Rahm sonr¨ªe tras un d¨ªa infernal
El espa?ol (+6) arregla con tres birdies finales el que se encaminaba a ser el peor del a?o en un complicad¨ªsimo Oak Hill regado por una incesante lluvia. Lidera el norteamericano Koepka con -6.
El Oak Hill Country Club de Rochester, el tapiz verde que dise?¨® Donald Ross y que se abri¨® en 1924, es uno de los campos del mundo que presenta m¨¢s desaf¨ªos a los jugadores. Jon Rahm no hab¨ªa jugado nunca en ¨¦l y en la 105? edici¨®n del PGA Championship, el segundo major de la temporada, est¨¢ peleando y sufriendo de lo lindo. Por si fuera poco, la fuerte y continua lluvia era protagonista principal del ¨²nico grande que no ha ganado ning¨²n espa?ol. Ocho bogeys y un doble bogey en los 36 hoyos iniciales contrarrestados con seis birdies para arrancar el tercer recorrido con +4, a nueve golpes de la terna de l¨ªderes compuesta por el estadounidense Scheffler, su gran rival por el n¨²mero uno del ranking mundial, el noruego Hovland y el canadiense Conners.
¡°A¨²n puedo dar un susto. Estoy lejos pero queda mucho golf¡±, dec¨ªa Rahm que jug¨® un gran golf en la segunda jornada pero que estrope¨® con putts imprecisos que no encontraban el agujero en situaciones en las que normalmente el espa?ol de 28 a?os es inigualable. Desaf¨ªo herc¨²leo para el ¡®Le¨®n de Barrika¡¯... que empez¨® muy mal con bogey en el hoyo 1, tras lanzar la bola desde el tee al bunker de la calle, y otro verde para la tarjeta en el 2. El intento de remontada comenzaba de la peor manera posible. Enfado monumental de Rahm que descarg¨® su ira con un micr¨®fono de sonido ambiente en un gesto reprobable que le costar¨¢ unos cuantos miles de euros de sanci¨®n por parte de la PGA.
El hoyo 3 llevaba el mismo camino pero con un excelente putt desde cuatro metros salv¨® el par. Mirada intensa de Jon. Birdie en el 4 ante un campo que se defend¨ªa con una lluvia torrencial que calaba hasta los huesos a los jugadores y empapaba unos greenes que aguantaban pero empezaban a ablandarse demasiado. Un espejismo. El hoyo 5 vio su tercer bogey y el regreso al +6. Por delante media docena de hoyos muy dif¨ªciles de derrotar y con el agua cayendo con fuerza para complicarlos m¨¢s, lo que significaba que pensar en alguna opci¨®n de victoria final para el espa?ol ser¨ªa un milagro.
¡°Oh, Dios m¨ªo, qu¨¦ mala suerte¡±, gritaba al cielo Rahm en el tee del 8. Tras los pares en 6 y 7 llegaba otro bogey, el cuarto. A los problemas con el putter de los dos primeros d¨ªas se a?ad¨ªa que el juego corto no flu¨ªa. Rahm no estaba fino como qued¨® plasmado en un golpe de apenas un metro en el 9 intentando alcanzar el green. Quinto bogey para alcanzar el ecuador del tercer recorrido. Y el sexto en el 10, tercero consecutivo, +9. Cuando peor estaba todo... surgi¨® el mago. Primera sonrisa abierta en el hoyo 13 tras un birdie muy aplaudido por el p¨²blico... que repiti¨® en el 14 y tambi¨¦n en el 17. El resto fueron pares. De esta forma, arregl¨® tremendamente su vuelta para cerrarla con 72 golpes (+2) para un total de +6 cuando lleg¨® a ir en +9.
¡°S¨ª, ha sido duro, es un campo muy dif¨ªcil en condiciones perfectas, pues con un d¨ªa mojado desde el principio... Es el d¨ªa en que el caddy se gana el suelo m¨¢s que otro. Un d¨ªa de lucha, es lo ¨²nico que puedes hacer. Al final he arreglado la vuelta, en los ¨²ltimos ocho hoyos he tenido la suerte que me hac¨ªa falta. A ver si ma?ana sale un buen d¨ªa, y me doy opciones de quedar ah¨ª arriba¡±, dec¨ªa Rahm. El otro espa?ol que pas¨® el corte, Pablo Larraz¨¢bal, acab¨® con +8, +4 en el d¨ªa.
Por desgracia ninguno de los dos parece con ninguna opci¨®n de pelear por un triunfo en Nueva York que tiene a¨²n varios aspirantes aunque los mejor colocados a falta de 18 hoyos son Koepka (-6), Hovland (-5) y Conners (-5).