Espa?a despierta a tiempo

La nueva Espa?a, vitaminada por sangre j¨²nior, acab¨® dando la talla en el primer envite serio del Mundial en el Unity Arena de Oslo. ¡°El partido ante Suecia nos podr¨¢ en nuestro sitio¡±, hab¨ªa advertido Jordi Ribera. Un choque que deb¨ªa discernir si la nueva fisonom¨ªa de los Hispanos es apta ya para las grandes batallas. Y, aunque con lagunas, parece estarlo. Porque el margen de mejora es grande. La marea amarilla no consigui¨® llevarse por delante a los Hispanos (29-29, 16-11 al descanso), que pasan a la Main Round, la segunda fase del campeonato, como segundos de grupo por la diferencia de goles, pero con tres puntos. Ahora, tendr¨¢ que v¨¦rselas con los desdibujados anfitriones noruegos (el mi¨¦rcoles, en principio a las 20:30), una Portugal (viernes) que avanz¨® con cuatro puntos y Brasil (domingo). Los dos primeros pasar¨¢n a cuartos de final.

Suecia ven¨ªa advirtiendo que su maquinaria est¨¢ engrasada. En los Juegos de Par¨ªs ya derrotaron a Espa?a (aunque luego los Hispanos se llevaran el bronce). Llegaban con la vitola de equipo con ritmo, con la mejor media de goles del campeonato (40,5 por partido). Y se mostraron reconocibles. Lo que no ocurri¨® con los de Ribera. En la primera mitad, diez p¨¦rdidas de bal¨®n, ning¨²n lanzamiento desde los extremos y atasco por el centro que no lograron romper ni Dani y ?lex Dujsebaev (dos goles cada uno antes del descanso), ni Petar Cikusa, ni Tarrafeta. Por el contrario, el central Gottfridsson manejaba el tempo, Lagersen encontraba siempre hueco desde el lateral derecho (6/7 al descanso y 9 goles al final) y el barcelonista Wanne se mostraba afilado desde los siete metros.

Espa?a part¨ªa, pues, con un lastre de cinco goles para los segundos treinta minutos. Pero tambi¨¦n con la sensaci¨®n de que a poco que la defensa mejorara, que apareciera la agresividad y se desatara la magia, hab¨ªa tiempo para arreglarlo. Pero el 6-0 de los de Michael Apelgren sigui¨® s¨®lido. En ataque, supieron dormir el partido y sacar latigazos cuando hizo falta. Espa?a se encomendaba a la rapidez de Petar Cikusa y la calidad del mayor de los Dujsebaev, pero segu¨ªa bland¨ªsima en el uno contra uno. Lo que se ganaba en ataque se perd¨ªa en defensa. Los n¨®rdicos se marchaban de seis (23-17 a falta de 15 minutos). Hasta que lleg¨® la reacci¨®n. El orgullo. Con Ian Barrufet en el avanzado, Serdio m¨¢s rocoso en el centro, Sol¨¦ m¨¢s afilado en la banda (7/7, con tres de penalti), P¨¦rez de Vargas fundamental con nueve paradas al final, ataques sin portero y p¨¦rdida de miedo, Espa?a creci¨®. A falta de 1:20, Tarrafeta puso el empate. Se pod¨ªa, pero Ekberg desequilibr¨®. Y entonces apareci¨® el genio ?lex Dujsebaev, que marc¨® el gol de la ¨¦pica a falta de seis segundos mientras su hermano despejaba de cabeza un lanzamiento a puerta vac¨ªa de Moller sobre la bocina. Espa?a se desbloque¨®. Y estall¨®. Est¨¢ viva.

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