El NIL: una f¨¢brica de veintea?eros multimillonarios
El cambio en la regulaci¨®n que imped¨ªa a los deportistas universitarios estadounidenses cobrar por su imagen genera un boom de oportunidades.
Como muchas cosas importantes en la historia de los Estados Unidos, este episodio comenz¨® con alguien entrando en un juzgado. Ese alguien era Ed O¡¯Bannon, que un buen d¨ªa de julio de 2009 se adentr¨® en el Edificio Federal Philip Burton de San Francisco y denunci¨® ante el Tribunal de Distrito para el Norte de California lo que consideraba una violaci¨®n flagrante de la Ley Sherman, la que proh¨ªbe las pr¨¢cticas monopol¨ªsticas en Estados Unidos, por parte de la sacrosanta y omnipotente NCAA, la asociaci¨®n que desde 1910 regula el deporte universitario del pa¨ªs.
O¡¯Bannon, MVP de la temporada 1995 jugando en el equipo de baloncesto de UCLA que se proclam¨® campe¨®n nacional ese a?o, reclamaba para s¨ª mismo y ¡°para todos aquellos en una situaci¨®n similar¡± una parte de la ingente tarta que durante d¨¦cadas la NCAA, ampar¨¢ndose en su esp¨ªritu amateur, les neg¨® a sus atletas. Utilizaba como ejemplo la aparici¨®n en un videojuego de EA Sports de un jugador de UCLA con distinto nombre pero sus mismas caracter¨ªsticas, para denunciar que tanto el estudio como la asociaci¨®n sacaban r¨¦dito econ¨®mico de su imagen sin obtener ¨¦l nada a cambio, porque obtener ¨¦l algo a cambio era algo prohibido en la normativa universitaria. La jueza Claudia Ann Wilken le dio la raz¨®n, instando a las universidades a compensar a sus deportistas m¨¢s all¨¢ de las becas, y con ello apret¨® el gatillo de una reforma integral en la concepci¨®n norteamericana del deporte universitario, que termin¨® de cristalizar unos a?os m¨¢s tarde, en septiembre de 2019.
Ese mes la dem¨®crata Nancy Skinner consigui¨® que el senado de California aprobara la Fair Pay to Play Act, que entr¨® en vigor en 2023 y proh¨ªbe a las universidades castigar a los atletas por aceptar dinero de patrocinadores durante su carrera universitaria. La NCAA, en ese cl¨¢sico mantra capitalista de ¡®yo voy a ganar un dineral con esto pero t¨² no esperes cobrar dignamente por ayudarme a conseguirlo¡¯, la calific¨® como una ¡°amenaza existencial¡± a su defensa del esp¨ªritu amateur, pero acab¨® por tragarse el sapo de una situaci¨®n que pod¨ªa condensarse en una palabra: ¡°explotaci¨®n¡±. As¨ª la defini¨® el magistrado de la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, en el fallo que esta emiti¨® sobre el caso Alston vs NCAA, una secuela del de O¡¯Bannon que termin¨® de cimentar el derecho de los deportistas universitarios a explotar su imagen. Skinner fue tan gr¨¢fica como ¨¦l justificando su ley: ¡°?Qu¨¦ otra industria puede apoyarse en sus trabajadores para generar miles de millones en ingresos (1.300, concretamente, seg¨²n su informe econ¨®mico del a?o pasado) y negarles cualquier tipo de ingresos? Esta es la ¨²nica hasta ahora que ha conseguido salirse con la suya haciendo eso¡±.
La mesa estaba puesta para una catarata legislativa que se ha ido desarrollando en el ¨²ltimo lustro bajo tres letras: NIL, las siglas de Name, Image and Likeness (Nombre, Imagen y Semejanza en espa?ol), los conceptos que ahora los atletas pueden explotar. Aunque los esfuerzos por aprobar una ley federal que regule este mercado todav¨ªa no han dado frutos (siete proyectos se encuentran atascados), a nivel estatal el cambio de paradigma es una realidad. Son 32 de 50 los estados que ya han aprobado un marco normativo (otros cinco lo est¨¢n tramitando), con cierta libertad para que cada universidad introduzca matices propios en su reglamentaci¨®n.
Las marcas, tan interesadas en hacer ricos a estos j¨®venes como en enriquecerse con ellos, se han abalanzado en masa sobre sus nuevos juguetes, tanto tiempo castigadas sin poder usarlos, y estos las han recibido con los brazos abiertos, liberados al fin para poder exprimir los que siempre est¨¢n a una lesi¨®n grave o una mala decisi¨®n de convertirse en sus primeros y ¨²ltimos a?os haciendo caja con sus cuerpos. As¨ª se ha constituido un club de estudiantes ricos, que pueden comprarse un Lamborghini antes de cumplir la edad legal para beber en Estados Unidos, y que ya tiene hasta su propia serie de televisi¨®n en Amazon Prime. Estos son algunos de los mayores beneficiados con el NIL, una f¨¢brica de veintea?eros multimillonarios.
Livvy Dunne, la gimnasia mainstream
Quiz¨¢ el impacto del NIL se mida mejor en relaci¨®n a ellas que a ellos por las diferencias entre sexos a la hora de enriquecerse con el deporte de ¨¦lite. El arquetipo de esto ser¨ªa Livvy Dunne, una atleta mainstream en una disciplina, la gimnasia, que ni con el empuj¨®n que ha supuesto la figura de Simone Biles entrar¨ªa en lo que cabe catalogar como deporte de masas. Dunne, en cambio, ha convertido su enorme seguimiento en redes sociales (m¨¢s de cinco millones de seguidores en Instagram y m¨¢s de ocho en TikTok) en una peque?a fortuna. On3, web especializada en la materia, la sit¨²a en la segunda posici¨®n de su ranking de los m¨¢s valiosos a efectos de NIL, con un valor de cuatro millones de d¨®lares (3,6 de euros). Sale con Paul Skenes, rookie del a?o con los Pirates en la MLB, al que conoci¨® en la Universidad Estatal de Luisiana en la t¨ªpica historia de pel¨ªcula. Es con diferencia la m¨¢s medi¨¢tica de la lista y tiene un papel protagonista en la serie de Amazon que sigue las andanzas del programa deportivo de la LSU. Tiene contratos firmados con Vuori Clothing, American Eagle, Plant Fuel o Bartleby.
Shedeur Sanders, el primero de muchos
Ser el quarterback estrella de la universidad ahora tambi¨¦n tiene beneficios econ¨®micos. Sanders, que juega para la Universidad de Colorado, es el primer jugador de f¨²tbol americano universitario que firma un contrato NIL con Nike, que provee buena parte de los 5,6 millones de d¨®lares (5,1 de euros) en los que le valora On3. Ha protagonizado un anuncio de Oikos y tiene acuerdos con Gatorade, Mercedes-Benz y Beats by Dr. Dre. Su seguimiento en las principales redes sociales se cifra en 2,7 millones de personas. Su compa?ero en Colorado Travis Hunter es el tercero del ranking, valorado en 3,3 millones (3) aunque cuente con m¨¢s followers, 3,3 millones, en sus redes.
Flau¡¯jae Johnson y Page Bueckers, m¨¢s dinero que en la WNBA
Son dos de las jugadoras m¨¢s estimulantes del baloncesto universitario femenino y ahora cobran como tal. M¨¢s de lo que ganar¨ªan, de hecho, si compitiesen a nivel profesional en la WNBA. Se trata de Flau¡¯jae Johnson, 16? en el ranking de On3, y Page Bueckers, la 17?. La primera es otra de las estrellas de los lucrativos Tigers de la LSU, con una historia que se vende sola. Su padre es Jason Johnson, rapero conocido como Camouflage, que fue tiroteado a las puertas de un estudio cuando ella era una ni?a. Flau¡¯jae compagina las canchas con los micr¨®fonos y tiene una comunidad en redes de 3,7 millones de personas, lo que la ha hecho lo suficientemente atractiva como para recibir 1,4 millones de d¨®lares (1,2 de euros) de empresas como Apple Cash, JBL o Bazooka. Bueckers, de UConn, tiene una historia diametralmente opuesta. Es un prototipo WASP de la tranquila Minnesota, va para la pr¨®xima Caitlin Clark y las marcas lo saben. Con 5,1 millones de seguidores en redes, su imagen vale tambi¨¦n 1,4 millones de d¨®lares y ya ha firmado con Bose, Crocs o Gatorade. La comparativa con el salario medio en la WNBA, 147.000 d¨®lares (134.000 euros) en 2023, habla por s¨ª misma.
Sam Hurley, un atleta entre los m¨¢s codiciados
Aunque los grandes beneficiados del NIL sean los deportes m¨¢s comercializados por la NCAA antes de su instauraci¨®n, el f¨²tbol americano y el baloncesto, la lluvia de billetes ha aterrizado en todas las disciplinas. Entre los 50 m¨¢s valiosos del ranking de On3 hay espacio para el atleta de la Universidad de Texas Sam Hurley, que cuenta con 4,9 millones de seguidores entre Instagram, TikTok y X. El pertiguista ya ha cedido su imagen, previo pago de 940.000 d¨®lares (860.000 euros) a compa?¨ªas como Raising Cane¡¯s y Passes, adem¨¢s de ejercer de modelo para Hollister. Hay dinero para todos en el club del NIL.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.