Jon Rahm falla el corte en un d¨ªa de perros en el PGA
El vasco, visiblemente desesperado, tira un +1 para par fallando mucho por la izquierda y se queda fuera del corte. Scheffler, inhumano: -5 para -9 tras su arresto.
Un a?o es mucho tiempo. En golf, una eternidad. El lapso que ha tardado en evidenciarse que la distancia entre Jon Rahm y Scottie Scheffler, apenas perceptible a estas alturas de 2023, es hoy por hoy apreciable. Mientras el texano firmaba este viernes un -5 para -9 en total (66 golpes) sin despeinarse tras ser arrestado horas antes en un incidente que puso patas arriba el arranque de la segunda jornada del PGA Championship, el vizca¨ªno fallaba el corte en Valhalla (Kentucky, EE UU) por primera vez tras 18 seguidos en grandes, la mejor racha activa hasta ahora. Lo hizo tras cargar durante toda la vuelta con un fallo por la izquierda que sac¨® lo peor de ¨¦l. Rayos y centellas, que dir¨ªa el capit¨¢n Haddock, salieron de su boca.
Louisville amaneci¨® bajo la lluvia, con noticia tr¨¢gica, la muerte de un trabajador de las concesiones del campo atropellado por un autob¨²s a primera hora, y con la ficha policial de Scheffler corriendo como la p¨®lvora por las redes sociales. Una imagen recurrente, la de su mejor jugador con un mono naranja y cara de ¡®qu¨¦ demonios hago yo aqu¨ª', que no es ajena al golf de la ¨²ltima d¨¦cada, no hay m¨¢s que googlear las palabras Tiger Woods, coche y 2017 para comprobarlo.
Un d¨ªa de perros para muchos, en el que Rahm tuvo su propia penitencia. Necesitado de una vuelta baja que entraba dentro de lo imaginable, con el dise?o de Nicklaus reblandecido por la constante llovizna, el viento ausente y las banderas pidiendo guerra, el driver le abandon¨®. Cinco calles coger¨ªa el vasco, con la parte izquierda siempre por castigo. No aproch¨® mal, y esta vez s¨ª acompa?¨® el putter, pero las constantes visitas a un rough que es el gran enemigo en Valhalla, la fuente de sus bogeys al 4 y el 12 y el doble en el 17, el que abri¨® la caja de pandora, fueron su tumba. Los birdies al 5, el 13 y el 15, sus grandes hierros del d¨ªa, que termin¨® en +1 para par (72 impactos), no sirvieron para depender de s¨ª mismo. En el caso de David Puig, se le escap¨® el fin de semana con un 73 (+2 para +3), tras unos primeros nueve hoyos tortuosos, con tres bogeys, que no pudo remontar en el segundo tramo, dos birdies y un bogey. Adri¨¢n Otaegui, par para -1 tras 15 hoyos en el interrumpido turno de tarde, necesita jugar al par los tres hoyos restantes este s¨¢bado en la reanudaci¨®n para evitar la debacle espa?ola, el primer major sin ning¨²n representante nacional en las dos ¨²ltimas vueltas desde el PGA de 2007.
Scheffler, desencadenado
Detr¨¢s de Rahmbo avanzaba desencadenado Scheffler, que lleg¨® al campo una hora antes de su tee time, despojado de sus grilletes con la intervenci¨®n de uno de los propietarios del club. Ni su reciente paternidad le afect¨® el jueves ni el desafortunado episodio le distrajo este viernes. Todo lo contrario, despleg¨® un ejercicio de abstracci¨®n encomiable. Arranc¨® con birdie aprovechando el par 5 del 10, pinch¨® en el 11 y a partir de ah¨ª, lo de siempre. El mejor golf del planeta en la actualidad. De tee a calle y de calle a green casi sin excepci¨®n. Otros cinco birdies emboc¨®. ¡°Mi situaci¨®n se arreglar¨¢, era una situaci¨®n ca¨®tica y fue un malentendido, no pudo decir mucho m¨¢s del tema. No puedo explicar lo que ha ocurrido, mi cabeza sigue dando vueltas. Lo ¨²nico que pensaba en la celda era si iba a poder salir a jugar hoy y he podido, as¨ª que estoy muy contento¡±, declarar¨ªa despu¨¦s, dedicando tambi¨¦n unas palabras de afecto a la familia del fallecido.
¡°He empezado el d¨ªa haciendo estiramientos en la celda. Quien me tom¨® las huellas me dijo que si quer¨ªa vivir la experiencia completa. No sab¨ªa qu¨¦ quer¨ªa decir. ¡®Si quieres el s¨¢ndwich¡¯, me dijo. Le respond¨ª que claro que s¨ª porque no hab¨ªa desayunado¡±, revel¨® una an¨¦cdota de su estancia entre rejas. Este s¨¢bado, para m¨¢s inri, perder¨¢ a su caddie, Ted Scott, cuya hija se grad¨²a del instituto. Le llevar¨¢ la bolsa Brad Payne, el capell¨¢n del PGA Tour. Una elecci¨®n que no sorprende en un devoto como Scheffler.
Muy cerca de ¨¦l est¨¢ el hombre de la ma?ana, un Collin Morikawa con aroma al tipo que gan¨® dos de sus primeros cuatro grandes, precisamente un PGA y un British, en el comienzo de la d¨¦cada. Su ofensiva a pleno hierro, -6 para -11 con siete birdies, cinco del 4 al 8, y un bogey, le dej¨® en cabeza en casa club. Una nueva candidatura en la pelea por el trofeo Wanamaker. Y no es una cualquiera.
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