Timur Dibirov, otro eterno que se retira

Si no fuese ruso y hubiese nacido en Dinamarca, Alemania, o Francia, por ejemplo, Timur Dibirov (41) ser¨ªa una estrella mundial, pero naci¨® en Daguest¨¢n, una de las rep¨²blicas rusas. hijo de padres divorciados, siempre vivi¨® con la madre, por lo que s¨®lo es reconocido en el balonmano internacional. El mi¨¦rcoles jug¨® en Zagreb su ¨²ltimo partido en la Champions, contra el Kielce de Talant Dusjhebaev. Eso s¨ª, tiene una marca dif¨ªcil de igualar: 21 temporadas seguidas en la competici¨®n internacional, repartidas entre Medvedi ruso (nueve), el Vardar (nueve) y el Zagreb (tres).

En junio, cuando cumpla 42 a?os, pondr¨¢ fin a una carrera deportiva impresionante, con dos t¨ªtulos de campe¨®n de la Champions con el Vardar, por ejemplo. En el Mundial de Espa?a, en 2013, fue elegido como el mejor extremo izquierdo del campeonato.

Es posible que un aficionado medio no le ponga cara as¨ª, de primera impresi¨®n, pero si le cuentan que es bajito y menudo (1,79 metros), de barbas largas, y con la cabeza como una bola de billar, que mete goles imposibles, y que siempre da la cara. es normal que ya caiga qui¨¦n es este tipo. De Espa?a tiene buenos recuerdos, por compa?eros y por entrenadores, y aqu¨ª trabaja, en el Bar?a, un colega de los tiempos en Rusia: Igropulo, asistente de Carlos Ortega.

?Su futuro? Lo desconoce, aunque lo prioritario es reunir a su familia, porque ¨¦l vive con su hijo en Zagreb, y su mujer, Irina, trabaja como entrenadora en el Rostov, donde vive con la hija. Por cierto, Irina Poltorackaya, como jugadora, tiene un palmar¨¦s m¨¢s brillante a¨²n que su marido.