El Masters de Augusta pone la mesa para la paz en el golf
Tiger Woods afirma que su encuentro con Al-Rumayyan en Bahamas sirvi¨® para avanzar mientras las leyendas piden poner fin al cisma.
Primero fue el 31 de diciembre, luego abril. Los horizontes que PGA y LIV se marcaron para rematar su principio de acuerdo alcanzado el pasado verano se van difuminando mientras el mundo del golf aguarda impaciente una paz que cada vez se antoja m¨¢s razonable y necesaria. El Masters de Augusta concluido este domingo con la segunda chaqueta verde de Scottie Scheffler ofreci¨®, adem¨¢s de las dos caras de la moneda en cuanto a formas de ver este conflicto, algunos s¨ªntomas de que las negociaciones no han descarrilado pese a la inversi¨®n del Strategic Sports Group en el circuito estadounidense y siguen, aunque lentamente, avanzando.
Sea cual sea el acuerdo, deber¨¢ contar con el benepl¨¢cito de Tiger Woods, desde la retirada de McIlroy a un segundo plano la voz de los jugadores en cualquier asunto que concierna al PGA, cuyo comisionado Jay Monahan se dej¨® ver por Augusta estos d¨ªas. Y el Tigre asegur¨® que su encuentro de hace unas semanas en Bahamas con Yassir Al-Rumayyan, el hombre omnipotente en la expansi¨®n deportiva ¨¢rabe, presidente del PIF (el fondo p¨²blico de inversi¨®n saud¨ª), del Newscastle y por supuesto del LIV, fue ¡°en la direcci¨®n correcta¡±.
La t¨®nica general en las declaraciones de los golfistas a los que se pregunt¨® fue la de tender puentes, un giro de 360 grados respecto al discurso hostil que se generaliz¨® en las primeras etapas de la escisi¨®n. Especialmente interesantes, sobre todo porque son figuras que no se han mojado mucho en este asunto hasta la fecha, fueron las reflexiones de Jack Nicklaus, Gary Player y Tom Watson tras la salida honoraria.
¡°En la Cena de Campeones, que fue magn¨ªfica, est¨¢bamos contando an¨¦cdotas de Seve y otra gente, charlando y riendo, cuando ped¨ª la palabra. Les dije: ¡®Miro alrededor y veo la maravillosa experiencia que estamos viviendo todos. ?No es genial volver a estar todos juntos de nuevo?¡¯. Entonces todo el mundo se call¨® y Ray Floyd se levant¨®. Era el momento de irse. Solo espero que todos los presentes lo tomen como que ya es hora de hacer algo¡±, cont¨® Tom Watson. ¡°El mejor resultado posible de las negociaciones es que volvamos a ver a los mejores jugar juntos todo el tiempo. Eso es lo que siento. No s¨¦ c¨®mo va la cosa. Cuando veo a Jay (Monahan) le pido que no me lo cuente porque no quiero tener que mentir a la prensa y a la gente que me pregunta¡±, apunt¨® Nicklaus.
El tono con los 13 integrantes del LIV a lo largo de la semana, al menos por parte del p¨²blico, ha sido jovial, aunque tampoco es que en Augusta se permita la verborrea que s¨ª toleran otros grandes a sus aficionados. Una estampa significativa fue la llegada de Jon Rahm al tee del 12 este domingo, en medio de una ovaci¨®n cerrada de los ¡®patronos¡¯ presentes, muchos de ellos en pie. Greg Norman, el CEO de la superliga saud¨ª, cuyo hijo asegur¨® que tuvo que comprar una entrada en la reventa porque se le neg¨® por los cauces habituales, afirm¨® que cientos de personas se le hab¨ªan acercado para felicitarle por su trabajo en el circuito rival.
La otra cara de la moneda
La otra cara de la moneda fueron las declaraciones de Rahm el domingo. El espa?ol asegur¨® que hab¨ªa vivido momentos de cierta tensi¨®n con excompa?eros. ¡°Era algo que esperaba, tambi¨¦n lo contrario, pero alguno ni me ha mirado a la cara. Los que son mis amigos siguen si¨¦ndolo y los que no, pues ya se sabe. Solo me faltaba saber qui¨¦n es qui¨¦n¡±, afirm¨®, aunque en su rueda de prensa previa al torneo se pronunci¨® a la inversa. ¡°Lo que he sentido hasta ahora es que me tratan como un campe¨®n, y no como alguien que se ha ido al LIV¡±, dijo entonces. Con suerte m¨¢s pronto que tarde este ya no ser¨¢ un tema de conversaci¨®n.
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