La fiesta de Nepomniachtchi termina en resaca
El Gran Maestro ruso ten赤a todo a su favor para sentenciar el Mundial con piezas negras, pero una serie de malas decisiones le dieron el punto a Ding.
La duod谷cima partida del Campeonato del Mundo de Ajedrez ya la resumi車 Arsenio Iglesias hace casi 30 a?os. ※Cuidado con la fiesta que nos la quitan de los fuci?os§, expres車 &O bruxo de Arteixo* d赤as antes de que el Deportivo de La Coru?a no consiguiese ganar su primer campeonato de Primera Divisi車n en 1994 tras el famoso penalti de Djukic contra el Valencia. El sabio entrenador, que m芍s tarde dirigir赤a tambi谷n al Real Madrid, quer赤a relativizar el ambiente festivo en la ciudad gallega propiciado porque muchos hinchas se ve赤an ya ganadores del t赤tulo.
Un sentimiento parecido al que sinti車 el deportivismo durante esos d赤as -y que a algunos se les extiende hasta la actualidad- debi車 ser el de Ian Nepomniachtchi tras terminar el envite. El ruso, por momentos, se vio con el t赤tulo entre sus manos. El anhelo de toda una trayectoria deportiva desapareci車 de la nada, como a aquel que marra un lanzamiento fat赤dico, despu谷s de una serie de jugadas horribles impropias de un ajedrecista de su nivel.
Ding Liren mantuvo su estrategia de no forzar los acontecimientos desde la apertura y emple車 un Sistema Colle no especialmente ambicioso. La idea de este esquema es mantener muchas piezas en el tablero para, posteriormente, jugar un ajedrez lo m芍s alejado posible de los an芍lisis de los m車dulos. Tras una serie de jugadas l車gicas termin車 convirti谷ndose en una especie de Caro-Kann del cambio con una estructura Carlsbad que ya se ha repetido en varias ocasiones durante el match.
El subcampe車n del mundo sorprendi車 con dos movimientos con su alfil en la jugada 6 y 9 que estaban fuera de todo libro. Su preparaci車n te車rica hab赤a llegado hasta ah赤 y, al llegar al und谷cimo turno, parec赤a seguro frente a todos los peligros. Sin embargo, las cosas se complicaron. No ten赤a otra opci車n Ding, que necesitaba el triunfo para nivelar el torneo y para no tener que dejar los deberes para 迆ltima hora.
Aunque la apariencia mostraba l赤neas diab車licas en favor del chino, lo cierto es que la posici車n precisaba de mucha m芍s minucia por su parte que por la de su rival. As赤 las cosas, no tard車 si quiera veinte jugadas en quedarse pr芍cticamente perdido. La noche apuntaba a ser todav赤a m芍s feliz para Nepomniachtchi al ver c車mo era capaz de clavar un movimiento tras otro como aquel que despunta en la pista de baile mientras recibe la aprobaci車n de las miradas ajenas.
El momento clave para Nepo lleg車 en el turno 26. ※No hay ninguna posibilidad de que no haga a6∪, comentaban los Grandes Maestros Pepe Cuenca y Miguel Santos en la retransmisi車n de la plataforma Chess.com. Posiblemente cualquier jugador aficionado la habr赤a hecho sin reflexionar en exceso. No as赤 Nepomniachtchi -que ya sent赤a haber forzado m芍s de la cuenta la partida un par de jugadas antes-, que err車 en uno de sus pasos estrella y vio c車mo su superioridad se esfumaba en la oscuridad de la noche.
Los focos no sab赤an a qui谷n apuntar. Entre el movimiento 28 y el 30, los dos candidatos dejaron pasar claras opciones de triunfo. Para Fabiano Caruana, subcampe車n del mundo en 2018, era m芍s una cuesti車n de nervios que de ajedrez, pero ninguno de los contendientes estaba de acuerdo totalmente con su percepci車n. ※No me sent赤a muy nervioso§, confes車 Ding totalmente repuesto de sus problemas de ansiedad de comienzos de torneo.
Tras 34 apasionantes jugadas el juego volv赤a a estar cerca de la igualdad. El tiempo de los relojes iba cayendo y, por ende, solo quedaban los 迆ltimos coletazos de una fiesta hist車rica. Con el sol empezando a salir ante los ojos de Nepomniachtchi, el ruso se ceg車 y cometi車 un error de c芍lculo b芍sico que sentenci車 el asalto al instante.
Sin conseguir explicarse c車mo se le hab赤a apalancado la partida -y eso que intent車 buscar el motivo durante el tablero entre lamentos y sonrisas de incredulidad- tuvo que darle la mano a su rival a modo de rendici車n. Ahora, con dos partidas cl芍sicas por delante, los desempates vuelven a aparecer como una opci車n real. Pero como la noche se alarg車 m芍s de la cuenta, la resaca puede ser un rival mortal en el duelo del d赤a 27. Ya lo dec赤a mi padre: ※Se sabe cu芍ndo se sale, pero no c車mo y cu芍ndo se vuelve§.