Francia vence pero no convence en Murrayfield
El Gallo se impone a una Escocia que mereci車 m芍s en Murrayfield y sigue con opciones en la pelea por el t赤tulo. El Cardo pierde enteros.
Aunque la primera parte resulte exagerada para lo visto en Edimburgo este s芍bado, si Escocia fuera un aforismo ser赤a el ※jugaron como nunca, perdieron como siempre§. El Cardo dej車 escapar viva de Murrayfield (16-20) a una pobre Francia que, por seguir con las frases hechas, venci車 pero no convenci車. Suficiente para reengancharse a la pelea por el t赤tulo de este Seis Naciones, insuficiente para los est芍ndares que marc車 este equipo en el anterior ciclo mundialista.
Las sensaciones que dejaron los de Fabien Galthi谷 ante Irlanda se mantuvieron, si es que no empeoraron, porque al fin y al cabo ese era el estreno en esta edici車n, a迆n quedaba algo de resaca emocional de esos cuartos de final perdidos en su propio Mundial, e Irlanda no es Escocia. Irlanda cuando hace presa ya no la suelta. Y menos una como esta, que empieza a recordar, aunque sea muy pronto para enmendarles la plana, a etapas anteriores. B芍sicamente porque es un pollo sin cabeza, un ordenador sin procesador, privado de un Dupont que prioriza el seven en a?o ol赤mpico y del lesionado Ntamack, al que ahora no logra cubrir un Jalibert que s赤 funcion車 en el Mundial y al que escolta en la bisagra un compa?ero en Burdeos, Maxime Lucu, que no llega ni a la suela del verdadero due?o del 9 franc谷s.
La primera parte fue netamente de una Escocia que golpe車 tan pronto como Finn Russell jug車 con espacios. Fue un ensayo marca de la casa, con esos se?uelos que descolocan las cortinas rivales para que el apertura de Bath lance a sus centros y estos a su back three. Harry Paterson, de estreno en el 15, con Kyle Rowe como baja de 迆ltima hora, gan車 muchos metros y tras un par de descargas Ben White alcanz車 la zona de marca francesa. Dispondr赤an los caledonios de varias visitas a la 22 rival para ensanchar la brecha. No supieron gestionarlas, y al final lleg車 la esperada reacci車n de un equipo que, aunque sea por peso espec赤fico, por fuerza iba a tener algo que decir en el pleito. Su portavoz esta vez fue Fickou, que toc車 almendra con la defensa escocesa muy volcada hacia un flanco y explot車 el espacio disponible en el bander赤n contrario.
El 13-10 que se llevaron los escoceses al descanso se antojaba bot赤n escaso, para lo visto y para lo que pod赤a aguardarles a la vuelta de la esquina, especialmente jugando los 迆ltimos minutos de la primera parte en superioridad por una amarilla a Atonio. Les sirvi車 durante media hora larga el resultado, empero, enfrascados ambos contendientes en un intercambio de patadas sin sentido que desat車 un coro de viento en Murrayfield. La tregua la romper赤a Francia, en una patada a seguir que persigui車 con ah赤nco Bielle-Biarrey hasta que encontr車 el posado que adelantaba al Gallo. Empuj車 Escocia y llev車 a su oponente a una defensa numantina sobre la l赤nea de marca en la 迆ltima posesi車n. Se sucedieron las cargas, pegaron con todo el arsenal disponible los isle?os. No cay車 el muro por cent赤metros. Los que interpuso la bota de un galo entre el oval y la tierra prometida en la 迆ltima fase de la 迆ltima ofensiva del partido. Discutieron un buen rato Nic Berry y su TMO y acabaron concluyendo que la victoria era de esta Francia desnortada y la derrota, para una Escocia a la que hace a?os que no le sienta bien la responsabilidad del aspirante.