Jon Rahm ya tiene luz verde para el Open de Espa?a
El vizca¨ªno recurre las multas impuestas por el circuito europeo tras su marcha al LIV y estar¨¢ en la cita de Madrid.
¡°No tengo intenci¨®n de pagar las multas¡±, dijo Jon Rahm, y por un momento el ecosistema del golf espa?ol contuvo la respiraci¨®n. La frase sali¨® de la boca del vizca¨ªno el mi¨¦rcoles, en la rueda de prensa previa a su participaci¨®n en el LIV Chicago, la final individual de la superliga saud¨ª que acoge el Bolingbrook Golf Club desde este viernes (19:15, Movistar Golf 2). Una cita en la que pelear¨¢ por ganar la clasificaci¨®n anual en lo que se presenta como un mano a mano con el chileno Joaqu¨ªn Niemann (con el que compartir¨¢ partido, para m¨¢s inri, en la primera vuelta), antes de afrontar la semana siguiente, en Dallas, la batalla final entre los 13 equipos que componen la gira. En total 100 millones de d¨®lares (90 de euros) a repartir en los pr¨®ximos 10 d¨ªas, 50 por evento entre las bolsas de los propios torneos y los bonuses a los campeones anuales. Un (o m¨¢s bien otro) posible chorreo de billetes para concluir su primer curso en la organizaci¨®n, en el que acumula una victoria y diez top-10, los resultados que se le presupon¨ªan a una figura de su talla ante una competencia m¨¢s escasa que en su antigua casa.
Cuitas deportivas que hab¨ªan pasado a un segundo plano ante las implicaciones extradeportivas de esa afirmaci¨®n. Porque lo que encierra podr¨ªa haber marcado, para mal, el devenir de Rahmbo durante el pr¨®ximo a?o. Esas multas a las que se refiere son las que le ha ido imponiendo el DP World Tour, el antiguo European Tour, por cada torneo que ha jugado en la estructura a la que se incorpor¨® el pasado diciembre mientras manten¨ªa su membres¨ªa en la gira del Viejo Continente. Recordemos que, a diferencia de otros de los enrolados en el LIV, el de Barrika no renunci¨® a ella, precisamente para mantenerse elegible de cara a una Ryder Cup que siempre ha contado entre sus compromisos favoritos. Y salvo contratiempo futuro lo seguir¨¢ siendo, toda vez que finalmente este jueves, sobre la bocina, se acogi¨® a la otra v¨ªa que ten¨ªa abierta, la de recurrir las sanciones y obtener una suspensi¨®n cautelar de las mismas que le permita seguir jugando mientras se resuelve su caso, seg¨²n inform¨® Ten Golf.
Porque seguir siendo miembro del DP comprende un requisito b¨¢sico. Para mantener la tarjeta de cara a la pr¨®xima temporada, la que incluir¨¢ una nueva edici¨®n de la bienal entre Europa y Estados Unidos, Jon tiene que jugar un m¨ªnimo de cuatro torneos sancionados por el circuito aparte de los grandes. Hasta la fecha ha sumado uno, los Juegos Ol¨ªmpicos, as¨ª que le quedar¨ªan tres. Su intenci¨®n, asegur¨® tambi¨¦n ante los micr¨®fonos el mi¨¦rcoles, es que esos sean el Open de Espa?a de finales de este mes (26 al 29), el Alfred Dunhill Links Championship que se juega la semana siguiente en Escocia (3 al 6 de octubre) y el Andaluc¨ªa Masters en Sotogrande (17 al 20 de octubre). Y ahora tiene v¨ªa libre para presentarse en todos ellos.
¡°No soy muy fan de las multas. Ya he hablado del tema. Sigo en contacto con el DP World Tour. Tengo intenci¨®n de jugar en Espa?a. Me inscrib¨ª hace mucho tiempo. Que me dejen jugar ya es otra historia. No voy a pagar y seguiremos discutiendo sobre c¨®mo podemos hacer que juegue. Lo he dicho muchas veces, no voy al Open de Espa?a buscando gloria, voy porque considero que es mi deber para con el golf espa?ol y tambi¨¦n quiero jugar en Sotogrande. Creo que no dejarme jugar ser¨ªa un flaco favor al golf espa?ol. Por eso estamos hablando para solucionarlo¡±, explic¨®. Por su parte el circuito emiti¨® un escueto comunicado en el que se limitaba a se?alar las ¡°excepcionales sanciones¡± que tiene pendientes de cumplir, as¨ª como que ¡°no podr¨¢ jugar eventos del DP World Tour hasta que est¨¦n resueltas¡±.
Lo cierto es que hacer la vista gorda con Rahmbo para que pueda cumplir los requisitos de cara a una futura convocatoria para Bethpage Black, y su hipot¨¦tica inclusi¨®n en el equipo (por la que abog¨® contundentemente McIlroy, otro peso pesado del vestuario, en las horas siguientes a su fichaje por el LIV) en base a esta premisa, podr¨ªa haber tenido consecuencias en la qu¨ªmica del equipo y la cultura de meritocracia que impregna tanto el proceso clasificatorio como las elecciones reservadas al capit¨¢n (un Luke Donald que ya ha asegurado que solo le tendr¨¢ en cuenta si juega con las mismas reglas que el resto), que al fin y al cabo se hacen teniendo en cuenta tanto criterios objetivos como el estado de forma o las actuaciones pasadas como otros m¨¢s subjetivos, entre ellos precisamente la qu¨ªmica con los compa?eros.
Era improbable que el DP corriera un tupido velo en torno a su caso y le diera v¨ªa libre para las tres semanas de competici¨®n que necesita a este lado del Atl¨¢ntico, as¨ª que a Jon solo le quedaba la alternativa finalmente escogida: recurrir administrativamente las sanciones, obtener una suspensi¨®n cautelar de las mismas hasta que le sea denegada la raz¨®n (cosa que ha sucedido con todos los que han elegido ese camino), jugar los torneos que tiene que jugar y convertirse en un golfista elegible de cara a la Ryder Cup 2025. A partir de ahora el tiempo volver¨ªa a correr a su favor, pues el futuro pr¨®ximo, una vez se consume el acuerdo entre PGA y LIV, podr¨ªa ser administrativamente menos complejo. Ahora mismo juega contrarreloj.
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