Rahmbo sale de cacer¨ªa
El vizca¨ªno se mete de lleno en la pomada de la final con un -7 en la segunda vuelta. Scheffler, intratable l¨ªder, est¨¢ a seis golpes de distancia.
Jon Rahm siempre ser¨¢ Rahmbo, pero hac¨ªa tiempo que ese apelativo, gui?o a su gen competitivo, no cobraba vigencia total. Hasta ayer, cuando volvi¨® a atarse la bandana y sali¨® de cacer¨ªa por la ¡®jungla¡¯ de East Lake. El vizca¨ªno se meti¨® de lleno en la pelea por el Tour Championship, la final del PGA, con un -7 imperial, que le eleva a -13 en el acumulado y a la tercera posici¨®n en solitario de la tabla.
La misi¨®n, convertirse en el primer campe¨®n espa?ol de la FedEx Cup, es decir, del circuito norteamericano, sigue siendo complicada, empero, porque el hombre que comanda las operaciones en Atlanta (EE UU), el tejano Scottie Scheffler, es un robot que no parece sentir ni padecer. Comenz¨® con -10, gracias a su primer puesto en el ranking del tour (tambi¨¦n lo ocupa en el mundial), y tras 36 hoyos ha elevado el list¨®n a -19. Ocho birdies, un eagle y un solo bogey le dejan con dos golpes de ventaja sobre su m¨¢s inmediato perseguidor. Ese es el californiano Xander Schauffele (-17), que tiene un acumulado de -54 en el torneo desde su primera aparici¨®n en 2017, cuando lo gan¨®, y nunca ha cerrado una ronda sobre par (dos de 70 impactos son las m¨¢s altas de su registro). Todo un idilio.
Si Rahm no est¨¢ todav¨ªa m¨¢s cerca de la dupla estadounidense es por el ¨²nico nubarr¨®n de un d¨ªa radiante: el bogey al 17, que estuvo a punto de evitar con un putt muy bien tirado. El principal caballo de batalla del Le¨®n de Barrika esta temporada vuelve a ser su mejor amigo. Las estad¨ªsticas dicen que ayer gan¨® dos golpes con ese palo. El l¨ªder del circuito en ese aspecto, el australiano Lucas Herbert, tiene una media de 0,853.
Fue un recital que dio lustre a su desempe?o de tee a green, el habitual, con los hierros enfilando las banderas y el driver m¨¢s afinado que el jueves. Dos putts de media distancia y uno dado encendieron la mecha: tres birdies del 2 al 4. Aprovech¨® el par 5 del sexto y en el octavo encontr¨® hoyo desde cuatro metros y medio. La confirmaci¨®n de que era uno de esos d¨ªas, que se hizo definitiva en el 17, cuando un rebote benigno tras una mala salida ayud¨® a evitar un resultado peor que el bogey.
El resto de birdies llegaron en el 12, con otro putt por encima de los cuatro metros; en el 16, tras el en¨¦simo dardo; y en el 18, para contrarrestar la bofetada anterior y aprovechar el segundo par 5, el hoyo m¨¢s amable del campo, muy receptivo a los eagles. Por delante queda ahora un fin de semana en el que tambi¨¦n tendr¨¢n mucho que decir el vigente campe¨®n, Patrick Cantlay (-12), el coreano Sungjae Im (-12), el chileno Joaqu¨ªn Niemann (-11) o el norirland¨¦s Rory McIlroy (-10), que tras un estreno lleno de vaivenes sell¨® una tarjeta mucho m¨¢s ordenada: tres birdies sin bogeys. La caza a Scheffler y al Gordo de los 18 millones se pone seria.