Caviar Mundial

Gales contra Argentina e Irlanda contra Nueva Zelanda abrir¨¢n este s¨¢bado, los primeros a las 17:00 Marsella, los segundos a las 21:00 en Saint Denis, los cuartos de final del Mundial de rugby. Por el formato de esta competici¨®n, su plato fuerte. El caviar. Cuatro cruces (los completar¨¢n el domingo el Inglaterra-Fiyi, en el primer turno, y el Francia-Sud¨¢frica, en el segundo) que pueden suponer un cambio de tercio en el orden internacional de este deporte.

La sensaci¨®n es que el viento sopla a favor de ver un campe¨®n del hemisferio norte, algo que no ocurre desde que Inglaterra llevara en 2003, por primera y hasta ahora ¨²nica vez, la Copa Webb Ellis a Europa. Confirmar¨ªa cierto rearme iniciado en 2019, cuando la Rosa ape¨® a los All Blacks contra pron¨®stico en semifinales pero cedi¨® en la final ante Sud¨¢frica. La pel¨ªcula ha cambiado desde 2015, cuando los cuatro semifinalistas fueron los integrantes del Rugby Championship. No es ninguna locura pensar en que se inviertan las tornas y los cuatro ¨²ltimos equipos vivos pertenezcan todos a la esfera del Seis Naciones.

Ahora nadie se sorprender¨ªa si Gales, que lleg¨® en horas bajas a la cita, tras acabar quinta con una sola victoria en el Seis Naciones, tumba con el rugby pragm¨¢tico que ha vuelto a practicar con Warren Gatland, que le ha valido la primera plaza de su grupo, a una Argentina que llegaba con expectativas altas y acab¨® sufriendo para pasar a cuartos. La sorpresa en las alineaciones la ha dado Michael Cheika, que prescinde de Bertranou en el 9 argentino en una suerte de se?alamiento. Jugar¨¢ Cubelli en su lugar. Es la primera vez que ambos equipos se encuentran desde la edici¨®n de 1999. En las dos ocasiones anteriores gan¨® el Puerro.

Tampoco se tirar¨ªa de los pelos el aficionado oval, ni mucho menos, si Irlanda deja en la cuneta a Nueva Zelanda camino a los primeros cuartos de final de su historia. Porque el Tr¨¦bol atraves¨® la primera fase con la solvencia que se le presupon¨ªa a un campe¨®n invicto del Seis Naciones, derrotando a Sud¨¢frica en el partido clave, y en cambio los All Blacks, quiz¨¢ en un ejercicio controlado de despiste, ofrecieron una versi¨®n m¨¢s discreta. Tanto Andy Farrell como Ian Foster ir¨¢n con toda la artiller¨ªa en un encuentro con mal precedente para el Tr¨¦bol, que ante este rival ha encajado dos de las peores derrotas mundialistas de su historia, la ¨²ltima hace cuatro a?os precisamente en cuartos (46-14).

Vuelve Dupont

Quiz¨¢ lo m¨¢s bonito del s¨¢bado es que no hay favoritos claros. Como tampoco los habr¨¢ el domingo. Lo ¨²nico claro es que Antoine Dupont, el l¨ªder de la Francia anfitriona, ser¨¢ de la partida en el XV del Gallo, 24 d¨ªas despu¨¦s de sufrir una fractura facial en un choque contra el namibio Johan Deysel. Consciente de que el escenario m¨¢s factible es un duelo decidido por las delanteras, Galthi¨¦ dispone un 6+2 en el banquillo, por mucho que Erasmus y Nienaber, que han llegado a utilizar un 7+1, esta vez hayan dejado un tr¨ªo de tres cuartos (entre ellos Faf De Klerk, con rol de revulsivo) en la caseta. Es solo la segunda vez que franceses y Springboks se cruzan en una Copa del Mundo. La anterior, en las semifinales de 1995, fue un 19-15 para la Sud¨¢frica post-apartheid, que acab¨® ganando esa edici¨®n.

Pero antes tendr¨¢n que resolver sus cuitas Inglaterra y Fiyi. Un equipo a priori desahuciado de la pelea por la copa y la gran sensaci¨®n de la fase de grupos, algo rebajada tras una derrota ante Portugal en el partido decisivo que si bien les val¨ªa ense?¨® sus costuras. Steve Borthwick sentar¨¢ a George Ford, el hombre clave en el triunfo ante Argentina, y Farrell ocupar¨¢ el 10 con Marcus Smith como inesperado zaguero. La raz¨®n seguramente sea la necesidad de dar entrada al mastod¨®ntico Tuilagi en los centros, donde Fiyi hace da?o. La Rosa est¨¢ avisada por la derrota en Twickenham en agosto ante los polinesios, a los que tumbaron en 2015 en el ¨²nico precedente mundialista entre ambos. Vengar el agravio en su templo y plantarse en semifinales en un annus horribilis es justo lo que la RFU necesita para calmar las aguas, que ¨²ltimamente bajan turbias por el T¨¢mesis.

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