Inglaterra vuelve a los b¨¢sicos y coge aire en el Seis Naciones

Pregon¨® Steve Borthwick al asumir el cargo de seleccionador ingl¨¦s que de un tiempo a esta parte poco o nada funcionaba a la Rosa, que era necesaria una revisi¨®n de los fundamentos b¨¢sicos del juego. Hacer bien lo esencial. Y a eso se dedic¨® su equipo en esta dominical tarde de Seis Naciones ante una indisciplinada Italia a la que someti¨® (31-14) por abrasi¨®n de su delantera, como en los viejos tiempos en los que ¨¦l empujaba desde la segunda y nadie, mucho menos un extranjero, se atrev¨ªa a intentar introducir nuevos mantras en la cuna del juego.

Hasta tres posados se anot¨® la infanter¨ªa inglesa en una primera mitad en la que Italia se desangr¨® por el breakdown y las fases est¨¢ticas, incapaz de contener la rabia acumulada de un equipo que necesitaba ganarse a Twickers tras el runr¨²n de la Copa Calcuta. El primero, un maul del que se descolg¨® contundente Willis, novedad en la tercera; el segundo, ya con la primera inferioridad num¨¦rica de Italia, en el sin bin Cannone por una temeridad en una touch, obra de Chessum; el tercero, de nuevo con el maul como arma de destrucci¨®n masiva, esta vez aprovechada por Jamie George. Antes, un feo empuj¨®n por la espalda de Lawrence a un defensa italiano sin bal¨®n anul¨® una bonita ruptura de Malins que termin¨® en posado de Van Poortvliet y evit¨® que la brecha fuera mayor.

Apareci¨® Capuozzo, el asesino con cara de ni?o, en la segunda entrega del partido para meter a los transalpinos en el pulso. Una arrancada suya frenada a tiempo la hizo buena en la continuaci¨®n Riccioni. Pero la alegr¨ªa dura poco en casa del pobre y a continuaci¨®n otro maul local ilegalmente frenado redund¨® en ensayo de castigo y amarilla a Ferrari. No castig¨® esa superioridad la Rosa y ya recuperada la igualdad, otra irrupci¨®n de Capuozzo en campo ingl¨¦s gener¨® una ofensiva que termin¨® con Fusco encontrando una puerta hacia la zona de marca. Quedaba tiempo para que a Inglaterra se le aparecieran los demonios e Italia se creciera como ante Francia.

No fue as¨ª porque minutos despu¨¦s una cabalgada diagonal de Alex Mitchell abri¨® carril hacia el bander¨ªn para Henry Arundell, perla de la cantera inglesa que debutaba en el torneo y se fue con un posado en el zurr¨®n. Los ¨²ltimos minutos dieron para ver una nueva diablura de Capuozzo no acompa?ada por su equipo y poco m¨¢s. A nadie le amarga un dulce y este triunfo, sin solucionar los problemas de Inglaterra (entre otros no termin¨® de quedar claro que la decisi¨®n de retirar a Smith del 10, sobre todo en el apartado ofensivo, sea acertada), al menos amansar¨¢ a las fieras.