Ajedrez
Ding Liren da la bienvenida al Mundial de ajedrez a Gukesh
El defensor del t¨ªtulo consigui¨® ganar su primera partida de las 29 ¨²ltimas mostrando un gran juego din¨¢mico pese a las dudas iniciales.
¡°Las finales no se juegan, se ganan¡±. Ese viejo axioma, pronunciado por Luis Aragon¨¦s y con un meritorio porcentaje de acierto del 50%, podr¨ªa resumir lo sucedido en la primera partida del Campeonato del Mundo de ajedrez de este 2024. Al menos, desde el punto de vista de Ding Liren, el actual poseedor del t¨ªtulo y el vencedor en el primero de los catorce duelos que est¨¢n previstos que se disputen en Singapur antes del 12 de diciembre.
304 d¨ªas despu¨¦s, el ajedrecista chino consigui¨® ganar de nuevo una partida a ritmo cl¨¢sico. A la ¨²ltima, all¨¢ por el mes de enero, le ha sucedido un gran desierto en el que ha alternado empates con poca lucha y derrotas indignas de un campe¨®n del mundo. De ah¨ª las dudas sobre su estado mental y un amplificado y est¨¦ril debate sobre qu¨¦ versi¨®n iba a mostrar en el pa¨ªs asi¨¢tico, pues ya sabemos que los grandes siempre aparecen en los d¨ªas m¨¢s importantes.
Pese a que el resultado final marcase el triunfo de Ding Liren, con el aliciente de haberlo hecho con piezas negras (que siempre suele ser m¨¢s dif¨ªcil), el rumbo de la partida pareci¨®, por momentos, una veleta. La osad¨ªa del insultantemente joven Dommaraju Gukesh, quien con 18 a?os podr¨ªa convertirse en el campe¨®n m¨¢s joven de la historia, le hizo demostrar de primeras que no se iba a guardar ninguna bala en el tintero.
La Defensa Francesa del chino no sorprendi¨® al jugador indio, que sac¨® a relucir la primera de las grandes preparaciones del torneo. Gukesh opt¨® por la variante Cl¨¢sica y, dentro de ella, por una l¨ªnea muy agresiva que Ding no parec¨ªa tener muy revisada. De hecho, en la s¨¦ptima jugada, el poseedor del t¨ªtulo tuvo que gastar cerca de media hora para encontrar un plan de su gusto. No obstante, el indio ten¨ªa todo previsto hasta que introdujo una novedad te¨®rica en el d¨¦cimo lance.
En ese momento, la partida cambi¨® por completo. Ding sigui¨® haciendo jugadas l¨®gicas, mientras que Gukesh no era capaz de afinar a la hora de encontrar el plan que complicara m¨¢s las cosas. Y, aunque por momentos lleg¨® a tener sesenta minutos m¨¢s en su reloj, la balanza r¨¢pidamente se nivel¨® por la complejidad de una sobreexpandida posici¨®n blanca. La confianza de Ding, que ha confesado en la rueda de prensa posterior a la partida haber trabajado para ser capaz de estar m¨¢s tiempo sentado sobre el tablero soportando la presi¨®n, hizo el resto.
El Gran Maestro chino emple¨® tan solo seis minutos en efectuar los ocho movimientos que terminaron por complicar la tarea de Gukesh. Para entonces, el reloj del indio era de arena y su posici¨®n empezaba a despedazarse a jirones. Tan solo un peque?o error en la jugada 27 puso en riesgo la victoria negra, pero las aguas volvieron pronto a su cauce y Dommaraju tuvo que tumbar su rey en el lance 41.
¡°Ha sido un fallo de vigilancia t¨¢ctica por mi parte. Puede pasar, es un enfrentamiento largo. Sobre el estado de forma de mi rival no esperaba otra cosa. Creo que va a dar su mejor versi¨®n y todav¨ªa tenemos muchas partidas por delante, solo que ahora ser¨¢ m¨¢s emocionante¡±, pronunci¨® aparentemente disgustado un Gukesh que, a tenor de su lenguaje no verbal sobre el tablero, parece haberse visto superado por la presi¨®n del debut.
Por su parte, Ding estaba m¨¢s que satisfecho. ¡°En la primera partida pens¨¦ que Gukesh podr¨ªa estar nervioso, as¨ª que decid¨ª jugar algo poco habitual que no pon¨ªa en pr¨¢ctica desde hace tiempo. Y funcion¨® perfectamente. Me siento muy bien, no hab¨ªa ganado una partida cl¨¢sica desde hace tiempo, aunque, para ser justo, he tenido suerte porque he omitido dos golpes t¨¢cticos¡±, explic¨®, refiri¨¦ndose a su valoraci¨®n previa al error del movimiento 27.
En el duelo del martes, Ding tendr¨¢ las piezas blancas, lo cual le da la ligera ventaja de empezar y de elegir qu¨¦ tipo de partida quiere. Sin embargo, ¨¦l mismo sabe que ganar la primera partida no es sin¨®nimo de nada, pues su duelo de 2022 contra Ian Nepomniachtchi empez¨® con una derrota en su casillero. La lucha apunta a ser larga y a trascender m¨¢s all¨¢ del tablero, pues la fortaleza mental que cada uno de los dos sea capaz de exhibir ser¨¢ clave en el resultado final. Es el momento de que el campe¨®n demuestre si este triunfo es un oasis en su trayectoria de sus ¨²ltimos meses o si, por el contrario, su trabajo psicol¨®gico de los ¨²ltimos meses ha surtido efecto. Nadie sabe qu¨¦ esperar de un ajedrecista tan at¨ªpico. Como Luis Aragon¨¦s.
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