vez fiaron todo al eje. Fueron a por el muro a martillazos, y solo cuando comprobaron la imposibilidad de derribarlo as¨ª, que fue demasiado tarde, intentaron encontrarle las grietas por los costados, infrautilizada la velocidad de Arendse y Kolbe en ofensivas paquid¨¦rmicas.
RESUMEN
Ensayos: Kolbe (51')
Golpes de castigo: Libbok (6')
IRLANDA (7+6): Porter, Kelleher, Furlong, Beirne, Ryan, O'Mahony, Van der Flier, Doris, Gibson-Park, Sexton, Lowe, Aki, Ringrose, Hansen y Keenan -Tambi¨¦n jugaron- Sheehan, Kilcoyne, Bealham, Henderson, Baird, Murray, Crowley y Henshaw
Ensayos: Hansen (33')
Conversiones: Sexton (34')
Golpes de castigo: Sexton (59'), Crowley (77')
Estadio: Saint Denis, lleno.?
?rbitro: Ben O'Keeffe, neozeland¨¦s.
Este ¨²ltimo devolvi¨® al comienzo de la segunda mitad el que hasta entonces era el ¨²nico posado del partido, el de Mack Hansen junto al bander¨ªn cerca del descanso, premio a una Irlanda que fue m¨¢s incisiva y creativa en sus despliegues, que tampoco fueron muchos. Con un se?uelo del estilo del que a Uruguay le cost¨® la anulaci¨®n de uno de sus ensayos contra Francia (los Teros no son los Bokkes a ojos de World Rugby, claro), el carril qued¨® despejado para la marca de la ¡®hormiga at¨®mica¡¯.
Parec¨ªa que la din¨¢mica favorec¨ªa a Sud¨¢frica de cara al tramo final, pero el pie de Libbok empez¨® a hacer aguas mientras Pollard, hasta ahora in¨¦dito en este Mundial pero en la convocatoria al fin y al cabo, se relam¨ªa en alg¨²n lugar del Stade de France. Los dos errores consecutivos a palos del apertura Springbok, quiz¨¢ ante su ¨²ltima aparici¨®n en este Mundial, sacaron de punto a Sud¨¢frica, muy indisciplinada desde ese momento. El 7+1 que dispusieron en el banquillo Nienaber y Erasmus para decantar la balanza f¨ªsica en una guerra de trincheras como esta no hizo diferencias.
Con un golpe de castigo en la mel¨¦ que sac¨® de sus casillas hasta a un habitual impasible como Malherbe, y un maul ingeniosamente colapsado por los irlandeses y declarado injugable en su propia 22 se acab¨® una contienda que pr¨¢cticamente garantiza la primera plaza del grupo a Irlanda, a falta de lo que tenga que decir al respecto Escocia, y les evita un cruce contra Francia (salvo debacle de esta ante Italia) hoy por hoy menos apetecible que el que muy probablemente les enfrentar¨¢ a Nueva Zelanda, a la que le han cogido el tranquillo ¨²ltimamente. Qui¨¦n lo iba a decir hace unos a?os. Pero es que esta Irlanda tiene poco que ver con la de entonces. Esta ya no es un rival puntualmente inc¨®modo, es el rival a batir de este Mundial.
Tablas con implicaciones para Espa?a
Los dos precedentes de la jornada fueron dispares. Abri¨® fuego un Georgia-Portugal que pon¨ªa en juego la posibilidad de pelear por la tercera plaza del grupo C, que da acceso directo a Australia 2027, y que enfrentaba a dos rivales recurrentes del Seis Naciones B. Un comienzo poderoso de Georgia, en la que destac¨® el siempre escurridizo zaguero Niniashvili, que asisti¨® para el posado de Tabutsadze, se tradujo en un 13-0 con dos golpes pasados por Abzhandadze. Pero reaccion¨® Portugal a trav¨¦s de Storti, siempre letal desde el ala.
Suyos fueron los dos posados que pusieron por delante a los Lobos, que acabaron muriendo en la orilla por una marca de Zamtaradze cuya conversi¨®n no pudo pasar Matkava, dejando el pleito en un empate (18-18) con implicaciones para Espa?a. Porque ambos conjuntos se quedan con dos puntos en dos partidos y tienen que conseguir alguna victoria inesperada ante alguno de los integrantes m¨¢s potentes del grupo, Gales, Fiyi y Australia, para ser terceros. De no conseguir la plaza ninguno, se complicar¨ªa el pr¨®ximo clasificatorio mundialista para Espa?a, pues Georgia se clasific¨® directamente en la edici¨®n de 2019 y liber¨® la plaza que gan¨® Espa?a, despu¨¦s sancionada por el ¡®caso Van den Bergh¡¯.
Sigui¨® un Inglaterra-Chile que dur¨® 20 minutos (71-0). Los que tard¨® Henry Arundell en anotar el primero de sus cinco ensayos, a los que acompa?aron dobletes de Dan y Marcus Smith y otros dos de Rodd y Willis. Un par llegaron con Chile en inferioridad por una amarilla a Dittus, lo que no empa?a el festival de una Inglaterra que sum¨® su tercera victoria, la m¨¢s ociosa de todas, y lidera c¨®moda el grupo D, algo dif¨ªcil de prever tras su desastrosa aproximaci¨®n a este Mundial.