DeChambeau defiende Pinehurst del asalto europeo
El estadounidense dispara un -3 para -7 majestuoso, burla a la USGA y contiene a McIlroy y Aberg. Sergio Garc¨ªa, pr¨¢cticamente sin opciones.
Pinehurst es la casa del golf estadounidense y Bryson DeChambeau dej¨® claro este s¨¢bado que la defender¨¢ a capa y espada de la horda de europeos que se agolpa a sus puertas tratando de saquear el 124? US Open. Por aire, mar y tierra. Un alegato que es casi aquel hist¨®rico ¡°pelearemos en las playas, pelearemos en los campos y en las calles, pelearemos en las colinas, nunca nos rendiremos¡± de Winston Churchill. En la tercera vuelta se ri¨® en la cara de la USGA, que ha cortado el suministro de agua a tiempo para convertir el fin de semana en el N¨²mero 2 del macroresort de Carolina del Norte en un parque tem¨¢tico de la tortura. Si el jueves acababan bajo par 15 golfistas, tras 54 hoyos el campo solo tolera ocho en n¨²meros rojos.
De hecho, desde que Patrick Cantlay y Rory McIlroy dejaran el list¨®n en -5 un jueves en el que los organizadores dieron cuartel, lo m¨¢s lejos que hab¨ªa ido era a -6, hasta que lo revent¨® Bryson al tercer d¨ªa descerrajando un -3 para -7 majestuoso. Nadie hab¨ªa bajado de 70 en las tres primeras jornada en este campo. ¡°USA, USA¡±, le gritaba el p¨²blico, convertido en el ¨²ltimo dique de contenci¨®n contra la ofensiva que llegaba desde el Viejo Continente comandada por tres figuras dispares: de capit¨¢n general Rory McIlroy, en busca de su quinto grande y el primero desde 2014, y escolt¨¢ndole el prodigio sueco, Ludvig Aberg, l¨ªder en varios momentos de su primer US Open, y el outsider franc¨¦s Matthieu Pavon, el primer jugador de su pa¨ªs en ganar en el PGA en 117 a?os, hijo de un excentrocampista del Betis.
Es curiosa la comuni¨®n contempor¨¢nea de DeChambeau con su p¨²blico. C¨®mo ha pasado de ser el ¡®bicho raro¡¯, un personaje incomprendido que acaparaba tantos titulares por sus victorias como por su curioso m¨¦todo, a uno de los favoritos a la vez que cambiaba PGA por LIV. Una mezcla de su nuevo enfoque vital, m¨¢s zen, un canal de Youtube en el que deja ver su lado m¨¢s personal que causa sensaci¨®n, y alg¨²n gesto viral con alg¨²n chaval en torneos recientes. Lo deportivo respalda esa din¨¢mica. Viene de ser sexto en el Masters y segundo en el PGA. Ninguno de los fichajes del LIV, salvo Koepka, rinde como ¨¦l en los grandes. Ah¨ª est¨¢n sin ir m¨¢s lejos Rahm, fuera de la pelea en el Masters y del corte en el PGA, baja de ¨²ltima hora en este US Open. O Dustin Johnson (+9), Phil Mickelson (+15), Cam Smith (+5), desapercibidos en Pinehurst como el n¨²mero uno del mundo, Scottie Scheffler, que entreg¨® un +1 para +6, peleado consigo mismo un d¨ªa m¨¢s.
Este s¨¢bado empez¨® con bogey y a partir de ah¨ª jug¨® a otra cosa, frenando bolas en greenes que las rechazaban como un celiaco al gluten. Con cinco birdies sin fallo entre el 5 y el 14 se dispar¨® en la tabla y por momentos dio la impresi¨®n de que iba a despojar de emoci¨®n el domingo, pero lleg¨® el doble bogey, un tr¨¢mite casi obligatorio en estas condiciones, en el 16. Lo corrigi¨® en el 17 y en el 18 rasc¨® un gran par desde fuera de la calle. ¡°Ha sido un gran d¨ªa, lo he pasado muy bien¡±, declaraba con una sencillez casi infantil al acabar, una pasi¨®n tan pura que engancha. A¨²n hay esperanza para McIlroy, que se dej¨® muchas opciones en el ¨²ltimo tramo, bogeys al 15 y el 17. Le deslucieron una gran vuelta en los 14 anteriores, tres birdies y un bogey, pero su -1 para -4 le deja a tres golpes, en un domingo de US Open. Cosas mucho peores se han visto. A los mismos est¨¢ Pavon en su ¨²ltima sorpresa del curso, un -1 para -4 que le pone muy cerca del primer grande franc¨¦s desde que Arnaud Massy, all¨¢ por 1907, ganara el British Open. Aberg, muy s¨®lido durante vuelta y media, se dispar¨® en el pie con un triple bogey al 13 y cerr¨® en +3 para -2. Lo tiene crudo.
Sergio, fuera de rango
Fuera de rango, necesitado de un milagro en el desenlace, est¨¢ el espa?ol Sergio Garc¨ªa, tres birdies y cuatro bogeys, +1 para +1 en una vuelta lastrada por un arranque nefasto, tres bogeys en los cuatro primeros segmentos. Supo enderezarla, con tres birdies y un bogey a partir de entonces, pero le falt¨® alg¨²n golpe de mano, algo que le dejara a cuatro o cinco impactos, una distancia razonable. Un top-10, mucho m¨¢s a tiro, ser¨ªa un digno final al que, tras tres rondas, es su mejor grande desde el Masters que gan¨® en 2017.
El tercero para el catal¨¢n David Puig (-1 para +3), que jug¨® liberado de la tensi¨®n de la lucha ol¨ªmpica, conseguido ya el billete a Par¨ªs al pasar el corte, y tir¨® un -1 para +3 que sabe a poco por lo que pudo ser. Sali¨® encendido el joven de La Garriga, tres birdies en cinco hoyos, antes de un paso catastr¨®fico por los greenes del 6, 7 y 8. Le cayeron tres bogeys. Reaccion¨® por los nueve segundos, restando de nuevo en el 13 y el 15, cedi¨® un bogey de sabor amargo en el 16. Su mejor actuaci¨®n en un major, superando el 39? puesto de Los ?ngeles el a?o pasado, no es tarea menor para este domingo. Para DeChambeau ser¨¢ evitar el segundo campe¨®n europeo seguido en Pinehurst diez a?os despu¨¦s del triunfo de Martin Kaymer.
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