Del b¨²nker al oro mundial: la historia de la sincro ucraniana

El pasado 24 de febrero era un d¨ªa normal, rutinario, de estudios y piscina para la selecci¨®n ucraniana de nataci¨®n art¨ªstica en la ciudad de Jarkov. Quedaban menos de cuatro meses para el Mundial de Budapest y hab¨ªa que empezar a afinar las coreograf¨ªas. Pero todo salt¨® por los aires cuando se iniciaron los ataques rusos y las nadadoras, en un s¨¢lvese quien pueda de pel¨ªcula, tuvieron que refugiarse en el improvisado b¨²nker del metro. ¡°Mis compa?eras est¨¢n atrapadas¡±, lanz¨® un SOS la estrella de la sincro ucraniana ahora con Andrea Fuentes en Estados Unidos, Anna Voloshyna. El lunes por la tarde en la piscina Isla Margarita de Budapest, apenas 116 d¨ªas despu¨¦s, el equipo consegu¨ªa el oro en combo. Ya hab¨ªan ganado la plata en d¨²o t¨¦cnico.

La historia de superaci¨®n del equipo de sincro cautiv¨® a la piscina de Isla Margarita, al grito de ¡°Ucrania, Ucrania¡± en las gradas en un Mundial sin Rusia, sancionada duramente por la Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n, despose¨ªda del gran acontecimiento de piscina corta que se celebrar¨¢ finalmente en Melbourne a final de a?o. Con una puntuaci¨®n de 95.0033, pasaron por delante de Jap¨®n (93.5667) e Italia (92.0333). Maryna Aleksiiva fue una de las integrantes del equipo que vivi¨® el miedo en aquellos ataques de febrero.

¡°Muri¨® un joven biatleta que conoc¨ªa y una alumna de mi colegio. La ciudad estaba hecha pedazos. Me duele mirar lo que le han hecho a mi ciudad, ha quedado destruida¡±, coment¨® la nadadora de apenas 21 a?os, voz de un equipo que inici¨® en aquel momento un viaje de supervivencia para buscar otro pa¨ªs que las acogiera y continuar con los entrenamientos. De Jarkov llegaron a Le¨®polis, un viaje en autocar que les llev¨® d¨ªas. Cruzaron todo el pa¨ªs, pero ya estaban a las puertas de la salvaci¨®n. Las gestiones de la LEN (Liga Nacional Europea) y la predisposici¨®n de las federaciones nacionales hicieron el resto.

Primero llegaron a Budapest y, despu¨¦s de permanecer unos d¨ªas, prosiguieron el camino hacia Ostia (Italia). Era 8 de marzo cuando pon¨ªan fin a 12 d¨ªas de incertidumbre e iniciaban una cuenta atr¨¢s para no perder la condici¨®n f¨ªsica ni las posibilidades en el Mundial de Budapest mientras echaba un ojo a menudo a sus redes sociales y a su whatsaap donde les informaban del avance de una guerra que contin¨²a. Ellas, ap¨¢tridas ahora mismo, lejos de su piscina de Jarkov, sonr¨ªen al menos con un oro que premia su historia.